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Estados con mayores beneficios sociales concentran 43.5% de votantes



“Los programas sociales no son sinónimo de que se vote por el partido que los entrega”, declaró el expresidente del IFE, Leonardo Valdés; en cuatro de esos siete estados habrá elecciones de gobernador y sus electores se consideran históricamente definitorias en comicios presidenciales

 

Siete de los estados con el mayor número de beneficiarios de los Programas Únicos del Bienestar se encuentran actualmente gobernados por el partido Morena. De este universo, cuatro tendrán elecciones locales el 2 de junio, y sus padrones electorales, históricamente, han sido considerados decisivos en los comicios presidenciales.

 

Leonardo Valdés Zurita, expresidente del desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE), aseguró que la entrega de programas sociales no es garantía de que los electores voten por quien les entregue esos beneficios.

 

En entrevista a medios nacionales, Valdés Zurita dijo que “hay quien postula que los programas sociales en esta administración se han convertido en una especie de compra institucionalizada del voto.

 

    Hay la teoría política, un planteamiento que le llamamos optional choice, opción racional, que dice que los electores toman decisiones a partir de los costos y beneficios y que, si los beneficios esperados son mayores que los costos, entonces, la probabilidad de que el elector vote por la opción que le beneficia es mayor que la probabilidad de que vote por otra opción.

 

    Pero, siempre existe un pero en este tipo de discusiones. En 2018 había programas sociales y los beneficiarios de esos programas sociales no votaron por el candidato del partido que estaba en el gobierno; de tal suerte que asumir en automático que las personas van a votar por el gobierno que les ha dado los programas sociales, creo que es equivocarse, porque si bien los programas sociales son un beneficio, también representan costos para las personas”, dijo.

 

Según el Padrón Único de Beneficiarios (PUB) de la Secretaría del Bienestar, el Estado de México, Veracruz, Chiapas, Ciudad de México, Puebla, Oaxaca y Michoacán son los siete estados como mayor número de beneficiarios de los programas sociales. Su padrón es de un total de 16 millones 271 mil 296, lo que representa el 44.4% del total de beneficiarios en todo el país, que asciende a 36 millones 643 mil 542.

 

De estas entidades, las cuatro que elegirán a sus respectivos gobernadores son Chiapas, Puebla, Veracruz y Ciudad de México, las cuales también cuentan con los padrones electorales más numerosos. Estos cuatro estados suman un total de 23 millones 330 mil 553 electores, según el registro del Instituto Nacional Electoral (INE), y los beneficiarios de programas sociales en estos estados alcanzan los 11 millones 163 mil 721 personas, lo que representa el 47.85% del electorado de esos cuatro estados.

 

En conjunto, los padrones electorales de los siete estados con mayor número de beneficiarios de programas sociales del gobierno suman 43 millones 558 mil 422 personas, de un total de 100 millones 33 mil 50 ciudadanos registrados a nivel nacional, lo que equivale al 43.54% del padrón electoral nacional.

 

El 4 de enero de 2023, en su conferencia matutina, Andrés Manuel López Obrador contó lo que le había dicho a Claudio X. González (padre) en forma personal, sobre quiénes son los receptores de los programas sociales.

 

    Y con toda franqueza les hice ver que para transformar se necesitaba una base social y que, además, era uno muy feliz ayudando a los pobres. No hay nada que compense o que se equipare con la satisfacción, la dicha que produce ayudar a la gente humilde, a la gente pobre; ni todo el oro del mundo vale eso.

 

    Pero, además, ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media ni con los de arriba ni con los medios ni con la intelectualidad. Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”, expresó en ese entonces.

 

Sobre el tema de los cuatro estados en disputa electoral este 2 de junio —Chiapas, Puebla, Veracruz y Ciudad de México—, clasificados como reserva de votos y con un alto índice de beneficiarios de programas sociales del gobierno federal, Valdés Zurita señaló:

 

    En términos poblacionales, estas entidades son muy importantes. Además, el hecho de que las elecciones locales coincidan con las elecciones federales hace prever un comportamiento diferente al de aquellas entidades donde no hay elección de gobernador.

