Escribe: Bruce Julis / @BruceJulis
La carrera por la presidencia de la República muestra matices muy peculiares y es que faltando más de un año, podemos ver las reacciones de las principales "corcholatas".
Veamos, mientras se intenta generar la percepción de que AMLO ya eligió, parece que la verdad dista mucho de eso.
AMLO es un viejo lobo de mar en la política nacional y nadie como él sabe que para llegar a la "grande" se necesita mucho trabajo y saber "tejer fino" a la hora de hacer política.
La constante exhibición de la Jefa de Gobierno empieza a provocar más comentarios negativos que positivos; y es que no se presenta bajo una política conciliadora.
Ella, básicamente se limita a una burda gira propagandística que la muestra con falta de liderazgo y menos aún capaz de poder generar acuerdos políticos que aporten a su imagen y aspiraciones.
Mientras esto sucede, sus posibles oponentes muestran músculo y basta como ejemplo el crecimiento del Secretario de Gobernación Adán Augusto en las preferencias de la población.
Esto seguramente es por las recientes acciones que ha tenido que desarrollar al mostrarse como el operador que necesita el presidente en sus planes de proponer y alcanzar las modificaciones que considera necesarias para el país.
Adán Augusto se muestra con la seguridad y liderazgo que se requieren en estos momentos y lejos de tirarse a una "campaña vacía", ha optado por trabajar y de esta forma, mostrar que aún sigue fuerte en la posibilidad de luchar por la candidatura a la presidencia.
Quienes con base a la "percepción" buscan convencer que ya está cerrada la lucha y que el Presidente ya eligió sucesor, no entienden que ésta competencia es de resistencia y que hace falta más que giras ratonas para ganar una elección.
Al igual que AMLO en su momento, se necesita alguien con fuerza y liderazgo, que paso a paso vaya construyendo los acuerdos que beneficien y puedan ofrecer opciones de mejoras a los mexicanos, que hoy prefieren trabajar y no perder el tiempo en campañas costosas y vacias.
Es un hecho que sólo el ciudadano podrá hacer que esto cambie y que la política del país, deje de convertirse en una farsa publicitaria, pero mientras eso llega, aquí les dejo lo que queda de mi reputación, para que puedan terminar de destrozarla.
¡Hasta la próxima!
¡Felices Fiestas!
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