P or: Francisco Villagrán / @inforneutra
Están todos listos para competir, se olvidan que en política ganar es lo único, y no hay amigos, hay intereses. "Amigo, solo un peso en la bolsa". Lo peor, saben su verdadero tamaño, y aun así se formaron; a ver qué sacan...
Para muchos suspirantes sus propias familias, sus casas chicas y lo peor, “su gente”, saben que solo harán el ridículo, pero como están pagando las cuentas con lo que se reparte, tienen que apoquinar y fingir el apoyo solidario, sin pichicateos, hasta micro perforados en el medallón del carro que deben aún pegan.
Algunos soportan burlas, miradas inquisitorias en los altos de los semáforos, sintiendo que dura una eternidad, pero ni hablar, así debe ser el apoyo al candidato y se friegan.
Otros hasta en redes sociales “apoyan” y escriben a su candidato y lo defienden cono gato boca arriba y hasta pierden amistades y familiares por defender a alguien que si llega a ver si les cumple…
Dicen que es “conejo” quien se pelea por un político que al final ni los pela…
Pero… ¿De dónde sale dinero para promocionarse? ¿De dónde sale para pagar tantas encuestas, espectaculares, entrevistas y demás promocionales?
De algunos sus prósperos negocios hablan por sí solos… pero ¿de dónde sale para aquellos que han “donado” la mitad de su sueldo “toda la vida” y solo viven con lo que el servicio público les da?
Nadie en política y menos si estén enquistados en el gobierno, y en sus 5 sentidos, pone de su bolsa, ¡Nadie!
Hay dinero bien gastado que vale cada peso, eso sí, pero son raras excepciones… por cierto son los más olvidados en los emolumentos, a ellos con palmaditas se les paga.
Muchos apuestan al premio de consolación y es común ver como le dicen al oído al enviado del patrón o al propio jefe “mira cuánta gente moví” “ésta es mi gente” y cosas así…
Aunque se les pague a toda esa gente con el dinero mal habido, saqueado del erario, se amedrente con despidos si no asisten con la familia a fuerza a los eventos piteros, del fin de semana.
Las campañas son una jauja para unos, un suplicio para otros, y gran bisne para otros más.
Pero de que hay mucho dinero lo hay, como siempre, a los pendejos lambiscones, se les paga bien, y los que se friegan a toda hora, solo depósitos de 200 pesitos a sus celulares…
Ingratos, pero la culpa no es de ellos, es de los incautos que los siguen, por su gusto, ósea que no se vale quejarse.
Lamentos en este proceso vendrán a rabiar, lágrimas de decepción, ni modo, no son como la gente decente que trabaja por un pago fijo.
Ellos, los del staff de candidatos, la mayoría están por lo que les avienten o les quieran dar…
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