por Raimundo Schmidt / MarathonRanking
A todos nos ha pasado alguna vez que hay un momento que el sufrimiento supera a nuestra mente no dejándonos mantener firme nuestro ritmo de carrera, y hasta abandonar.
Este bajón es muy normal sentirlo, y produce sentimientos de fracaso, angustia, rabia… y nos hace preguntarnos en que fallamos para no haber aguantado correr a un ritmo que si sabíamos que estábamos preparados.
La respuesta es que la mayoría de los corredores estamos muy preparados físicamente, pero generalmente mentalmente no lo estamos.
Las carreras no se corren sólo con las piernas, también la mente tiene una importancia muy gravitante en un deporte esencialmente solitario, que nos genera largos momentos de soledad en la que los pensamientos pueden arrojarnos hacia abajo toda una planificación de entrenamientos bien hecha, o pueden a la vez también impulsarnos adelante cuando ya casi no quedan fuerzas físicas en nuestro cuerpo.
Como vez es un tema muy relevante y por eso queremos abordar algunas técnicas para ayudarte en aprender a cómo lograr que tu mente le gane al cansancio.
Vencer las ganas de partir muy rápido o lento
La clave más que partir lento o rápido es lograr encontrar un ritmo óptimo para correr toda la carrera. Para lograrlo debes buscar “visualizar” tu objetivo final y crearte una imagen clara en la cabeza de cuál es tu plan para cumplirlo, imaginándote posibles escenarios que nos hagan en ese momento estar más claros mentalmente.
Debes hacer una “preparación mental” antes de correr que te ayude a anticipar situaciones y hacer que te sientas más listo para afrontarlas. Es pensar en la acción para responder a cualquier situación que nos suceda. Es tener un plan “A”, “B” o hasta “C” para entrar a correr claros en nuestro objetivo final.
Vencer las ganas de detenernos
El cansancio nos trae de inmediato las ganas de parar. Este sentimiento es la primera señal fuerte que nos manda el cerebro de cansancio. ¿Cómo vencerlo?, muy fácil… no debes rechazar este sentimiento, sino encararlo y superarlo mentalmente. La clave es “enfocarse” y seguir avanzando paso a paso sin parar. Nuestro cuerpo debemos darle la señal inmediata que lo tenemos dominado y como ejemplo de cómo darle estas señales de enfoque es en una carrera ir concentrados en avanzar por km y no pensar en cuantos kms nos queda. Es ir “enfocados” en metas pequeñas fáciles de cumplir.
Vencer la sensación de fracaso
La primera señal que debemos darle a la mente es que somos unos “triunfadores” a pesar de que no podamos sostener el ritmo por razones mentales o musculares. Siempre piensa la cantidad de gente que le gustaría estar en tus zapatos en vez de estar tirados en la casa. Eres un verdadero “triunfador” por lograr solo estar ahí.
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