Un total de once entierros humanos, algunos con cráneos modificados, sentados o acompañados por objetos personales u ofrendas colocadas cerca de sus tumbas, han sido recuperados durante el último mes y medio por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia dentro de las obras de drenaje y pavimentación realizadas por el ayuntamiento en el centro de la ciudad.
Además, el INAH rescató una piedra labrada de aproximadamente 60 por 60 centímetros, asociada a un numeral prehispánico, que permanece a resguardo de las autoridades federales y colocado provisionalmente en el atrio de la iglesia de San Pedro Colomoxco, mientras se construye una base y un techo para su protección.
Los restos corresponden aproximadamente al periodo posclásico tardío, comprendido entre los años 1200 y 1521 de nuestra era.
El INAH informa que el salvamento inició a finales de julio y terminará alrededor del mes de diciembre, con la supervisión de los arqueólogos Sergio Suárez Cruz y Silvia Martínez Arriaga.
El rescate se ha enfocado en las calles 16 de Septiembre y el cruce con la 15 Oriente, así como en la 2 Sur, en el centro de San Andrés Cholula.
Los principales hallazgos hechos por un equipo de cuatro especialistas, coordinado por el arqueólogo Eric Abraham Alarcón Carmona, se han registrado en la calle 16 de Septiembre.
Bajo el piso de esa vialidad se identificaron 11 enterramientos primarios, es decir que no habían sido alterados desde su inhumación original. De éstos, cinco corresponden a personas sub adultas y estaban acompañadas por ajuares funerarios formados por vasijas, figurillas, fragmentos de obsidiana y puntas de proyectil. Uno de los cinco esqueletos destaca por una modificación artificial del cráneo -modelado cefálico tabular erecto- y de la dentadura.
Entre los seis entierros restantes sobresale el de un adulto en posición sedente (sentado), también con modelado cefálico de tipo tabular erecto bilobulado, y cuyo ajuar consistía en una cuenta de piedra verde y un dije hecho con estuco, con el rostro de una persona de edad avanzada.
También, se han recuperado restos cerámicos de instrumentos domésticos, como ollas, comales, malacates, braseros y cajetes, además de fragmentos de figurillas, unas monocromas y otras estucadas, con vestigios de policromía.
En un laboratorio instalado para el análisis de los materiales, el equipo, formado también por los arqueólogos Luis Ernesto Narváez Mac y Laura Pacheco Uribe, así como por el antropólogo físico Martín Hernández Carvajal, indaga piezas específicas, como una vasija del tipo Sandy Plain –clasificación cerámica establecida para el área de Cholula por la investigadora Florencia Müller– con la figura de Tláloc, dios de la lluvia, y pigmentos azul y negro.
“La mayoría de los materiales, además de un piso estucado de alrededor de nueve metros de extensión, se han hallado en la parte más céntrica de la calle 16 de Septiembre, y la temporalidad principal corresponde al posclásico tardío. No obstante, el salvamento nos ha permitido revisar la calle 2 Sur hasta sus límites con Tonantzintla, donde recuperamos material cerámico del periodo formativo, el cual se remonta al año 500 antes de nuestra era”, detalla Suárez Cruz.
También, en el marco de este proyecto pudo desmontarse una piedra labrada, de aproximadamente 60 por 60 centímetros, la cual se ubicó entre las calles 11 Oriente y 16 de Septiembre, y ha sido colocada en el atrio del Templo de San Pedro Colomoxco para su resguardo y protección provisional, en espera de construir una base y un techo que la protejan.
Con el proyecto aún en desarrollo, tanto en campo como en laboratorio, el Centro INAH Puebla ha establecido un convenio con el Ayuntamiento de San Andrés Cholula con miras a la óptima preservación del patrimonio cultural recuperado en el salvamento arqueológico.
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