*Habló sobre el aumento al salario mínimo y recordó que cuando llegó a la Presidencia era de 88 pesos al día y ahora es de 207 pesos y en la frontera, de 312 pesos
La tarde del sábado pasado, Andrés Manuel López Obrador, festejó en el zócalo de la Ciudad de México el quinto año de su triunfo en las elecciones de 2018, en las que resultó electo presidente.
“Hoy con fundada alegría celebramos el quinto aniversario del triunfo en la elección presidencial del 1 de julio de 2018. Siempre hemos reconocido que antes de nosotros, muchos mexicanos libres y conscientes abrieron el camino para impulsar un verdadero cambio que ahora estamos haciendo realidad”, dijo, ante sus simpatizantes, a quienes llamó amigos, compañeros y hermanos.
En su discurso, habló sobre el aumento al salario mínimo y recordó que cuando llegó a la Presidencia era de 88 pesos al día y ahora es de 207 pesos y en la frontera, de 312 pesos, es decir, y aseguró que México es el tercer país del mundo con menos desempleo.
De igual manera, se refirió a los beneficios de los que gozaban los presidentes en sexenios anteriores, destacando el uso del avión presidencial, las pensiones que recibían tras terminar su mandato y sus escoltas del Estado Mayor Presidencial; ahora “al presidente lo cuida el pueblo, lo cuida la gente”, dijo López.
También habló sobre el Tren Maya y tras calificarlo como “la obra más importante del mundo”, como anteriormente hizo con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, “no sólo en lo constructivo sino también en su dimensión ecológica turística y cultural”, sostuvo que no atenta contra la naturaleza del sureste mexicano y aseguró que será inaugurado en diciembre.
“Vamos a inaugurar en diciembre el Tren Maya con 20 estaciones y 14 paraderos, y se transportarán con rapidez pasajeros y turistas del mundo por cinco estados del sureste y con bellas playas”, señaló.
En torno a la producción de petróleo, destacó la compra de la refinadora de Deer Park, en Estados Unidos, así como la construcción de la de Dos Bocas, en Tabasco, y dijo que, el próximo año, el plan es “que no compremos gasolina ni diésel en el extranjero (…) Mantener precios bajos en los combustibles en beneficio de los consumidores. Ser cada vez más libres, más independientes y más soberanos”.
Enlistó una serie de lo que llamó los logros de su gobierno, como el incremento al salario de los maestros, programas como el de “Jóvenes construyendo el futuro”, la contratación de médicos cubanos especialistas, las becas a familias pobres, su campaña contra las drogas, la no importación de maíz transgénico, el cuidado del medioambiente y la investigación para descubrir vacunas, entre otros.
En torno a los apoyos que otorga el Gobierno federal a los sectores más vulnerables de país, el presidente anunció que a partir del mes de enero de 2024, la pensión para adultos mayores tendrá un incremento del 25 por ciento. De igual manera, reiteró que cuando termine su mandato, “el sistema de salud mexicano será uno de los mejores del mundo”.
En otra parte de su discurso señaló que se ha terminado la relación entre el narcotráfico y el gobierno, y sostuvo que su estrategia de paz para erradicar la violencia en el país está funcionando, mencionando que, de acuerdo con las cifras oficiales, han disminuido en el país delitos como los feminicidios, los robos, robos de vehículos, secuestros, homicidios y otros más, e indicó que la Guardia Nacional ha sido un aliado estratégico.
Casi al final de su discurso dedicó unas palabras a Claudio X. González, a quien definió como “el gerente del supremo del poder conservador”.
“A él lo apoyan los traficantes de influencia y políticos corruptos del más alto nivel del antiguo régimen, y a él le obedecen los encargados de los partidos, abogados, intelectuales acomodados y periodistas alquilados y vendidos, a todos ellos los une el clasismo y el racismo”, señaló.
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