De acuerdo con datos de la administración de la terminal, desde marzo de 2022 y hasta el 31 de enero de 2024, ha brindado servicio a 3 millones 881 mil pasajeros, con un mercado principalmente nacional.
Tras dos años de operación, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles aún se halla lejos de su punto de equilibrio, estipulado en cinco millones de pasajeros.
De acuerdo con datos de la terminal, desde marzo de 2022 y hasta el 31 de enero de este año, ha dado servicio a 3 millones 881 mil pasajeros y su mercado es principalmente nacional. Sólo en 2023, el aeropuerto movilizó a 2 millones 638 mil pasajeros.
A dos años de operación del AIFA los resultados no han sido los que esta administración esperaba y no va a encontrar el punto de equilibrio durante este año. Es probable que la próxima administración tenga que revisar varias opciones sobre cómo atender la demanda en el Valle de México y el papel del AIFA en ese modelo”, aseguró Juan Carlos Machorro, socio experto en Derecho Aeronáutico y Aeroportuario de la firma legal Santamarina y Steta.
El especialista recordó que hacia 2030, la demanda de pasajeros en el Valle de México se calcula en 100 millones de usuarios, por lo que aun conjuntando la capacidad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la del AIFA, cuya primera etapa cubre 20 millones de pasajeros, no alcanza para satisfacer las necesidades.
AIFA no es una solución ni siquiera a mediano plazo. Más que heredar una solución, este gobierno heredará a la próxima administración un problema”.
En 2023, el AIFA tuvo ingresos por mil 282 millones de pesos, mientras que sus gastos superaron los mil 673 millones de pesos. Además, durante el año pasado, los subsidios dirigidos a esa terminal fueron de mil 138 millones de pesos.
Análisis técnico
Machorro indicó que los candidatos a la Presidencia de México deberían revisar desde un punto de vista técnico y no ideológico si hace sentido retomar la idea de tener un solo aeropuerto para atender al Valle de México, región donde se concentra la máxima demanda de pasajeros y carga, y que sea un centro de conexión (hub).
La próxima administración tendrá que revisar alternativas para atender la demanda, sin embargo, éstas pasan otra vez por un sistema de aeropuertos en la Zona Metropolitana, el cual por temas de conectividad, tráfico y espacio aéreo no parecería ser una alternativa. La próxima administración tendría que volver a pensar si de algún modo el proyecto que se construía en Texcoco es rescatable y hasta qué punto”.
Machorro enfatizó en la necesidad de realizar un análisis a futuro del AIFA que sea técnico y que considere un uso responsable de recursos públicos.
Hay una gran diferencia entre lo que era el proyecto de Texcoco, que se iba a financiar con los ingresos provenientes de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), y la solución que planteó este gobierno al cancelar esa opción y convertirla en deuda pública. Cualquier alternativa que venga a futuro tendría que recargar, en medida de lo posible, en el financiamiento a recursos privados y no públicos”.
Agregó que la nueva administración también debe considerar que cualquier decisión que se tome respecto al AIFA debe tener en cuenta que ya se invirtieron recursos públicos en su construcción, por lo que su infraestructura se debe aprovechar.
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