Desde los inicios del movimiento independentista, Juan Aldama fue pieza clave de éste, comandando al ejército insurgente como teniente general
Juan José Marcos Gaspar Antonio de Aldama y González, mejor conocido como Juan Aldama, nació en 1764 (algunos historiadores plantean que nació en 1774), en San Miguel el Grande, hoy San Miguel de Allende.
Asimismo, fue hermano de Ignacio Aldama, también destacado insurgente. Los dos nacieron en el seno de una familia criolla hacendada y más tarde, Juan haría una carrera militar en el ejército español, llegando a ser capitán de caballería del Regimiento de la Reina.
Sin embargo, las leyes virreinales marginaban a los criollos de los altos cargos de la administración colonial y del mando del ejército; por ello, Juan Aldama, como la mayor parte de la aristocracia criolla mexicana, se rebeló ante el sistema que lo excluía.
Juan Aldama, los inicios de un independista
Se sabe que Aldama participó en la Conspiración de Valladolid (hoy Morelia) de 1809; no obstante, ésta fue descubierta ese mismo año. Para 1810, fue invitado a tomar parte en la Conspiración de Querétaro, organizada en la casa del corregidor, José Miguel Domínguez y de su esposa, Doña Josefa Ortiz de Domínguez.
Ahí se relacionó con Ignacio Allende, Mariano Abasolo y con el sacerdote jesuita Miguel Hidalgo y Costilla. Todos perseguían el mismo objetivo: lograr la independencia de la Nueva España.
Posteriormente, cuando las reuniones clandestinas fueron denunciadas y la lucha armada inició con el Grito de Dolores el 16 de septiembre de 1810, Juan Aldama, con su experiencia castrense, asumió la dirección militar de los insurgentes como teniente general.
El estratega en la lucha armada
Lo que hizo Juan Aldama en la Independencia de México fue liderar al ejército insurgente para hacerse del control de diversas plazas. Por ello, triunfó en la batalla de Monte de las Cruces el 30 de octubre de 1810; allanando el camino para ocupar la Ciudad de México.
Igualmente, participó en el asalto de Guanajuato, donde los insurgentes tomaron la Alhóndiga de Granaditas.
A pesar de estas victorias, las tropas españolas eran superiores, en disciplina y armamento, a los insurgentes. En consecuencia, éstos fueron derrotados por el ejército realista de Félix Calleja en Aculco, el 7 de noviembre de 1810 y en Puente de Calderón, en enero de 1811.
¿Cómo murió Juan Aldama?
Las cosas se complicaban para los sublevados y Juan Aldama marchó hacia el norte, buscando cruzar a Estados Unidos para adquirir armamento. Desafortunadamente, fue aprehendido por los españoles en Acatita de Baján, Coahuila, junto con Ignacio Allende, Miguel Hidalgo y Mariano Jiménez.
Finalmente, todos serían trasladados a Chihuahua; serían acusados de traición y condenados a muerte. Juan Aldama y los otros líderes fueron fusilados el 26 de junio de 1811. Más tarde, sus cabezas serías trasladadas a Guanajuato y colgadas en la Alhóndiga de Granaditas.
En 1823 sería declarado Héroe de la Patria.
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