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Diversidad de la 4T opaca a la oposición



En diversos estados, la competencia por los municipios fue entre Morena y sus aliados del Partido del Trabajo y PVEM

 

En los estados donde Morena ha ido reduciendo la presencia de la oposición, después del 2 de junio, la pluralidad en la representación política se dio al interior de la misma coalición oficialista.

 

En las pasadas elecciones, la ola guinda confirmó su hegemonía, pero, en donde ésta resultó mayor, la disputa por cargos a nivel local no se dio contra la alianza conformada por PAN, PRD y PRI, sino contra sus propios aliados a nivel federal, el PVEM y el Partido del Trabajo (PT).

 

Este nuevo fenómeno se dio principalmente en estados donde la oposición fue desplazada hacia un tercer, cuarto o hasta quinto sitio, mientras que los primeros lugares en los resultados electorales quedaron en manos de representantes de la misma alianza del oficialismo gobernante a nivel federal.

 

Así, en entidades como Tlaxcala, Hidalgo, Guerrero y Tabasco, entre otras, PT y PVEM ganaron, solos, municipios importantes o se posicionaron como segundas fuerzas locales.

 

Por ejemplo, en Hidalgo, donde Sigamos Haciendo Historia a nivel estatal sólo se dio entre Morena y Nueva Alianza, esta coalición ganó 53 alcaldías; el PT, en solitario, quedó en segundo lugar, con 14 municipios, seguido del PVEM, con cuatro y la coalición PAN-PRI-PRD, con cuatro también.

 

Pluralidad emerge al interior de la 4T

 

En las entidades donde la ola guinda ha ido diluyendo la presencia opositora, la pluralidad en la representación política emergió en el interior de la coalición Juntos Seguimos Haciendo Historia.

 

Así lo muestran los resultados electorales en decenas de municipios donde la competencia por las alcaldías se dio entre Morena y alguno de sus aliados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y del Partido del Trabajo (PT).

 

El partido en el poder confirmó su hegemonía el pasado 2 de junio, pero ahí donde ésta resultó mayor, la disputa a nivel local no se dio contra la alianza conformada por PAN, PRD y PRI, sino contra sus propios aliados a nivel federal.

 

Ese nuevo fenómeno se presenta mayoritariamente en las entidades donde la oposición ha sido desplazada hacia un tercer, cuatro o hasta quinto sitio, toda vez que los primeros lugares quedan en manos de representantes de la misma alianza del oficialismo gobernante a nivel federal.

 

Consecuentemente, el PT y PVEM ganaron, cada uno, por su parte, municipios importantes o se posicionaron como segundas fuerzas locales en demarcaciones de estados como Chiapas, Tlaxcala, Hidalgo, Guerrero y Tabasco, entre otros.

 

En la elección por ayuntamientos en Chiapas, Morena atrajo el 32.61% de los votos; le sigue el PVEM con el 22, 17%; el PT con el 12. 85 por ciento y hasta en un cuarto sitio se coloca el PRI con el 6. 35 por ciento.

 

En Tabasco, el poder municipal quedó repartido entre Morena con 7 ayuntamientos; seguido de tres que éste consiguió en alianza con el PVEM y tres para el PT que ahí fue solo a las elecciones locales.

 

En la entidad del presidente López Obrador, priista y panistas no se llevaron nada; el PRD ganó en un ayuntamiento y MC en tres.

 

Pasa oposición a cuarto sitio

 

En Tlaxcala, de los 60 municipios, Morena se adjudicó 18; el PT, siete; el PVEM siete también y MC seis, dejando en el poder local a la mancuerna PRI-PAN en un quinto lugar con cinco ayuntamientos, el mismo número que ganó el partido local Alianza Ciudadana y Fuerza México cuatro.

 

De los 83 ayuntamientos en disputa en Guerrero, la coalición Morena-PT-PVEM obtuvo 21 y la coalición PAN-PRI-PRD 16.

