Sascha Wingenfeld // runtastic.com
Si estás empezando a correr, puede que te preguntes cuál es el mejor momento para hacerlo. ¿Sólo tienes tiempo por la mañana o en la pausa para comer? ¿Eres de esas personas que experimenta el pico de motivación por la noche?
Aunque no todo el mundo puede elegir a qué hora del día correr durante la semana, correr por la mañana, por la tarde o a última hora del día tiene sus ventajas.
Consulta nuestro desglose de los pros y los contras de correr a distintas horas del día, además de nuestros consejos para maximizar tu rendimiento.
Beneficios de Correr por la mañana
Hay muchos beneficios físicos y mentales de correr por la mañana. Para esas personas que sienten falta de motivación, quitarse el entrenamiento de encima cuanto antes, puede convertirse en un hábito saludable.
Por otro lado, puede ser duro poner la alarma una o dos horas antes por la mañana y salir a correr cuando aún sientes las sábanas pegadas.
Ventaja:
Correr por las mañanas puede darte un subidón de energía que te mantendrá alerta durante todo el día y mejorará tu concentración (1).
La rutina de correr por la mañana también puede reducir la tensión arterial y mejorar el patrón de sueño (2). También acelera el metabolismo, lo que mejora la quema de calorías a lo largo del día.
Además, correr por la mañana le da al cuerpo una dosis saludable de oxígeno y tu metabolismo necesitará quemar más calorías.
Desventaja:
Correr a primera hora del día puede ser más duro que en cualquier otro momento.
Justo después de levantarte tus articulaciones pueden estar aún bastante rígidas y los músculos suelen estar tensos e inflexibles. Esto significa que no tendrás una buena coordinación ni un control suficiente sobre tus músculos mientras corras, así que lo recomendable es que hagas un calentamiento dinámico antes de salir a correr, para que tus músculos no muestren ninguna resistencia durante el entrenamiento.
Correr al mediodía
¿Quieres evitar el bajón después de comer? Salir a correr a mediodía o a primera hora de la tarde es una forma estupenda de interrumpir la jornada y combatir el cansancio.
Ventaja:
El mediodía es el momento del día con mejores condiciones para las sesiones de running de alta intensidad. El cansancio del día aún no te ha alcanzado, y has desayunado o comido para darte energía.
Además, te dará más motivación para terminar tus tareas en el trabajo. Sólo media hora de ejercicio moderado puede eliminar la fatiga cognitiva (3).
Desventaja:
Correr después de haber comido puede ser muy agotador. El cuerpo necesita más tiempo para la digestión según lo que hayas comido. Para evitar los problemas digestivos (los calambres estomacales, por ejemplo) durante un entrenamiento a intervalos de alta intensidad (HIIT) te recomendamos seguir estos consejos::
Después de haber comido algo, espera unos 30 minutos antes de salir a correr.
Si comes mucho, espera entre 1,5 y 2 horas antes de correr.
Si no te sienta bien correr después de comer, entrena antes del almuerzo. Recuerda que correr sin haber comido puede resultarte más duro porque tus reservas de energía no están llenas del todo.
Correr por la tarde o la noche
Para algunas personas, correr por la noche o por la tarde es el único momento que tenemos para hacer ejercicio. También puede ser una buena forma de desahogarse o relajarse después de un largo día.
Aunque es mejor evitar las carreras de alta intensidad justo antes de acostarse, correr por la noche puede ayudarte a dormir más.
Ventaja:
Correr por la tarde es una buena opción para relajarse. Entrenar en este momento del día ayuda a recuperar la tranquilidad después de un día ajetreado. También es posible que dispongas de más tiempo por la tarde para calentar y estirar adecuadamente.
Desventaja:
Tradicionalmente, se nos ha dicho que hacer ejercicio a última hora de la tarde puede afectar a nuestro horario de sueño debido a la producción de cortisol, una hormona del estrés.
Sin embargo, un estudio de 2019 concluyó que el ejercicio nocturno puede ayudar a conciliar el sueño, siempre que sea más de una hora antes de acostarse (4). Eso significa que debes programar tus carreras al menos 2 horas antes de dormir y evitar el ejercicio de alta intensidad, como el entrenamiento por intervalos o el running.
Planifica los entrenamientos en base a tus objetivos personales
Cada momento del día tiene sus ventajas y desventajas, así que piensa en lo que más te conviene según los objetivos que tengas: ¿quieres perder peso, reducir el estrés, ganar velocidad o correr durante más tiempo?
Un estudio analizó las horas de entrenamiento óptimas para hombres y mujeres. Para los hombres que quieren perder peso, se ha demostrado que el ejercicio vespertino aumenta la oxidación de las grasas y reduce la presión arterial sistólica y la fatiga (5). En el mismo estudio, las mujeres que hacían ejercicio por la mañana reducían la grasa abdominal, mientras que los entrenamientos nocturnos eran buenos para la función muscular.
Nuestro consejo:
La app adidas Running tiene una función para fijar objetivos. Puedes decidir entre un objetivo diario, semanal o mensual. Establece tu objetivo de calorías, distancia, duración y mucho más. Independientemente de la hora del día a la que corras, hay ventajas e inconvenientes.
Estas son las conclusiones principales:
Si quieres mantener el nivel de rendimiento, puedes entrenar a cualquier hora del día (pero asegúrate de calentar bien antes de empezar).
Correr al mediodía es la mejor opción para estimular el rendimiento con los entrenamientos a intervalos de alta intensidad.
El mejor momento para hacer los entrenamientos que se realizan con el objetivo de recuperarse es por la tarde.
Sabemos que el trabajo, el ocio, la familia o factores como la hora de la comida también influyen en tu plan de entrenamiento, así que lo que te conviene es seguir un plan personalizado. Si vas a participar en una carrera, recuerda preparar el cuerpo para que esté listo a la hora en la que se celebrará el evento.
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