*Las marcas chinas, más baratas, y la transición hacia la fabricación de vehículos eléctricos han hecho que VW inicie una campaña de reducción de costos
Como una medida para generar ahorros por varios miles de euros adicionales, Volkswagen no descarta el cierre de plantas en Alemania, país donde nació la marca.
Entre las plantas contempladas para dicho cierre se encuentran una de ensamblaje de vehículos y otra de autopartes, reveló el comité de empresa de la armadora.
La drástica medida obedece a la fuerte presión que enfrenta Volkswagen por parte de la competencia de las firmas asiáticas, sobre todo de China, mucho más baratas.
Además, la firma alemana señaló que las circunstancias le obligan a poner fin a su programa de seguridad laboral, vigente desde 1994 y que evita los recortes de personal hasta 2029.
Con respecto a lo anterior, dio a conocer que todas las medidas que prevé la junta directiva se debatirán con el comité de empresa, el cual prometió una “feroz resistencia”.
“La situación es extremadamente tensa y no se puede superar con simples medidas de reducción de costes”, reconoció Thomas Schaefer, jefe de la marca VW, a través de un comunicado.
Plantas que cerraría Volkswagen
Las instalaciones de VW en Osnabrück, Baja Sajonia, y Dresde, Sajonia, serían los posibles objetivos de cierre, de acuerdo con las previsiones de analistas hechas anteriormente.
El estado alemán de Baja Sajonia, segundo mayor accionista de Volkswagen, apoyó ayer la revisión de la planta con el objetivo de determinar un eventual cierre.
Grupo Volkswagen es un consorcio de empresas que engloba a 10 marcas divididas en tres categorías, la de Volumen, en la que se encuentran VW, VW Commercial Vehicles, Škoda Auto, Seat y Cupra. Las otras dos categorías son Premium, donde se encuentran Audi, Lamborghini, Bentley y Ducati, y Premium, en la que solo está Porsche.
VW, que encabeza las ventas unitarias de Volkswagen, es la primera de sus marcas que emprende una campaña de reducción de costos con la que busca ahorrar 10 mil millones de euros para 2026.
Además de hacer frente a la competencia que representan las marcas asiáticas, con dichos ahorros también se busca racionalizar los gastos en la transición hacia la fabricación de vehículos eléctricos.
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