*Equipos multidisciplinarios de médicos, nutriólogos, enfermeros y activadores físicos fomentan en pacientes estilos de vida saludable
En el marco del Día Mundial de la Obesidad, que se conmemora hoy, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) reafirma el compromiso de abatir este problema de gran magnitud, que hasta 2022 afectaba a mil millones de personas del planeta y es el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares: diabetes mellitus, hipertensión y cáncer.
Para tal propósito, cuenta con el Programa de Prevención y Regresión del Sobrepeso y la Obesidad (PPRESyO), el cual opera en algunas unidades médicas de primer nivel de atención de cada entidad y es atendido por equipos multidisciplinarios de nutriólogos, médicos y activadores físicos, servicios a los que pueden ser referidas las y los afiliados por sus médicos familiares.
“El objetivo de este esquema es reeducar a las personas en estilos de vida saludable para que logren bajar de peso, mejorar su condición nutricional y metabólica”, informó el nutriólogo encargado del servicio de PPRESyO en la Clínica de Medicina Familiar (CMF) “Revolución”, José Luis Román Armenta.
Refirió que el Atlas Mundial de la Obesidad 2023, publicado por la Federación Mundial de la Obesidad estima que 51 por ciento de la población mundial podría verse afectada por sobrepeso u obesidad en 2035, si no se modifican las tendencias multifactoriales, y ubica a México entre los países de mayor prevalencia en la región de las Américas.
Este programa es una de las acciones que implementa el Issste para hacer frente a la inercia, así como la inclusión de módulos de antropometría para la detección de sobrepeso y obesidad, y de orientación nutricional, en ferias de la salud organizadas por el programa Ecos para el Bienestar en centros de trabajo del sector público y diversas comunidades del país.
El nutricionista refirió que, de acuerdo con la encuesta Ensanut 2018-19, en México uno de cada tres niñas y niños en edad escolar, alrededor de 35 por ciento de adolescentes y más de 75 por ciento de población adulta presentaban sobrepeso u obesidad
En el Issste, el Anuario Estadístico 2022 reportó que en el periodo de referencia se detectaron 56 mil 371 casos nuevos de obesidad, con una tasa de 410.5 por cada 100 mil derechohabientes.
Román Armenta señaló que la pandemia de COVID-19 contribuyó al aumento de casos de obesidad. “Hemos detectado en algunos pacientes referidos a este servicio un incremento del 10 a 20 por ciento de su peso en el periodo pospandemia, lo que habla de la importancia de brindarles el apoyo.”
La intención de nuestro trabajo en PPRESyO, indicó, es que las y los derechohabientes reaprendan a comer, reeduquen el paladar, mejoren parámetros metabólicos de laboratorio y obtengan mejor composición corporal aumentando masa muscular y disminuyendo tejido adiposo.
Para ellas y ellos es importante ver resultados. “Cuando hacemos estos cambios de alimentación la persona se siente mejor; si ya vive con alguna enfermedad se empieza a controlar.” expresó.
¿Cómo se van los pacientes atendidos en PPRESyO cuando los damos de alta? Generalmente con pérdida de cinco, 10 o hasta 15 por ciento de peso, con mejores indicadores de laboratorio, mejor estado general, pero, sobre todo, sensibilizados en la importancia del autocuidado responsable de su salud basado en dos pilares: alimentación sana y ejercitación física consistente en todas las etapas de la vida, puntualizó.
“Aquí les damos herramientas para que sepan qué comer, cómo comer y dónde comer. Evidentemente, esto tienen un impacto en toda su familia, cada uno de nuestros derechohabientes son un ejemplo para su esposa, esposo, hijos, hermanos o hermanas. Se vuelven agentes de cambio. Tenemos pequeñitos que accesan al servicio para que puedan realizar estos cambios y mejorar su vida desde temprana edad.”
El nutriólogo del instituto hizo recomendaciones básicas para llevar mejor estilo de vida: “Hacer tres comidas equilibradas diarias en horarios establecidos, evitar el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, realizar actividad física mínimo 30 minutos diarios cinco días a la semana, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), hidratarse con agua natural, dormir bien y disfrutar lo que hacemos.”
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