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Curiosidades del periquito: descubre sus secretos más sorprendentes

  • periodicoyapuebla
  • 15 mar
  • 11 Min. de lectura


Estas entrañables, coloridas y simpáticas aves tienen un sinfín de curiosidades sobre sus plumas.

Mar Aguilar / MuyInteresante.com    

 

Los periquitos, conocidos científicamente como Melopsittacus undulatus, son aves fascinantes que han capturado la atención de amantes de las mascotas en todo el mundo. Originarios de Australia, estos pequeños pájaros se destacan no solo por su plumaje colorido y su capacidad de socializar, sino también por las curiosidades que los rodean.

 

Desde su habilidad para percibir la luz ultravioleta hasta su notable fidelidad hacia su pareja, los periquitos son más que simples mascotas; son compañeros inteligentes y sociables que requieren atención y cuidados específicos. En este artículo, exploraremos las características más intrigantes de estos animales, desvelando aspectos de su origen, comportamiento, capacidades cognitivas y más, convirtiéndolos en un ejemplo notable de aves domésticas que aportan alegría a numerosos hogares.

 

Origen y características físicas

Los periquitos: nativos de Australia

 

Los periquitos tienen su origen en las vastas llanuras de Australia. Estos pájaros han evolucionado para adaptarse a un entorno diverso, lo que les permite sobrevivir tanto en climas áridos como en zonas más húmedas. Su capacidad para adaptarse a diferentes entornos ha facilitado su migración y adaptación en distintas partes del mundo, volviéndolos una de las aves más populares como mascotas. La vida en Australia los ha dotado de una dieta basada en semillas y frutas, que asegura su salud y bienestar en cautiverio.

 

La expansión de los periquitos a lo largo del planeta confirma su versatilidad y resistencia, cualidades que también se reflejan en su comportamiento social. Al vivir en hogares de diversas regiones, estos animales demuestran su notable capacidad para formar lazos con sus cuidadores. No obstante, es fundamental recordar que, pese a su domesticación, sus necesidades de cuidados deben ser cubiertas, ofreciendo una dieta variada y actividades que estimulen su conducta natural.

 

Pese a su popularidad como mascotas, resulta esencial honrar su origen silvestre. Esto implica que los periquitos, aun siendo parte de la vida doméstica, demandan condiciones que simulen su hábitat natural. Una jaula adecuada, una alimentación apropiada y suficiente interacción son elementos imprescindibles para que estos pájaros se mantengan en un estado saludable.

 

Tamaño y peso promedio

 

Los periquitos son aves de pequeño tamaño, ideales para quienes disponen de espacios limitados. Por lo general, miden alrededor de 18 centímetros de largo —desde la cabeza hasta la cola— y pesan en torno a 35 gramos. Este tamaño compacto los convierte en mascotas manejables y sencillas de alojar en ambientes reducidos, siempre y cuando se les proporcione una jaula que les permita moverse con libertad.

 

Es posible hallar ligeras diferencias en tamaño y peso dependiendo de la subespecie o la línea de cría, pues se reconocen alrededor de 16 clases y variedades. Pese a dichas variaciones, la mayoría de los periquitos exhibe dimensiones similares que los hacen funcionales para la vida en interiores. Con buenos cuidados, pueden alcanzar una vida de 10 años o más, subrayando la importancia de ofrecerles un entorno apropiado y una alimentación balanceada.

 


Los periquitos son aves de pequeño tamaño, ideales para quienes disponen de espacios limitados.
Los periquitos son aves de pequeño tamaño, ideales para quienes disponen de espacios limitados.

 

En cualquier caso, su constitución resistente y su enérgico modo de vida requieren un lugar que cubra sus necesidades de ejercicio y juego. Un periquito bien cuidado será activo, curioso y mantendrá un plumaje vistoso que reflejará su estado de salud óptimo.

 

Variedad de colores: de los originales azules a las mutaciones actuales

 

Los periquitos presentan una asombrosa variedad de colores, que se ha incrementado gracias a las mutaciones genéticas ocurridas a lo largo del tiempo. Inicialmente, predominaban los individuos de plumaje azul, pero hoy es común ver tonos verdes, amarillos e incluso combinaciones múltiples. La amplia paleta de colores es consecuencia de generaciones de cría selectiva y de la aparición de mutaciones naturales que han hecho aún más atractiva esta especie como mascota.

 

Cada tono y patrón aporta un toque distintivo, y muchos entusiastas disfrutan criando y seleccionando periquitos con características particulares. Pese a la diversidad de colores, sus requerimientos de cuidados básicos no varían. En todos los casos, se hace necesario un ambiente limpio, una dieta adecuada y la interacción constante para que mantengan el brillo y la salud de su plumaje.

