Por: @inforneutra
Nunca imaginó que cuando cuidaba cerdos allá en la Sierra Negra, sería el ariete contra el Ejecutivo, nunca se imaginó que siendo leguleyo de pueblo, se sentiría candidato a gobernador y rescatar a esa incipiente y replegada clase política que creo el pro hombre.
Huérfanos, viudas y viudos que quedaron en el ostracismo, mamando cada quince días, con la instrucción de “bajo perfil por ahora” y escondidos, ya no presumen, soy amigo de Barbosa, de la viuda, del Julio”… ya no, saben que anduviera por ahí de payasos es una marca negativa.
Con calzador quieren meter al primazo en la puja, en eventos le dan reflectores, y hasta está a dieta para bajar de peso, pues remoja las barbas al ver lo que le pasó a su mecenas y primazo del alma.
Lo que no sabe es que con el logo de Morena gana hasta un burro.
Con el apoyo de la perversa viuda, muchos se esconden en sus faldas, pues saben que el “Tepeaquence Salomón”, tiembla al oír la frase… “Doña Rosario, pase usted…”
Esa Rosario que llega con aires de grandeza y entra con el derecho de picaporte a cualquier dependencia, haciendo el barrido de las cuentas por cobrar de su difunto esposo.
Sin ser alegría malsana, pero sus fieles ven con tristeza que adoraban a un corrupto, a un hampón, a un dictadorzuelo, para muchos fue lo mejor que le ha pasado al estado.
“Se recomponen las cosas”, dicen otros.
Aquel pro hombre que a los 4 vientos gritaba ¡No al abuso del Poder! Resultó ser un gobernante nefasto y ambicioso… y su parentela protegerá ese “legado” de corrupción y opacidad.
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