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Ajustan a la GN en tiempos de paz; reforma avanza en Senado



La reforma propone que en situaciones ordinarias, los ciudadanos tendrán obligación de aceptar imposiciones de la corporación, pues ya formaría parte de las Fuerzas Armadas

 

Gracias a la reforma constitucional con la que la Guardia Nacional formaría parte de las Fuerzas Armadas, los ciudadanos tendrían la obligación de aceptar imposiciones de la corporación, en tiempos de paz.

 

El dictamen, aprobado ayer en las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado, prohíbe el alojamiento forzoso de miembros de la Guardia Nacional, junto con el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, en situaciones ordinarias, con lo que se consolida el carácter democrático y civil del Estado y se obliga al respeto a los derechos humanos.

 

    “Se protege el derecho de los ciudadanos a la inviolabilidad de su domicilio, asegurando con ello que las operaciones de seguridad respeten los derechos humanos, independientemente de la fuerza armada involucrada”, destaca el dictamen, el cual se votará en el pleno del Senado en las próximas horas.

 

Prohíben a Guardia molestar a civiles

 

En situaciones ordinarias, los ciudadanos no están obligados a prestar servicios ni aceptar imposiciones de las Fuerzas Armadas, en defensa de sus derechos humanos.

 

En tiempos de paz, los ciudadanos no estarán obligados a aceptar imposiciones de la Guardia Nacional, como parte de las Fuerzas Armadas, con lo cual “se consolida el carácter democrático y civil del Estado” y se obliga a respetar los derechos humanos, establece la reforma constitucional que suma la Guardia Nacional a la milicia aprobada ayer por Morena en comisiones del Senado.

 

“Al prohibir el alojamiento forzoso de miembros de la Guardia Nacional, junto con el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, en tiempos de paz, se protege el derecho de los ciudadanos a la inviolabilidad de su domicilio, asegurando con ello que las operaciones de seguridad respeten los derechos humanos, independientemente de la fuerza armada involucrada.

 

    “En este sentido, la inclusión explícita de la Guardia Nacional en este artículo subraya el principio de control civil sobre las Fuerzas Armadas en tiempos de paz. Esto refuerza la idea de que, en situaciones ordinarias, los ciudadanos no están obligados a prestar servicios ni aceptar imposiciones de las Fuerzas Armadas, consolidando el carácter democrático y civil del Estado”, dice el dictamen.

 

La nueva redacción del artículo 16 constitucional dice que “en tiempo de paz ningún miembro de la Fuerza Armada permanente —el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Guardia Nacional— podrá alojarse en casa particular contra la voluntad del dueño, ni imponer prestación alguna. En tiempo de guerra los militares podrán exigir alojamiento, bagajes, alimentos y otras prestaciones, en los términos que establezca la ley marcial correspondiente”.

 

La reforma integra a la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas y establece que los militares pueden estar activos durante todo el tiempo; no sólo en épocas de guerra, sino también de paz.

 

    “En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tenga previstas en esta Constitución y las leyes que de ella emanen. Solamente habrá Comandancias Militares fijas y permanentes en los castillos, fortalezas y almacenes que dependan inmediatamente del Gobierno de la Unión; o en los campamentos, cuarteles o depósitos que, fuera de las poblaciones, estableciere para la estación de las tropas”, dice la nueva redacción del artículo 129 de la Constitución.

 

Como lo informó ayer Excélsior, la reforma también ordena que los 15 mil 158 expolicías federales que trabajan en la Guardia Nacional dejarán de ser parte de ella y se mantendrán en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, sin precisar las tareas que realizarán en ella.

 

Anoche, durante el debate en las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado, la oposición anunció su voto en contra, porque desde su perspectiva implica la militarización de la seguridad pública, como lo expresaron Luis Donaldo Colosio y Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano; Carolina Viggiano, Claudia Anaya, Cynthia López y Manuel Añorve, del PRI, así como los panistas Ricardo Anaya, Marko Cortés y Mayuli Latifa Martínez.

 

Pero frente a ellos, los oficialistas negaron que se trate de la militarización.

 

“No es militarización; es mexicanización lo que se está dando, porque estamos generando un proyecto de institución que tiene claramente su definición, sobre todo en el 21 constitucional. Está muy claro. Hay que leer, pero con patriotismo”, dijo el morenista Óscar Cantón Zetina.

 

“Esta reforma es la militarización de la seguridad civil federal no estamos de acuerdo con las soluciones que pretenden implementar con esta reforma. No es correcto seguir abusando de nuestras Fuerzas Armadas, y además, en extremo perjuicio para el rescate de la seguridad ciudadana”, dijo Colosio.

 

    “¿Y si después nos toca un loco? ¿Quién lo va a controlar? No se gana eternamente. ¿Cuáles son los controles civiles que tenemos para salvaguardarnos?, en esta minuta no están guardando ninguno”, expresó la priista Claudia Anaya.

 

“Manuel Añorve y los priistas van a ir a votar por el sí y mañana lo vamos a ver en la sesión”, anunció el morenista Adán Augusto López Hernández, a lo que de inmediato Manuel Añorve anunció que votará en contra.

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