 

Pero por separado, cuando los partidos fueron solos, fue el PT el partido que más apoyo concitó a nivel territorial haciéndose de 12 alcaldías; seguido por Morena con ocho; PRD con siete; MC con seis, PVEM, cinco.

 

Llama a atención que, en el caso de Guerrero, sin alianza, el PRI apenas consiguió dos presidencias municipales y el PAN una.

 

PRI se eclipsa, sube PT

 

En Hidalgo incluso la coalición de Seguimos haciendo historia a nivel estatal sólo se dio entre Morena y Nueva y Nueva Alianza, por lo que PVEM y PT compitieron por las alcaldías de manera separada.

 

Así, de las 84 alcaldías que se renovaron, esa alianza sumó 53; solo el PT le siguió con 14; el PVEM con cuatro y la coalición PAN-PRI-PRD con cuatro también.

 

El eclipse del priismo en Hidalgo podría considerarse de los más significativos, toda vez que ahí ese partido únicamente obtuvo una presidencia municipal cuando fue sin alianza, mientras que PAN ganó tres, PRD dos y MC tres.

 

Resulta evidente que el poder municipal hidalguense colocó a los petistas por encima del otrora partido de Estado y de la oposición tradicional.

 

Oaxaca: competencia entre aliados

 

Destaca el caso de Oaxaca, donde si bien dicha alianza se presentó para la Presidencia de la República, como en todo el país, a nivel local el partido gobernante fue solo en las candidaturas a senadores y diputados federales.

 

Los morenistas arrasaron en la disputa de las curules y los escaños al Congreso, pero cuando se trató de alcaldías y diputaciones locales en varios distritos y municipios afloró la puja cerrada por los votos.

 

Ese fenómeno explica el hecho de que el presidente municipal morenista, Francisco Martínez Neri, perdió la reelección en el cargo frente al candidato del PVEM, Raymundo Chagoya Villanueva.

 

Así que los oaxaqueños de Morena, PVEM y PT fueron aliados para apuntalar a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, pero en la pelea por la representación legislativa federal y el poder estatal se dieron con todo.

 

En una votación cerrada, el exrector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y actual alcalde de la ciudad, el morenista Martínez Neri sumó el 27% de la votación.

 

Avanzan los verdes

 

Y es que Oaxaca es un claro ejemplo del avance verde en el mapa electoral mexicano.

 

El candidato ganador del PVEM y presidente municipal electo, Chagoya Villanueva, se impuso con el 29.3%, una ventaja de 2 mil 869 votos.

 

Y es que una vez que los liderazgos priistas como el propio exgobernador Alejandro Murat se mudaron a Morena, la oposición oaxaqueña se redujo a una votación menor al 14% en el Congreso local, sin lugar para un solo representante de mayoría a la Cámara de Diputados.

 

El empuje de los partidos de la coalición gobernante le permitió al PVEM convertirse en esa entidad en la segunda fuerza política, haciéndose de 12 ayuntamientos de los 152 que se renovaron, entre éstos la ciudad capital.

 

El desglose de los triunfos en las alcaldías muestra las diversas combinaciones de alianza que ahí se dieron.

 

Morena ganó por sí solo 54 municipios y se hizo de otros 14 en coalición; en dos con el PVEM, Fuerza México y Nueva Alianza; y en el resto con sólo con dos o uno de éstos.

 

PT, damnificado

 

En esta fragmentación diversa, el Partido del Trabajo también se hizo de 20 alcaldías en total: 15 solo y cinco en coalición con Partido Unidad Popular y Nueva Alianza.

 

Si comparamos estos números de Oaxaca con lo obtenido por los partidos tradicionales, confirmaremos que PRI, PAN y PRD se fueron hasta el cuarto, quinto y sexto lugar.

 

Los priistas gobernarán ocho municipios, el panismo uno y otro el perredismo; en alianza PRI-PAN-PRD se llevaron tres; dos en la fórmula PRI-PAN; tres como PRI-PRD, y uno de PAN, PRD y Partido Unidad Popular.

 

Es decir que en total la alianza opositora tendrá 19 gobiernos municipales en Oaxaca; por debajo de los que conducirá el PT, el PVEM solo y con alianzas y Morena.

