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Acapulco, en el limbo



Pese a que se habían reportado avances en la reconstrucción y la reactivación de la actividad turística, el huracán Jhon trajo consigo un nuevo retroceso y los habitantes confían en retomar sus actividades

 

Acapulco.– A un año de la noche en que el huracán Otis impactó en el puerto de Acapulco, medios nacionales mostraron que aún falta mucho para la recuperación del puerto, afectado este 2024, también por John.

 

Las playas Papagayo y Manzanillo son una muestra de que falta mucho para que el turismo regrese como fue en otras épocas, los comerciantes y prestadores de servicios viven una permanente temporada baja.

 

Ricardo Guillén Memije, quien pertenece a varios colegios de licenciados en turismo, señala que la reactivación de Acapulco, después de Otis, iba muy lenta y ahora la llegada de John fue un retroceso para Acapulco, pues las empresas no tienen recursos para reactivar sus negocios aparte de que las compañías aseguradoras son lentas para pagar.

 

Dijo que el gobierno federal entregó los apoyos directamente a la población, pero a los empresarios se les dejó a un lado, olvidando que son las empresas  las que generan los empleos, las únicas fuente para financiar la reactivación de los negocios dañados y falta cerca de un 70% de pólizas por pagar a las empresas.

 

    En estos momentos, no tenemos todos los servicios para que un turista pueda disfrutar plenamente su fin de semana, faltan muchos lugares donde la gente pueda comer, donde pueda divertirse”, reitera Ricardo Guillén.

 

Por su parte, el maestro Benjamín Sandoval Melo, quien es licenciado en turismo, denunció que a un año de Otis no hay un plan para atender la destrucción del equipamiento turístico o la infraestructura de la ciudad ante huracanes.

 

A un año, dijo el maestro, las autoridades federales sólo han realizado actividades para paliar la emergencia.

 

En el programa, a cargo de Nacho Lozano, se mostró cómo hace un año, tras la furia de Otis, la plaza Manzanillo fue un cementerio de botes y yates de lujo; un año después, la zona es un astillero improvisado, pues ahí permanecen las naves, en espera de que sus propietarios regresen a repararlas.

 

    Las que están aquí son patrimonio de muchos dueños que perdieron todo, y destruirlas o acabarlas de romper sería acabar con ellos, entonces le pedimos a la autoridad un poquito de paciencia para tenerlas”, comentó Alberto Lara, encargado de la reparación de botes.

 

La recuperación hotelera es otro pendiente, a un año del meteoro son 8 mil 200 las habitaciones que siguen inhabilitadas; antes de Otis eran 19 mil 600 cuartos.

 

Para las compañías de seguros, las pérdidas se tasan en 39 mil 345 millones de pesos, lo que ubican al huracán de hace un año como el tercer evento más catastrófico en México.

 

Las víctimas de Otis, oficialmente 52 muertos y 32 desaparecidos fueron recordados en múltiples misas, muchas de ellas oficiadas en botes y lanchas, en honor a los marineros y pescadores que ya no regresaron a casa.

 

Familiares de seis navegantes desaparecidos llegaron hasta la isla de la Roqueta, en donde, entre rezos y cantos, ofrendaron una corona a la Virgen Reina de los Mares.

 

    No perdemos la esperanza, pero ya es un año, igual se golpeó la cabeza, anda por ahí, espero que sí. Agradecimiento y pues recordarlo”, comentó Andrés Martínez, familiar de un marinero desaparecido hace un año.

 

En la zona de Acapulco Diamante la situación no es mejor, el lujo no ha regresado, se indicó en el trabajo a un año de Otis, los ostentosos condominios no se aprecian muy distintos a como despertaron después de Otis.

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