 

El color del plumaje también puede influir en la percepción del bienestar del ave. Un plumaje compacto y reluciente suele indicar un periquito sano y bien nutrido. Por ende, ofrecer una dieta variada en semillas, frutas y vegetales, unida a la higiene de la jaula, contribuirá a que sus plumas luzcan espléndidas.

 

Comportamiento y sociabilidad

Animales extremadamente sociables: la importancia de vivir en grupo

 

Los periquitos son famosos por su carácter marcadamente sociable. En estado salvaje, forman parte de bandadas multitudinarias, donde encuentran protección y oportunidades de interacción. Esta sociabilidad innata se traduce en una fuerte inclinación a la compañía, lo que motiva a muchos cuidadores a tener al menos dos periquitos para evitar que experimenten aislamiento.

 

Para asegurar su bienestar, el contacto constante con otros periquitos o con sus cuidadores resulta esencial. La actividad en conjunto, el juego y la comunicación reducen la probabilidad de conductas negativas derivadas del aburrimiento o la soledad. Además, un periquito con compañía tiende a mostrar un comportamiento más estable y una disposición más amigable.

 

Aun así, no todos los periquitos van a adaptarse sin tropiezos a la presencia de otro ejemplar. El temperamento individual y las dinámicas de grupo deben observarse para evitar tensiones o disputas. Una presentación escalonada y cuidadosa puede facilitar la adaptación y fomentar la convivencia armoniosa.

 

Territorialidad y convivencia entre hembras

 

Pese a su propensión a la sociabilidad, los periquitos también pueden mostrar rasgos de territorialidad, sobre todo en el caso de las hembras. Esta actitud puede desencadenar roces si varias hembras cohabitan en un espacio reducido. Por consiguiente, la elección de la jaula y la disposición de recursos (comederos, bebederos, perchas) se vuelve fundamental para prevenir disputas.

 

Con el fin de aminorar la tensión, es aconsejable asignar áreas definidas, añadir juguetes y accesorios que promuevan el entretenimiento y limitar la competición por comida o agua. Un seguimiento cercano del comportamiento permitirá identificar conflictos tempranamente y aplicar ajustes, como reubicar a algunas hembras o ampliar el espacio disponible. Con un manejo adecuado, esta territorialidad puede mantenerse dentro de límites controlables.

 

Fidelidad a su pareja: una característica única

 

La fidelidad es uno de los rasgos más singulares de los periquitos. Estas aves se caracterizan por formar lazos de pareja muy fuertes y, en muchos casos, permanecen unidas por el resto de sus vidas. Comparten tareas como acicalarse mutuamente y alimentarse, demostrando una devoción destacable entre las especies de aves de compañía.

 

Este compromiso tan arraigado exige cierto cuidado por parte del dueño. La pérdida de la pareja puede repercutir en un periquito con estrés y conductas de apatía, por lo que conviene manejar con sumo tacto cualquier cambio que afecte a su compañero. Para los criadores, respetar la afinidad de la pareja contribuye a conservar la armonía en el grupo y a promover una sana convivencia.

 

Capacidades cognitivas y comunicación

Aprendizaje del habla y comunicación mediante lenguaje corporal

 

Los periquitos son aves capaces de imitar y reproducir sonidos, incluidas palabras humanas. Con tiempo y constancia, pueden desarrollar un vocabulario extenso, siendo los machos más dados a vocalizar que las hembras. La paciencia y el refuerzo positivo resultan decisivos para alentar el aprendizaje de palabras y propiciar una interacción más estrecha.

 

Además de su aptitud para hablar, los periquitos usan gestos y posturas para comunicarse con sus pares o con sus cuidadores. Movimientos de alas, posición de las plumas y variaciones en su canto o gorjeos sirven para expresar emociones y estados de ánimo. Comprender estos signos resulta esencial para una convivencia exitosa, puesto que permite detectar molestias o necesidades del ave a tiempo.

 

La música y los periquitos: ¿realmente disfrutan bailando?

 

Muchos propietarios aseguran que sus periquitos disfrutan de la música y hasta muestran reacciones que se asemejan a “bailar”. Estos movimientos rítmicos, si bien no pueden considerarse una danza formal, reflejan su respuesta positiva a ciertos sonidos. La música puede ser una vía para estimular el bienestar mental de los periquitos, siempre que se mantenga a un volumen y frecuencia adecuados.