 

Sin embargo, debido a que a nivel estatal no hubo coalición del partido en el poder con los petistas, estos resultaron damnificados del empuje verde, en tanto éste avanzó tanto solo como de la mano con la marca guinda.

 

Y el principal perdedor de esta nueva competencia interna fue el diputado federal del PT Benjamín Robles Montoya del Partido del Trabajo, quien se postuló al Senado de la República.

 

Pleito con el gobernador

 

Sin embargo, en una cerrada pelea por los votos, la segunda minoría para la Cámara alta la ganó el PVEM con Laura Estrada Mauro, dejando al petista en un tercer lugar.

 

El primer lugar se lo llevó Morena para Antonio Morales Toledo y Roberto López Santos, con el 47. 96% de la votación.

 

Mientras la mancuerna verde consiguió el 12. 79%, la del petista Robles Montoya con Fernando Aguilar Robles se quedó con el 11. 61 por ciento.

 

En términos de votos, Estrada Mauro y Regina Méndez Martínez lograron 226 mil 745 votos; los petistas se llevaron 205 mil 325.

 

Con estos antecedentes, la semana pasada escaló el enfrentamiento entre el aún diputado federal Robles Montoya y el gobernador morenista Salomón Jara, quien responsabilizó al petista de la rechifla que recibió el día 21 de junio durante una supervisión en la entidad del Tren Interoceánico por parte del presidente López Obrador y la presidenta electa.

 

El jaloneo entre el gobernador Jara y el legislador petista, que se había perfilado como candidato natural a relevarlo en 2027, estalló públicamente ante los resultados electorales en la entidad.

 

Según Robles Montoya, el mandatario estatal quería borrarlo del mapa político traicionando a Morena al operar en favor del PVEM, al haberle transferido 350 mil votos. Y lo descalificó llamándolo “cabecilla criminal”.

 

El innombrable y el despreciable

 

    ¿Cuánto le costó que el Partido Verde pasara de 30 mil votos a 230 mil?”, se preguntó el diputado del PT el 10 de junio. Y aventuró que en esa operación electoral debió haber canalizado entre 200 y 500 millones de pesos; dijo que esos recursos eran provenientes “del erario o del huachicoleo”.

 

Después de los abucheos, en su conferencia de los lunes, el gobernador responsabilizó el día 24 al diputado petista de haberlos organizado; relató haberse quedado callado cuando el presidente López Obrador le preguntó de parte de quién venían, pero que un integrante de su ayudantía le reveló al mandatario que, según las averiguaciones realizadas, había sido Robles Montoya.

 

Salomón Jara dijo también que al referirse al petista ahora le diría El innombrable.

 

En respuesta, en una transmisión en vivo en sus redes sociales, el parlamentario reviró que él le llamaría El despreciable y dijo haber recibido denuncias en contra del mandatario estatal que le permiten también hablar de “Alí Salomón y los 40 ladrones”.

 

Robles Montoya dijo que “con toda fuerza del estado” el gobernador decidió bloquear su llegada al Senado porque no se convertiría en su cómplice “en el cobro de derecho de piso ni en el huachicol legislativo”.

 

Fuerza petista

 

El diputado alega que, en tanto el crecimiento del PVEM fue parte de una operación electoral del gobernador, en los hechos el PT sigue siendo la segunda fuerza territorial en la entidad.

 

Hay municipios donde la oposición del PRI-PRD pudo imponerse porque la competencia entre morena y petistas fue muy cerrada, quedándose en segundo y tercer lugar. Un ejemplo es Huautla de Jiménez y el triunfo de David García Martínez que será alcalde con el 42% de los votos.

 

Sin embargo, los partidos de la coalición gobernante, juntos consiguieron más respaldo: el candidato postulado por Morena-PVEM se llevó el 26% y el abanderado del PT el 25 por ciento.

 

En Salinas Cruz, el PT ganó el ayuntamiento con el apoyo del 55% de los electores.

