La arquitectura de la Edad Media es bastante representativa por la diversidad de construcciones que surgieron en esta era. El arte gótico fue inspiración en gran parte para la edificación de diversas estructuras arquitectónicas que no solo llamaban la atención por su gran altura, sino también por la calidad de las esculturas que mostraban. Unas de las esculturas más famosas y representativas fueron las gárgolas… ¡Conoce un poco más del origen de estos “demonios”!
Durante la Edad Media, la idea del infierno estaba bastante presente en la sociedad, creyendo en la existencia de demonios y bestias que atormentaban a los seres humanos…
Era un momento en que lo terrorífico ya representaba lo malvado y debía ser expresado en los templos; la Edad Media es el período en que las gárgolas empiezan a apreciarse en distintas construcciones.
Hay diversas teorías sobre el origen de las gárgolas, una de ellas sostiene que son representaciones de demonios que intentaban huir del poder divino de Dios y que al final fueron convertidos en piedra…
Otra teoría explica que, estas figuras representan guardianes encargados de proteger el templo de los malintencionados y causar temor entre los pecadores…
Y por último se dice que representaban la maldad sobrenatural en el mundo, o sus vigilantes, mientras que las esculturas de santos en el interior de las iglesias representaban la virtud de Dios.
Su verdadero objetivo…
Estos “monstruos o demonios” son desagües, es decir, expulsan agua de lluvia de los tejados de dichos edificios.
Las catedrales medievales están llenas de figuras “monstruosas”, pero no a todas se les debe llamar gárgolas, debido a que solo las que funcionan como desagüe pueden ser llamadas de esta manera… Las figuras con características similares son nombradas quimeras o grifos.
Gárgolas y la mitología…
De acuerdo a una leyenda francesa de principios del siglo VII, cerca del río Sena se encontraba una bestia alada, similar a un dragón (también descrita como una serpiente) que mataba a los campesinos y los animales del campo…
Los lugareños nombraron a esta bestia como gargouille, describiéndola como un ser de cuello largo, hocico delgado con potentes mandíbulas, cejas fuertes y alas membranosas.
Luego de varios intentos fallidos por derrotar a la bestia, San Román, quien fuera el sacerdote del pueblo, decidió enfrentarla…
Y al hacerle una señal de la cruz, logró someterla… Posteriormente el monstruo fue quemado en la hoguera frente a la catedral…
Termina de contar la leyenda que el cuello y la cabeza soportó las llamas, quedando petrificada, por ende se decidió colocar estas partes de la bestia en lo alto de la catedral para demostrar el poder de Dios.
Las gárgolas forman parte significativa de la Edad Media y de su folklore…
Muchas de ellas aún nos observan desde las alturas sin pasar desapercibidas, gracias a lo imponente de sus características que las hacen resaltar desde muchas estructuras arquitectónicas, construidas -especialmente- en este período histórico.
Artículo recuperado de culturizando.com
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