Su combinación de vitaminas, minerales y antioxidantes ayuda a desintoxicar, proteger y regenerar el hígado, mejorando su función y previniendo complicaciones.
El hígado graso, una enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas en el mundo, se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado. Además es una enfermedad cada vez más común a consecuencia de los malos hábitos alimenticios que solemos tener, debido a una dieta alta en grasas saturadas y azúcar. Aunque no presenta síntomas en sus primeras etapas, puede derivar en complicaciones graves si no se trata a tiempo.
Aunque antes se relacionaba con el consumo de alcohol, la enfermedad del hígado graso no alcohólico es cada vez más frecuente debido a los malos hábitos alimentarios.
Y es que la enfermedad por hígado graso es una afección caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en las células hepáticas, de la cual existen dos tipos diferentes según su origen, entre las que se encuentran las siguientes:
Enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA)
Esta forma ocurre en personas que consumen poco o nada de alcohol y se asocia con factores de riesgo como obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Puede progresar a esteatohepatitis no alcohólica, una condición más grave que incluye inflamación y daño hepático.
Enfermedad hepática grasa alcohólica (EHGA)
Surge por consumir demasiado alcohol, en el que el metabolismo de los lípidos se ve alterado por el alcohol, provocando depósitos de grasa en el hígado. A menos que se deje de beber por completo, el hígado graso puede avanzar gradualmente hacia la hepatitis alcohólica y la cirrosis.
¿Qué hacer?
Aunque reducir la ingesta de grasas y azúcares, realizar actividad física y mejorar la dieta puede ayudar a quienes padecen la enfermedad del hígado graso, se sabe que ciertos alimentos aportan mayores beneficios que otros para esta afección.
En la búsqueda de alternativas naturales para combatir esta enfermedad, surge un poderoso aliado: el jugo de naranja y jengibre. Esta combinación, rica en nutrientes y propiedades beneficiosas, puede ser un complemento ideal para tu tratamiento médico y ayudarte a mejorar tu salud hepática.
Los beneficios del jugo de naranja y jengibre para el hígado graso
1. Naranja: Un escudo de vitamina C:
La vitamina C, presente en abundancia en las naranjas, es un potente antioxidante que ayuda a proteger las células del hígado del daño oxidativo.
Estudios han demostrado que la vitamina C puede reducir la inflamación del hígado y mejorar la función hepática en personas con hígado graso.
2. Jengibre: Un aliado digestivo y antiinflamatorio:
El jengibre posee propiedades antiinflamatorias y digestivas que ayudan a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes.
Además, el jengibre puede estimular la producción de bilis, lo que facilita la eliminación de grasas del hígado.
3. Un dúo depurativo:
La combinación de naranja y jengibre crea un efecto diurético natural que ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, incluyendo el hígado.
Esta acción depurativa contribuye a reducir la acumulación de grasa en el hígado y mejorar su funcionamiento.
4. Refuerzo del sistema inmunológico:
Tanto la naranja como el jengibre son ricos en vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunológico.
Un sistema inmunológico fuerte es esencial para combatir las infecciones y proteger al hígado de posibles daños.
¿Cómo preparar el jugo de naranja y jengibre para combatir el hígado graso?
He aquí el procedimiento para elaborar esta deliciosa y nutritiva bebida.
Ingredientes:
Jugo de una naranja
un trozo de jengibre
Cabe mencionar que si lo deseas puedes añadir el jugo de uno o dos limones para aumentar la vitamina C, además, también puedes añadir zanahoria, la cual también es buena para el hígado debido a su carotenos.
Si bien la naranja y los limones pueden añadir solo el jugo, te recomendamos que en caso de usarla añadas la zanahoria entera ya que su fibra también es saludable.
Modo de preparación:
Añade todos los ingredientes a la licuadora o extractor
Mézclalos y si es necesario agrega 1/2 vaso de agua en caso de que quede muy espeso.
Ingiere la bebida recién preparada cuando sus nutrientes están más concentrados, de preferencia en ayunas para absorberlos mejor.
Si padeces hígado graso, puedes tomar este jugo a diario durante una semana. Después, debes tomarte un descanso y consumir nuevamente el jugo tres veces por semana hasta que tus informes médicos indiquen una reducción de la grasa.
La información proporcionada en este artículo tiene fines informativos y no sustituye la consulta médica profesional. Si tienes síntomas de hígado graso o cualquier otra condición médica, consulta a tu médico para obtener un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.
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