Por: @inforneutra
Muchos ciudadanos vigentes en el padrón electoral tenemos la intención de acudir a votar, muchos no tienen decidido todavía el sentido de su voto, muchos se niegan a declararlo, muchos esperan el monto para venderlo y otros esperan su despensa y los candidatos, ellos, apostándole a la suficiencia y a la soberbia y la familia reza y reza...
Las cuentas en todas las casas son alegres pareciera que se las hizo la lechera sobre las rodillas, por cierto...
Hoy la gente no quiere cuidar casillas si no se le da un “apoyito”, los dos principales candidatos que la gente le ve posibilidades no hace mucho porque sus proyectos les convenza, solo ven qué les pueden sacar porque ambos siempre derrochan dinero, dinero que casi siempre se chingan sus cercanos…
Ante la manifiesta prostitución del sistema de campañas y de elecciones ayer hoy y siempre la gente que rodea a los candidatos y sobre todo los que cuidan casillas el día “D” lo hacen por interés, solo contados con una mano no esperan dadivas ni exigen una lanita, pero todos se acercan al candidato por interés… ¡todos!
Ellos, los candidatos, saben que es una inversión, así como una empresa fallida o perseguida por las obligaciones laborales o los delitos contra su base laboral, así es el negocio de una campaña para muchos que están a punto de tener éxito, o acumularan otra quiebra más en su patrimonio de vida…
Los que esperaban un afecto de parte del candidato o sus cercanos por ser amistades de años, a veces son los menos favorecidos… “Nunca esperes nada de la gente decía mi abuela, la gente es culera… siempre quiere todo gratis, entre más tienen más ojetes son”.
Sabias palabras, ya que los “apoyitos” que “bajan” en las campañas la mayoría de las veces no llegan a sus destinatarios ya que se “atoran” entre el chacal carroñero, los zopilotes o zorras mal allegadas que pululan los equipos de campaña.
A cuántos “chupa-sobres” y vendedores de ilusiones para el día “D” no conocemos que su gran negocio es colaborar en cualquier posición que maneje efectivo en las campañas ¡de cualquier color!
Volviendo a la vigilia electoral los votos no están asegurados, y lo saben, el votar todo de un color, no se dará del todo, los indecisos somos la moneda en el aire, las condiciones de legitimación o judicialización están más que claras, cuando no se puede ganar, hay que arrebatar, dijeran.
La violencia actual le está ganando a esas ganas de los ciudadanos de ir votar, ¿Menguará en la aldea la participación? con Martha Erika fue de 67%, con Barbosa, fue 33% (la extraordinaria)
¿Cuánta gente participará esta elección si a muchos los dimes y diretes decepcionan?.
El voto será la guadaña a los sueños de opio de muchos candidatos y sabrán que el hubiera no existe; unos dirán adiós ese firme en sus casas y de los cuartos que le faltaban, otras dirán adiós a las bolsas, las gafas y medias originales para lucirlas en el “feis”, adiós a esa operación para levantar las “tepalcuanas” y las chichis, adiós bótox… esos soñadores ven como a la soñada curul o al escaño les sale alas y dijera el clásico… se va, se va, se va… ¡se fue!
Triste fantasía de los mediocres que este proceso electoral los sentará en su verdadera realidad, y no por ser la querida o el carga folders consentido será legislador, pensaron que podían trascender gracias a su zalamería… y aunque sean electos, no dejaran de ser “los gatos o las viejas de”…
Así es la política mexicana, no sueñen que ahora sí los van a respetar, ni a los gobernadores, a veces se dirige la gente con ese respeto que debería de ser, imagínense a estos que sabemos que son los cargamaletas de los “grandes”.
Los ciudadanos de a pie, solo reiremos en público o en silencio… veremos sus caras tristes, abrazaremos a los afortunados, y seremos los más felices, de que la calma luego de la guerra de estiércol entre priístas-panistas y priístas-morenistas vuelva a la aldea...
¡Oh, sí!
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