De Alaska hasta Argentina, pasando por México, la carretera Panamericana atraviesa el continente en un sistema de carreteras interconectadas.
En la primera mitad del siglo XX, la llamada política panamericanista buscaba fomentar la integración de los países americanos en diversos ámbitos de interés común, como el político y el económico. Por ello, se impulsó la creación de una carretera Panamericana que comunicara por tierra Norteamérica con Sudamérica.
Asimismo, esta idea coincidió, por una parte, con el interés del gobierno mexicano, presidido en ese entonces por Plutarco Elías Calles, de desarrollar caminos y carreteras; y por otra, de promover el turismo nacional entre los norteamericanos para mejorar la imagen del México posrevolucionario.
Fue en ese contexto, que Estados Unidos ofreció financiar las carreteras de todos los países latinoamericanos y la mayoría aceptó, con excepción de México y El Salvador.
Más tarde, en la Quinta Conferencia Internacional de los Estados Americanos que tuvo lugar en 1923, en Chile, se acordó la construcción de la Carretera Panamericana y décadas después, entre los años treinta y cincuenta, fue financiada en su mayoría por el vecino del norte.
La carretera Panamericana, integración de voluntades
Propiamente dicho, la Panamericana es una red de carreteras que une el continente americano desde Alaska hasta el extremo sur de Argentina y alcanza una extensión de hasta 30,000 kilómetros, convirtiéndola en la más larga de todo el planeta.
Además atraviesa Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina.
Si bien la carretera cruza Canadá, este país no tiene carretera oficial asignada a la Panamericana; a diferencia de Estados Unidos, que designó la Interstate Highway System; o México, que nombró a la Carretera Federal 85 y esta inicia en Nuevo Laredo, Tamaulipas, dirigiéndose al sur hasta la Ciudad de México. De ahí se transforma en la Carretera Federal 190 que llega hasta la frontera con Guatemala. Posteriormente el camino cruza El Salvador y Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
El Tapón de Darién
Una peculiaridad de la Panamericana es que entre Panamá y Colombia, hay un tramo incompleto de 87 kilómetros, conocido como Tapón de Darién. Y es que ahí se encuentra una de las reservas naturales con mayor biodiversidad del mundo, por lo que incluso, la Organización de las Naciones Unidas declaró, en 1994, que construir el tramo faltante provocaría graves daños medioambientales.
Ya en el sur, la carretera pasa por Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Chile, Bolivia, Paraguay y Argentina, que se considera el final de la ruta principal.
Por último, de Alaska a Buenos Aires, se calcula que el recorrido en automóvil tomaría unas 240 horas o diez días manejando, esto sin hacer ninguna parada.
¿Te animarías a emprender un viaje así en coche?
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