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Cómo lidiar con el desorden emocional


 



Son los pensamientos negativos y persistentes que tenemos sobre nosotros mismos, nuestras vidas y los demás. Pueden ser causados por una variedad de factores, como el estrés, las relaciones tóxicas y los problemas no...

 

Te lo explicamos, por ejemplo… tienes un proyecto de trabajo que aún no has terminado, más otro en el que trabajar después. Además, debes planificar y prepararte para el próximo cumpleaños de tu hijo dentro de dos semanas. En medio de todo esto, no puedes dejar de pensar en la discusión que tuviste con tu hermana el mes pasado. Cuestiones como estas pueden hacer que tu cerebro se vuelva loco y dé vueltas con ideas como “Estoy tan abrumado” y “Nadie me aprecia”. Pensamientos como estos pueden ser una forma de desorden emocional.

 

“El desorden emocional son los pensamientos negativos y persistentes que tenemos sobre nosotros mismos, nuestras vidas y los demás. Puede ser cualquier cosa que nos agobie emocionalmente, como diálogo interno negativo, rencores, relaciones tóxicas o problemas no resueltos”, indica Jerimya Fox, consejera profesional autorizada y doctor en salud conductual del portal Banner Health.

 




“Muchos de nosotros podemos agotarnos y abrumarnos con nuestra vida diaria. El caos que nos rodea, las listas de tareas pendientes, los malos hábitos, los pensamientos intrusivos, las noticias, las opiniones de los demás, nuestro ajetreo y los problemas cotidianos: todas estas cosas contribuyen a nuestra sobrecarga mental y crean cargas mentales y tensión excesiva”.

 

Así como el desorden físico puede abrumar tu hogar, tu automóvil o tu espacio de trabajo, el desorden emocional puede acumularse y afectar tu bienestar mental. Puede nublar tus pensamientos y provocar problemas de concentración, toma de decisiones y tu tranquilidad. El desorden emocional no abordado puede contribuir a la depresión y la ansiedad .

 

El estrés del desorden emocional no abordado también puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas como enfermedad cardíaca, diabetes y otros problemas de salud. También puede debilitar tu sistema inmunológico, lo que te hace más propenso a contraer enfermedades e infecciones. Cuando lidia con el desorden emocional, podrá mantener su vida sana y equilibrada, enfrentar desafíos, afrontar el estrés y tener una perspectiva positiva.

 

Signos y síntomas de desorden emocional

 

“Para identificar el desorden emocional, es necesario reconocer la narrativa interna negativa que tiene lugar en la cabeza”, dijo el Dr. Fox. “Si no reconoces y cambias la narrativa interna negativa, te impedirá centrarte en lo bueno”.

 

Cuando te enfrentas a un desorden emocional, es posible que te sienta abrumado, estresado y nervioso. Abordar las tareas cotidianas puede parecer imposible debido al patrón de pensamiento negativo.

 

Reconocer cuándo te sientes abrumado es el primer paso para abordar el desorden emocional.

 

“El desorden de cualquier tipo puede dejarnos abrumados, nerviosos y ansiosos. Si no se controla, puede aumentar nuestro frecuencia cardíaca y hacernos respirar con dificultad. Incluso puede provocar una respuesta de ataque de pánico”, indica la Dra. Fox.

 

Este desorden puede afectar nuestra capacidad de concentración y toma de decisiones. Cuando estamos abrumados por pensamientos y emociones negativas, puede ser difícil mantener la atención en el momento presente. Lo que nos dificultará completar tareas, tomar decisiones o incluso disfrutar de las actividades que normalmente nos gustan.

 

También puede afectar nuestro sueño. Cuando estamos ansiosos o estresados, nuestro cuerpo libera hormonas que pueden dificultar el sueño. Si no dormimos bien, podemos sentirnos más irritables, ansiosos y abrumados, lo que puede empeorar aún más los síntomas del desorden emocional.