 


Muchos propietarios aseguran que sus periquitos disfrutan de la música y hasta muestran reacciones que se asemejan a “bailar”. - Pixabay
Muchos propietarios aseguran que sus periquitos disfrutan de la música y hasta muestran reacciones que se asemejan a “bailar”. - Pixabay

 

No todos los periquitos reaccionan de igual manera, pero incluir música suave y entretenida en su rutina diaria puede añadir variedad a su entorno. Además, los sonidos rítmicos y armoniosos podrían contribuir a calmar la ansiedad, especialmente en aves propensas al estrés. En ese caso, es importante vigilar sus señales, adaptando el tipo de música a la respuesta de cada ejemplar.

 

Cuidados y bienestar

Cuidados básicos: menos exigentes que perros o gatos

 

En comparación con animales como perros y gatos, el cuidado de un periquito es relativamente sencillo. Su tamaño reducido y carácter sociable los vuelven excelentes para espacios pequeños o para personas que buscan una mascota de manutención moderada. No obstante, requieren una jaula adecuada, con espacio suficiente para expandir sus alas y volar cortas distancias.

 

La dieta de un periquito suele basarse en una mezcla de semillas, acompañada de frutas y vegetales para garantizar el aporte de vitaminas y minerales. Asimismo, resulta primordial suministrar agua fresca a diario y asegurarse de que la jaula permanezca limpia. En lo relativo a juguetes y perchas, estos proveen el ejercicio y la estimulación mental tan necesarios en la vida de estas aves tan activas.

 

A pesar de la sencillez de sus cuidados, se recomienda que las personas con periquitos dispongan de tiempo para interactuar con ellos, mantener su ambiente en buenas condiciones y velar por su salud. Aunque no demanden salidas diarias como los perros, sí requieren interacción social y retos que estimulen su mente.

 

Importancia de la compañía para evitar enfermedades y melancolía

 

Dada su intensa sociabilidad, un periquito solitario puede padecer tristeza y desarrollar problemas de comportamiento o de salud. Esto subraya la importancia de la compañía, ya sea de otro periquito o a través de la atención regular de su cuidador. El aislamiento prolongado puede ocasionar estragos en su salud física y mental.

 

El acceso a un compañero de jaula o la interacción frecuente con humanos reduce el riesgo de melancolía y de diversas dolencias. Es aconsejable monitorear la conducta del periquito a fin de detectar tempranamente señales de aburrimiento o falta de estímulos. Si se nota un periquito retraído o con signos de estrés, reforzar el tiempo de juego o considerar la introducción de un segundo ejemplar suele ser una medida efectiva.

 

La prevención de enfermedades mediante una dieta equilibrada y la socialización no solo mejora la calidad de vida del periquito, sino que también prolonga su longevidad. Un ave sociable y activa mantiene un sistema inmunológico en mejores condiciones, lo cual se traduce en un menor riesgo de trastornos relacionados con el aislamiento.

 

Enfermedades similares a las humanas que pueden padecer

 

De forma sorprendente, los periquitos pueden presentar algunas dolencias semejantes a las de las personas, como asma, obesidad y bronquitis. Dichos padecimientos pueden obedecer a errores en su alimentación, falta de ejercicio o condiciones ambientales desfavorables. Por consiguiente, un entorno adecuado resulta vital para prevenir este tipo de afecciones.

 

La detección temprana de síntomas —cambios en el apetito, dificultades al respirar, reducción de la actividad— es clave para un tratamiento efectivo. Un veterinario especializado en aves puede identificar y atender posibles problemas, evitando complicaciones mayores. Por ende, no se debe descuidar el monitoreo regular de la salud del periquito.

 

Prevenir estas enfermedades pasa por una dieta balanceada, un espacio limpio y la promoción de actividades físicas que mantengan un peso saludable. Asimismo, las revisiones veterinarias permiten detectar irregularidades y ajustar la alimentación o las condiciones del hábitat antes de que se conviertan en males mayores.

 

Aspectos biológicos y curiosidades

Percepción de la luz ultravioleta: un mundo que los humanos no ven

 

Una de las particularidades más llamativas de los periquitos radica en su capacidad para percibir la luz ultravioleta, algo que los humanos no podemos hacer. Esta aptitud les brinda una perspectiva del entorno mucho más compleja, capaz de resaltar detalles de su entorno que pasan desapercibidos al ojo humano.

 

En el ámbito de la vida silvestre, esta visión ultravioleta podría facilitar la localización de alimentos y la identificación de otros miembros de su especie, otorgándoles una ventaja evolutiva. Para los propietarios, comprender esta habilidad puede influir en la forma de acondicionar la jaula y la iluminación que se emplea, mejorando así la calidad de vida del ave.

 

La percepción ultravioleta también puede desempeñar un rol en la interacción social y reproductiva de los periquitos, pues los colores invisibles para nosotros podrían tener relevancia en la atracción de pareja y en la comunicación dentro del grupo.

