Jiménez
Carlos Jimenez / soymaratonista.com
Generalmente cuando tenemos una meta nos concentramos en aquel entrenamiento que nos ayudará a cumplir ese objetivo. Si es lograr un tiempo determinado, por ejemplo en el maratón, entonces trabajaremos los largos y la velocidad a través de entrenamientos como el fartlek o entrenamientos de tempo. Los más organizados planificarán su agenda, incluyendo en los diferentes días de la semana, sesiones específicas.
Sin embargo, muchas veces este entusiasmo y enfoque en la carrera, hace que dejemos de lado aspectos muy importantes y que tendrán un impacto determinante en nuestros resultados. Estamos hablando de esos elementos que forman parte del entrenamiento, pero que a veces no son anotados siquiera al margen de nuestra agenda de entrenamientos, como son el descanso, la alimentación, un masaje, yoga, entre otros.
Esta situación es más común en los corredores aficionados o recreacionales, que compartimos esta actividad con cosas tan importantes como la familia, un trabajo de oficina durante ocho horas al día y hasta los estudios. En una agenda tan ocupada, apenas si hay espacio para las sesiones de entrenamiento formal, dejando muy poco o ningún espacio para el descanso y esas actividades de relajación y estiramiento que traerán importantes beneficios en nuestra condición.
Recomendaciones:
1.- Al planificar el entrenamiento, debemos tomar en cuenta qué sesiones exigentes requerirán del descanso. A veces una siesta de al menos 15 minutos es suficiente para darnos un descanso reparador en el día a día. Ir a la cama más temprano también es una excelente opción o un día dormir más de lo acostumbrado.
Recordemos que el sueño es el proceso el cual activa la regeneración celular, lo que le permite al cuerpo a recuperarse, mientras que también se fortalece. Este proceso de sueño es imprescindible para un atleta sano, sobretodo tras una larga exposición de trabajo físico.
2.- Por más ocupaciones que tengamos, debemos tomar el tiempo para comer. Además, alimentarnos de manera sana y a horas adecuadas. Si el trabajo nos deja poco tiempo, llevemos la comida de la casa y siempre tengamos a la mano una merienda natural.
Después de todo, no hay cuerpo sano y en condiciones, sin una dieta balanceada y con todos los grupos alimenticios. Sumado a esto, habría que destacar que para todo corredor siempre es importante acudir a un nutricionista o especialista médico que podrá desarrollar la dieta justa para tu cuerpo, con base en tus deficiencias y fortalezas.
3.- Estar dispuesto a sacrificar alguna sesión de trote si eso es necesario para recuperar o realizar los estiramientos necesarios. Estirar siempre es importante para que los músculos no se contraigan ni acalambren; además de que previene las lesiones.
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