Por: Ernesto Miguel García Cholula // @MigueCholula
Dicen los que saben que, quienes van de mal en peor son los estacionamientos privados del Centro Histórico, no solo por sus altos costos, que van de 18 a 25 pesos la hora o fracción, sino que ahora son deficientes en la forma de brindar sus servicios, que hasta les roban vehículos y hacen perdedizas cosas, por lo que ya es necesario se haga una regularización en todos los sentidos.
Y para muestra un botón, o mejor dicho dos casos que se dieron este fin de semana, el primero ocurrió en el estacionamiento de la 5 poniente que se ubica a un costado del Congreso del Estado de Puebla, donde se robaron un vehículo Nissan Sentra, color blanco con placas UAF3884, en donde el delincuente argumentó haber perdido el ticket y pagando una cuota le dieron el vehículo.
El segundo ocurrió calles abajo en el estacionamiento de la 5 oriente a unos metros del Bulevar 5 de Mayo, donde de acuerdo al afectado le sustrajeron dinero en efectivo y al momento de reclamar, el encargado del lugar así como los trabajadores le dijeron “No sabemos nada” y evadieron en todo momento su responsabilidad.
Es increíble que este tipo de personas sean los que según “cuidan”, “resguardan” o se hagan los disque “responsables” de las decenas de vehículos que por necesidad de sus dueños son dejados en estos establecimientos, pero ¿Quedan en buenas manos?
Casos hay muchos más, pero aquí lo importante es que desde el Cabildo Municipal y/o en el Congreso del Estado, se analice el tema, o se legisle para que tanto las tarifas de estacionamientos sean reguladas y los establecimientos estén obligados a investigar de dónde vienen sus empleados, además de pagar el robo total o parcial de autos, así como daños provocados por los mismos. Que de hecho lo tienen que hacer ya que ese tipo de establecimientos debe contar con un seguro contra daños y afectaciones a terceros
Por cierto, me cuentan que en el Poder Legislativo, existe una propuesta de ley que contempla que los sitios deban otorgar a todos los clientes un seguro contra daños ocasionados por empleados o catástrofes; robo de autopartes; robo de objetos de valor y por el robo total del vehículo, sin importar cuál sea el modelo, valor o marca del mismo.
Esperemos que la autoridad ponga orden en estos dos establecimientos, que han dado un trago amargo a sus clientes, en donde los trabajadores les importa poco, al final los carros y el negocio no es de ellos, ¡tengan tantita madre señores!
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