El presidente aseveró que durante la próxima visita de Joe Biden a nuestro país le propondrá que no haya más intervención en países latinoamericanos
Arturo Páramo // excelsior.com.mx
El gobierno de Estados Unidos tiene qué ver en la crisis política y social que atraviesa Perú, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Estén involucrados o no los estadunidenses en Perú hay sospechas, porque no cuidan ni siquiera las formas”, indicó en su conferencia matutina.
Recordó que el primer mensaje emitido después de la destitución del presidente Pedro Castillo fue el de la embajadora de EU en Perú. “Ya no poner, quitar gobiernos en América Latina al antojo de nadie”, enfatizó el titular del Ejecutivo, quien también reiteró que hubo un golpe del conservadurismo.
“Los mandamases del Perú, como los conservadores de México y de otros países, son clasistas, racistas, muy corruptos”, acusó.
Ante esto, adelantó que tratará este tema en su encuentro del próximo 9 de enero con Joe Biden.
Tras recalcar que se abordará el “injerencismo” en la vida interna de los países latinoamericanos, llamó a EU a respetar la soberanía de los pueblos.
Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó ayer a Castillo para verificar las condiciones de su reclusión.
“La crisis en Perú tiene mano estadunidense”
El gobierno de Joe Biden debe dejar de interferir en los asuntos de los países latinoamericanos, dijo el Presidente de México.
El gobierno de Estados Unidos está detrás de la crisis política y social que se vive en Perú, comentó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En rueda de prensa en Chetumal, Quintana Roo, reiteró que tratará el tema en su encuentro del 9 de enero con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Dijo que en esa entrevista abordará el “injerencismo” del gobierno estadunidense en los países latinoamericanos.
“Es precisamente el que ya no haya injerencismo, que no sucedan estas cosas, como la del Perú, porque estén involucrados o no los estadunidenses en Perú, hay sospechas, porque no cuidan ni siquiera las formas.
“El primer mensaje después de la destitución del presidente (Pedro) Castillo fue el de la embajadora de Estados Unidos en Perú y luego, cuando declaran estado de emergencia, va la embajadora a entrevistarse con la presidenta nombrada por el Congreso en el palacio de Lima”, enfatizó.
El Presidente llamó a EU a respetar la soberanía de los pueblos latinoamericanos y no verlos como adversarios o como enemigos, sino como aliados.
Reiteró que, para él, lo sucedido en Perú fue una intromisión y un golpe en contra del gobierno electo de Pedro Castillo.
Sus declaraciones se dan dos días después de que el gobierno peruano de Dina Boluarte expulsó al embajador mexicano, Pablo Monroy Conesa, a quien declaró persona non grata.
Monroy se despidió ayer de Perú con un mensaje en Twitter: “Un abrazo solidario, con afecto y lleno de gratitud, querido Perú. Hasta que nos volvamos a ver”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, consideró “lamentable” la intervención del gobierno federal.
“Es lamentable la política mexicana, que sea una política de intervención directa, de una intervención que no habíamos visto en otras circunstancias; por supuesto, en las relaciones diplomáticas, a ciertos niveles, se pueden tener intercambios de puntos de vista, pero no posicionamientos de carácter político que están afectando gravemente nuestras relaciones con el Perú”, opinó.
Agregó que las relaciones exteriores no se deben basar en el interés del jefe del Ejecutivo, sino en los intereses de la población.
Gente de la CIDH visita a Castillo
Lima, Perú.— Una delegación de la CIDH visitó ayer en prisión al expresidente peruano Pedro Castillo para verificar las condiciones de su reclusión, informó la Defensoría del Pueblo.
“Acompañamos a equipo técnico de la CIDH en visita al penal de Barbadillo, en Lima, donde está recluido expresidente Pedro Castillo”, indicó la Defensoría en Twitter.
Según el Instituto Nacional Penitenciario, la reunión se realizó en privado en la prisión de Barbadillo, donde el exgobernante cumple 18 meses de prisión preventiva acusado de rebelión.
La delegación de la CIDH está en Perú en el marco de visita de trabajo que investiga las violentas protestas que dejaron al menos 22 muertos desde la caída de Castillo.
Lilia Paredes, esposa del expresidente y asilada en México desde el miércoles, pidió en Twitter “especial atención” a la salud de su esposo.
Familiares de Castillo se reunieron con personal de la CIDH. “Se está cometiendo una injusticia. Que haya justicia y que sea muy transparente para todos”, dijo Vilma Vásquez, sobrina del expresidente.
AFP
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