 

De dónde viene el desorden emocional

 

Muchos factores diferentes en tu vida pueden contribuir al desorden emocional. Las exigencias laborales, como plazos ajustados, altas expectativas y dinámicas en el lugar de trabajo, pueden aumentar tus niveles de estrés. Y ese estrés puede trasladarse a momentos en los que no estás en el trabajo.

Tus relaciones también pueden ser una fuente de desorden emocional. Puede que tengas conflictos, agravios o problemas de comunicación en tus relaciones con familiares, amigos, parejas o compañeros.

Además, las transiciones de la vida pueden aumentar el desorden emocional. Cambios como un nuevo trabajo, una mudanza a una nueva casa o un cambio en la dinámica familiar pueden despertar emociones.

 

Identificar el origen

 

Es importante reconocer de dónde viene tu desorden emocional. De esta manera, puedes adaptar tu enfoque para eliminarlo.

 

Puedes empezar pensando en las situaciones y circunstancias que desencadenan tus respuestas emocionales. Llevar un diario puede ayudarte a estar al tanto de tus pensamientos y emociones cuando se enfrenta a desafíos.

 

Con esta lista, puedes identificar las áreas de tu vida en las que deseas despejar tu desorden emocional. Es posible que tengas algunos pensamientos negativos diferentes que abordar. Comienza con uno o dos que aparecen con más frecuencia.

 

Por ejemplo, si constantemente te sientes abrumado, querrás cambiar ese pensamiento negativo por uno más positivo y manejable. Prueba algo como: “Sé que tengo mucho entre manos, pero puedo dividirlo en partes más pequeñas y abordarlo todo”.

 

“Es como una habitación desordenada. No es fácil entrar y ordenarlo todo. Hay que dividirlo en pedazos más pequeños para que sea más fácil de manejar”, indica la especialista.

 

Cómo gestionar el desorden emocional

 

Existen muchas estrategias que pueden ayudarle a controlar tu desorden emocional. Aquí hay algunos para probar.

 

Atención plena y meditación

 

Intenta centrarte en tu respiración durante unos minutos, busca en tu cuerpo cualquier zona en la que te sientas tenso o incómodo, o da un paseo consciente y presta atención a tu entorno. Considera la posibilidad de utilizar una aplicación como Calm o Headspace para dirigir tu meditación. La atención plena y la meditación pueden ayudar a reducir el estrés, regular las emociones, mejorar la concentración y aumentar la resiliencia.

 

Límites saludables

 

Establecer y mantener límites sanos es esencial para gestionar el desorden emocional y crear una sensación de equilibrio en tu vida. Es crucial empezar por identificar tus propias necesidades y limitaciones y comunicarlas en términos claros a los demás.

 

Pedir apoyo que se ajuste de forma realista a tus capacidades es clave. Aprende a decir no a las actividades que no van con tus objetivos y prioridades. Ser flexible también es importante: deja cierto margen de maniobra, ya que las exigencias inesperadas podrían obligarte a ajustar tus planes.

 

Apoyo

 

Hazles saber a tus familiares y amigos que estás luchando contra el desorden emocional. Compartir tus pensamientos y emociones con ellos puede ayudar. También puedes abordar el desorden emocional con un terapeuta o consejero. Recuerda, obtener apoyo no es un signo de debilidad.

 

Refuerzo positivo

 

A medida que avances hacia la limpieza de tu desorden emocional, agrega refuerzo positivo. Date un pequeño capricho o comparte tus triunfos con un amigo. El refuerzo positivo te ayuda a mantenerte comprometido con el ordenamiento emocional.

Y quédate con ello. “Somos personas organizadas por naturaleza. Al igual que ordenar la casa, debes asegurarte de ordenar tu mente constantemente”, indica la Dra. Fox.

 

El desorden emocional se compone de pensamientos negativos que dan vueltas en tu mente. Cuanto más se repiten estos pensamientos, más fuertes se vuelven.

 

Puedes aprender a cambiarlos por pensamientos positivos. Puede practicar la atención plena, establecer límites y conectarse con apoyo para ayudar a despejar el desorden emocional.

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