Por: @inforneutra
A explicación no pedida… esta semana se mitificó al muertito, como el gran héroe del estado, como ese gran luchador que era, defensor de las causas… (sic)... pocos se atrevieron a llamar las cosas como son, ¡al ladrón! que dejó Puebla hundido en la mediocridad y en la opacidad, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, ya no está, sin embargo sus trapacerías se sienten, ese es su legado.
Luego de exhibido el que ya no está vino el manotazo en la mesa para los medios genuflexos, esos de reciente creación, los que se quedaron sin patrona y que no han terminado de entender… las llamadas a directores y “amigos” “bajémosle tantito, no mencionemos al ex góber”, “por favor bro, no es bueno para Puebla”, “viene un proceso electoral, y ya sabes”… fue la orden lapidaria, convenios y bisnes de por medio.
Otros tantos con el miedo a la diezmada viuda que está latente… muy latente, sus garras están afiladas aguardando, debajo de ese chalecito dar el zarpazo a doble ese por la “alta traición”; de otros familiares ni decimos nada porque sus comentarios en redes sociales hablan por si solos...
Y sumémosle, los pocos tamaños de varios “críticos” que dudan mencionar al ladrón y autor intelectual por su nombre, endosan al “socorrido pasado justificante” las trapacerías del ausente… los actuales gozan de esa impunidad que será acotada por la vigencia de las historias que se están tejiendo bajo la mesa.
La Corro, perfil excelente de mediocridad y desconfianza, pero también de “Obediencia Ciega”, cargará con esa marca en la frente, como en la edad antigua, cuando se marcaban las casas de las mujeres adulteras... o brujas… ¡desprecio total!.
Pero forrada de billetes, que más le da cargar por siempre el deshonor y vergüenza.
Quien obedece nunca se equivoca… 3000 millones, bien valen una mentada de madre.
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