 

    La elección de gobernador, al igual que la presidencial, atrae votantes. Está probado que cuando se trata de la elección de gobernador y Presidente junto con la de diputados federales, en estos estados donde hay gobernador, la participación se eleva. Lo mismo sucede cuando en estos nueve casos coincide la elección federal o presidencial”.

 

Según el exconsejero presidente del IFE entre 2008 y 2013, en los estados con elección local “se disimula un poco ese efecto, porque ya de por si la elección presidencial arrastra al resto de las elecciones; hay mayor participación y el abstencionismo decrece, y es algo que está establecido en México y el mundo”.

 

A pregunta expresa sobre si la entrega de programas sociales por parte del gobierno son un efecto que se refleja en votos, el doctor en ciencia sociales comentó que no necesariamente y explicó la valoración de costo-beneficio que hacen las personas que reciben dinero de programas sociales en relación con los procesos electorales.

 

    Pongámoslo en estos términos: las personas ahora están recibiendo una cantidad mensual, pero una parte importante de esa cantidad la están teniendo que pagar en medicina, en médicos, que antes tenían con el seguro popular, entonces, es muy probable que en su ecuación racional estén ganando menos de lo que ganaban antes.

 

    Digamos, no gastaban en medicamentos, atención médica, en estancias para los niños, en una serie de programas que fueron cancelados y que fueron cancelados para darle liquidez a este intento de compra institucionalizada del voto, pero que son, digamos, ingresos-ganancias que ya tenían las personas y que las perdieron, entonces, creo que estamos en la antesala de saber cuál es el efecto neto de ese cambio, de en lugar de dar servicios, como se daba, como normalmente lo dan los gobiernos, por dar efectivo, porque a veces es mejor recibir el servicio que recibir el efectivo”, dijo.

 

De acuerdo con Leonardo Valdés Zurita, “estamos en vísperas de saber qué pasa por ahí. La misma teoría racional dice que uno de los elementos importantes para tomar la decisión del voto es la evaluación del desempeño del gobernante y en esos nueve estados donde hay elecciones locales, la evaluación primera será el desempeño del gobernante en turno, y después del gobernante a nivel nacional.

 

    Desde que terminé mi trabajo en el IFE, regresé a Puebla; aquí observo que hay una mala evaluación del gobierno estatal, de tal suerte que es un padrón grande, reserva importante de votos, pero es posible que aquí se dé una votación diferenciada, una competencia bastante cerrada”.

 

Sobre el caso de Puebla, que Valdés Zurita conoce de primera mano, comentó que el candidato a gobernador de la alianza opositora a Morena “está dejando la presidencia municipal de Puebla capital y está bien evaluado en su desempeño, no igual que el gobierno del estado, y la evaluación es menor para el gobierno del estado.

 

    Digamos que esos factores van a jugar; creo que hay dos estados bastante evidentes en ese sentido, donde esa mala evaluación del gobernador puede impactar en el resultado de las elecciones. Uno de ellos también es un padrón grande, Veracruz, donde el gobierno estatal tiene muy mala evaluación y, además, la candidata no ayuda, no es veracruzana, aunque eso no tenga ninguna consecuencia en términos jurídicos, un no veracruzano puede ser candidata.

 

    Al caso Veracruz hay que ponerle atención, porque si bien hay beneficios por programas sociales, hay mala evaluación del gobierno y no es una candidata empática con la forma de ser de los veracruzanos; por ahí, Morelos también es un caso similar.

 

    Morelos es un estado pequeño en términos de padrón electoral, pero también es un ejemplo de una mala evaluación del gobierno saliente y hay división en Morena, porque la candidata de la oposición era senadora, por Morena. Digamos que la moneda está en el aire.

 

    Quienes estudiamos las elecciones vamos a tener material muy rico después de que pase la jornada electoral y se conozcan los resultados del conteo rápido y del PREP, pero lo cierto que este protagonismo de lo local, en la elección federal puede provocar resultados que no estamos observando, si estamos viendo la película solamente con los ojos de la película de la elección presidencial”, finalizó.

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