Por: @inforneutra
En México, en un sistema presidencialista y con un presidente testarudo y muy perverso los dirigentes de los partidos políticos ya saben desde el inicio quiénes perderán sin embargo le siguen jugando a la gran democracia, sobre todo los prietos…
Predomina la simulación, la mentira al “Puevlo Vueno” (ese que tanto quieren), el dispendio de recursos, y el aparato a favor de cuasimodos… en fin el proceso prieto es una letrina...
Así como lo marcaron los canones del PRI del multicopiado Luis Echeverría Álvarez…
La democracia en la 4T, es regresiva.
En este sentido el grupo final de candidatos que lograron ser incluidos a producto de gallina, tendrá un saldo de decepción y será un escupitajo en la cara para muchos, se verá la realidad de sus carreras políticas que en muchos casos, según ellos, han hecho mucho por sus estados…
Muchos se sienten como los maridos y esposas “cuerneados” que dubitan sobre si los dejaran por otras carnes, o si seguirán a su lado, saben que los seguirán engañando, pero no los dejarán solos, así los candidatos… así.
Así decía un preso, “se acabó mi carrera política…” ¿Cual carrera güey? que no la frieguen si a muchos ni en su colonia los ubican y si van a una elección, ¡ni su sección ganan!… ahora resulta que son los lideres sociales y políticos que Puebla espera… tantita…
Toda esa soberbia y mareos que les provoca pararse en medio kilo de totillas, tiene vigencia.
Todo proceso democrático cuesta, por lo menos llevar gente y engrosar mítines, aunque vayan amenazados con perder el sustento para sus hogares, cuesta.
El alquiler del transporte que los lleva a los mítines, aunque lo pidan desde la Secretaría de Movilidad y Omar Álvarez o su corrupto subsecretario de Transporte “acuerde” “apoyos” para los permisionarios, cuestan.
A los acarreados por lo menos engañarles la tripa en lo que empieza el “super evento con una tortuga agria de migajón y mayonesa, cuesta.
Un alquiler de sonido de esos llamados sonideros, de colonias marginadas, cuesta.
Las gorras de mala calidad y “regaladas” también cuestan.
Las sombrillas chinas, de negocios factureros de los amigos del poder en turno que las surten, cuestan.
Y lo mejor, el tiempo perdido de los “Godinez” que el sábado o domingo, lavan, van al mercado, o hacen chambitas en la casa, también cuesta… cuesta enojos familiares o “compensaciones” económicas o de tiempos.
Decían que en la cuarta transformación los procesos democráticos se pulirían y se convertirían en un ejercicio plural, y resultaron ser el mismo abuso de poder con una mezcolanza de todo lo peor del sistema político mexicano, demostrando que la mal llamada 4T solo busca el poder por el poder, la bandera de primero los pobres es un slogan genial.
Es la constante de la pitera democracia mexicana.
Y al pueblo le cuesta.
¡Oh si!.
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