También reportan presencia temporal de la Guardia Nacional y el Ejército en poblados.
Chihuahua, Chih.— Nuevamente, cientos de familias han sido desplazadas o ahuyentadas de sus comunidades por grupos del narco que retienen el control de la plaza en el municipio de Guadalupe y Calvo.
Ayer, el fiscal estatal, César Jáuregui, evidenció la gravedad del problema y de los desplazados, al comentar que el tema sería tratado en la Mesa de Seguridad, con las autoridades federales.
La Diócesis de Tarahumara y organizaciones de la sociedad civil dieron a conocer y denunciaron que son más de 300 personas que han sido desplazadas por la violencia del narco, de comunidades como El Cajoncito, El Pie de la Cuesta y Las Casas, del municipio de Guadalupe y Calvo, las cuales han llegado huyendo a la comunidad de Cinco Llagas, donde actualmente son resguardadas por el Ejército.
Narraron que los delincuentes asesinan a personas y no les entregan los cuerpos para sepultarlos, además que, constantemente, se enfrentan con otros grupos.
En esta zona de la sierra Tarahumara, dentro de la región conocida como El triángulo Dorado, los cárteles de Sinaloa y Juárez han tratado de controlar la región para la siembra de mariguana y amapola, por lo que los enfrentamientos son constantes.
La policía municipal en dicha zona no existe y los pocos policías estatales que llegan al sitio lo hacen sólo por breves días, la mayoría de los casos agentes del MP acuden a levantar denuncias por homicidio y a registrar las muertes.
La presencia de la Guardia Nacional y el Ejército también es por temporadas, por lo que la mayoría del año son los delincuentes y narcotraficantes quienes imponen la ley con sus potentes armamentos.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos, documentó en el 2023, un éxodo forzado de habitantes del municipio de Guadalupe y Calvo, de 360 personas que huyeron amedrentados por los narcotraficantes.
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