 

Identificación del género: el color de la cera del pico

 

Una manera confiable de determinar el género de un periquito es observar la cera que cubre su pico. En el caso de los machos, suele presentarse de un tono azul más o menos intenso, mientras que en las hembras puede variar de rosa, blanco-azulado o marrón, en función de sus ciclos hormonales. Esta diferencia cromática permite a los criadores y cuidadores reconocer el sexo del ave, una herramienta valiosa para planificar la cría o simplemente para conocer mejor a la mascota.

 

No obstante, el color de la cera puede cambiar según la edad y la condición de salud del periquito. Por ello, conviene considerar este método como una referencia general y no infalible. Ante cualquier duda, un veterinario especializado puede confirmar el género del ave mediante técnicas más precisas.

 

Entender el género del periquito facilita el manejo de su comportamiento y la posibilidad de reproducción. También contribuye a prevenir conflictos territoriales y a organizar el espacio de la jaula cuando se mantiene a varios ejemplares juntos.

 

Estimación de la edad por color de ojos y plumas

 

La edad aproximada de un periquito puede deducirse a través de la observación de sus ojos y su plumaje. En los ejemplares jóvenes, los ojos suelen ser oscuros sin anillo de color claro, mientras que en los adultos surge un anillo blanco alrededor del iris. Otro indicio se halla en el patrón de la frente; en los jóvenes, el rayado se extiende hasta la parte superior del pico, reduciéndose con la madurez y dejando una frente más despejada.

 

Si bien estos criterios no ofrecen un cálculo de edad exacto, brindan pistas que ayudan a los cuidadores a entender en qué etapa de vida se encuentra el ave. Aspectos como la alimentación y el cuidado durante las primeras fases del desarrollo pueden influir en la apariencia de las plumas y acelerar o atrasar la aparición del anillo en el ojo.

 

Para ofrecerle al periquito la atención idónea, comprender su fase de crecimiento es fundamental. Los periquitos en la etapa juvenil pueden precisar mayor dedicación para su socialización y una dieta que estimule un desarrollo saludable. En los adultos, se enfatiza el mantenimiento de la vitalidad y la prevención de dolencias asociadas con la edad.

 


La reproducción de los periquitos es un proceso cautivador que inicia con la puesta de 4 a 6 huevos por parte de la hembra. - Pixabay
La reproducción de los periquitos es un proceso cautivador que inicia con la puesta de 4 a 6 huevos por parte de la hembra. - Pixabay

 

Reproducción y desarrollo

La incubación y el crecimiento de las crías

 

La reproducción de los periquitos es un proceso cautivador que inicia con la puesta de 4 a 6 huevos por parte de la hembra. La incubación dura alrededor de 18 días, durante los cuales es esencial proporcionar un entorno apacible y seguro para la madre. Cuando eclosionan, las crías nacen desnudas y sumamente frágiles, dependiendo por completo de los progenitores para su alimentación y calor en las primeras semanas.

 

A medida que pasan los días, las crías desarrollan gradualmente su plumaje y comienzan a explorar el nido y sus alrededores. Brindar una dieta rica en proteínas y nutrientes esenciales resulta fundamental durante esta fase de rápida transformación. Asimismo, un espacio limpio y bien ventilado previene enfermedades que podrían comprometer la supervivencia de las crías.

 

La interacción humana debe ser cuidadosa para no alterar la tranquilidad de los padres y el normal desarrollo de los polluelos. Con el tiempo y la experiencia, los criadores pueden aprender a equilibrar la necesidad de supervisar las condiciones de la nidada con el respeto al proceso natural de crianza que los periquitos llevan a cabo.

 

La capacidad única de rascarse la cabeza sobre el ala

 

Uno de los rasgos más curiosos en el comportamiento de los periquitos es su manera de rascarse la cabeza. Estos pequeños pájaros logran usar su ala a modo de “mano” para acceder a zonas difíciles. Esta flexibilidad y coordinación demuestran la gran destreza que poseen, a pesar de su escaso tamaño.

 

El impulso de rascarse la cabeza por encima del ala se vincula tanto a su aseo como al alivio de pequeñas molestias. Al ser animales detallistas en cuanto a su limpieza, se esmeran en mantener su plumaje en buen estado. Este hábito también refleja su independencia a la hora de cuidar su higiene, actuando de forma intuitiva para eliminar suciedad o parásitos que pudieran resultar molestos.

 

Resulta fascinante observar cómo gestos tan simples como rascarse la cabeza ponen de relieve la inteligencia y coordinación de estas aves. Tales detalles de su comportamiento son parte de la magia que hace de los periquitos unas mascotas tan apreciadas, y un claro recordatorio de que, pese a su tamaño, su complejidad biológica es sorprendente.

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