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Haz esto con los alimentos que están a punto de descomponerse




Antes de tirar tus alimentos que ya están en las últimas puedes probar estos trucos para guardarlos por más tiempo o por ocuparlos.


Amanda Tarlton // selecciones.com.mx


Remoja tu apio


La razón por la que alimentos como el apio se vuelve flácido en el refrigerador con el tiempo es porque se deshidrata.


Para revivirlo, corta los trozos inferiores de cada tallo y colóquelos en un baño de agua fría (agrega unos cubitos de hielo para ayudar a mantenerlo lo más frío posible).


Enfría tus plátanos


La vida útil promedio de esta fruta es de cinco a siete días. Deja un paquete en el mostrador por más tiempo y atraerá esas molestas moscas de la fruta.


Si notas que tus plátanos se ponen marrones, mételos en el refrigerador. Las cáscaras se vuelven marrones pero el interior está perfectamente bien.


Y la próxima vez que pienses en tirar a la basura un plátano demasiado maduro, detente y piensa en estas opciones.


Congela tus verduras


Esas verduras de hoja verde que compraste en el supermercado (col rizada, espinacas, acelgas, etc.) no duran mucho. Pero no es necesario tirarlos una vez que comiencen a marchitarse; séllalos en una bolsa Ziploc y colócalos en el congelador.


¡Perfecto para preparar batidos para el desayuno!


Exprime tus verduras


Hay una razón por la que los jugos son una palabra de moda en el mundo del bienestar en este momento: es una forma súper saludable de incluir más vegetales en tu dieta.


Y es una manera fácil de consumir los pepinos, zanahorias o apio (e incluso frutas) que estén en sus últimas piernas. Estos jugos, además de nutritivos, son antioxidantes.


Marina tu carne


¿Ese kiwi extra maduro que tienes? Resulta que es genial para hacer un adobo. Esto se debe a que el kiwi contiene una enzima específica conocida como actidinaína que es capaz de descomponer las proteínas más rápido, dejando el bistec mucho más tierno y delicioso.


Tritúralo con aceite de oliva y especias y frótelo. Y también evita estos errores en tu carne asada.


Congela tus hierbas


Al igual que las verduras, las hierbas frescas como el romero, la albahaca u orégano se pueden almacenar en el congelador para usarlas en el futuro.


Consejo profesional: Pica tus hierbas y congélalas en una bandeja de cubitos de hielo con aceite de oliva para que puedas agarrar un bloque y pegarlo en la sartén cuando lo necesites. Aquí puedes saber qué más alimentos puedes congelar para que te duren más tiempo.


Limpiar con cítricos


Los limones, las toronjas y las naranjas no solo son sabrosas, también son excelentes para mantener tu casa impecable (y con un olor excelente).


Puedes usar el jugo como limpiador de madera y vidrio. Aquí hay otras formas de limpiar con limón.


Transforma tus tomates


Los tomates Pruny no se desperdician. Conviértelos en una deliciosa adición de ensalada o mezcla de pasta cortándolos, colocándolos en una bandeja para hornear y luego horneándolos a fuego lento durante aproximadamente 12 horas (¡sí, de verdad!). Se convertirán en sabrosos tomates “secados al sol”.


Prepara un caldo


Una forma inteligente de consumir los productos sobrantes es hacer un caldo de verduras.


Echa las verduras o sobras que aún no se hayan echado a perder en una olla en la estufa, llénala con agua, sazona al gusto y deja hervir a fuego lento durante una hora.


Esto funciona mejor con vegetales de raíz como apio, zanahorias, papas y cebollas.


Licúa tus bayas


Si no pudiste comer esas fresas, frambuesas o arándanos, puedes usarlas para hacer mermeladas o conservas.


Caliéntalas en una cacerola con un poco de azúcar, revolviendo constantemente, hasta que tengan una consistencia espesa pero untable. Luego, guárdala en el refrigerador para obtener una tostada deliciosa.

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