 

Pero en San José Independencia la diferencia de votos entre Morena y el PT fue de nueve a favor del primero con mil 349 versus mil 340.

 

Hay municipios, como Chalcatongo de Hidalgo, donde los tres partidos de la coalición gobernante obtuvieron cantidades similares de votación, aunque finalmente se impuso Movimiento Ciudadano con mil 20 sufragios; PT tuvo 832, Morena 731 y PVEM 711.

 

En Ciudad Ixtepec, por ejemplo, los petistas avanzaron con una votación de 2 a 1 frente a los morenistas, ya que el PT sumó el 42. 34% de la votación; Morena 24. 76% y PVEM 13 por ciento.

 

Pluralidad 4T

 

Pero en El Barrio de la Soledad la pelea fue casi de uno a uno. Morena ganó con 2 mil 714, dejando en segundo lugar al PT con 2 mil 536.

 

Los petistas también avanzaron con votación holgada en Tezoatlán de Segura y Luna, San Bartolomé Ayautla, San José Chiltepec, Pinotepa de Don Luis, Matías Romero Avendaño, entre otros.

 

Este comportamiento electoral que expresa su pluralidad entre las mismas fuerzas autoproclamadas de la Cuarta Transformación y que irán aliadas al Congreso, también se presentó en Chiapas.

 

En esa entidad, la elección por la presidencia municipal de Tapachula estuvo protagonizada entre Aarón Yamil Melgar de Morena que sacó más del 42% de los votos y César Amín González Orantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que se quedó en el segundo sitio con casi 20 por ciento.

 

Incluso en aquellos municipios donde arrasó Morena, el siguiente lugar fue ocupado por el PVEM. Así ocurrió en Villaflores, Morena se quedó con el 75% de la votación y el PVEM con casi el 7 por ciento.

 

Peleándose entre aliados

 

En Comitán, sin embargo, ganó el PT con el 50% de la votación y en segundo lugar se colocó el PVEM con el 28 por ciento.

 

Y en Palenque y Chiapa de Corzo, el PVEM le ganó a Morena y al PT, respectivamente.

 

En el municipio de Jalapa, en Tabasco, donde el PT ganó con 5 mil 966 votos; le siguió Morena con 5 mil y el PVEM con 4 mil 813.

 

Igual situación se dio en Tenosique con un triunfo de la petista Sandra Hernández Jiménez con 11 mil 914 votos, en contra de la morenista Dolores del Carmen Zubieta que tuvo 11 mil 46.

 

En Nacajuca se observa que hubo una competencia menos cerrada pero igualmente entre petistas y morenistas. El PT ganó con 27 mil 396 votos y Morena se quedó en segundo con 18 mil 129.

 

Una sombreriza en Michoacán

 

En Michoacán, los aliados de Morena también avanzaron con fórmulas diversas.

 

De los 111 municipios, la coalición de los tres de Juntos Seguimos haciendo historia sumó 38; en mancuerna con el PT tuvo tres y con el PVEM uno.

 

Los morenistas solos se quedaron con dos, mientras PT con uno y el PVEM con dos.

 

También se dio el caso que PT fue en alianza con PES, obteniendo juntos tres alcaldías.

 

Pero el patrón más llamativo en esa entidad la protagonizó Carlos Manzo con una candidatura independiente por la alcaldía de Uruapan.

 

El aún diputado federal con licencia por Morena buscó la postulación por este partido, pero aun cuando se trataba de una persona muy popular y con buena intención de voto, la encuesta partidista se inclinó por Benjamín Campos, quien en la boleta del 2 de junio llevaba el respaldo de los tres partidos de la coalición oficialista.

 

Sin embargo, Manzo arrasó con 66% de los votos, dejando a su más cercano competidor con el 19. 5 por ciento.

 

La ruta de ir de manera independiente también la tomó el ahora diputado electo Carlos Bautista Tafoya que ganó en el distrito federal correspondiente con el 60% de la votación, haciendo mancuerna con Manzo en una campaña que se caracterizó por su consigna Vota por la sombreriza.

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