La más reciente declaración de Ana Gabriela, es una raya más en una gestión de la Conade tapizada de fracasos, además del nulo apoyo a los deportistas
Uno de los funcionarios federales que siempre han sido envueltos en el manto de la polémica es la titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Ana Gabriela Guevara, quien terminó por explotar el día de ayer, “todo lo que me gano me lo trago, me lo unto y me lo visto como me da mi chingada gana”.
Así fue como reaccionó y se comportó la máxima jerarca del deporte en el país, respondiendo a las críticas en su contra luego de que circularan imágenes de ella en un vuelo de clase ejecutiva y en un restaurante en París durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
La funcionaria federal explicó que los gastos que realizó corrieron por su cuenta y no los cargó al erario público.
Fue entonces cuando aplicó su frase dominguera que será recordada por años: “Aclaro, no tengo codependiente familiar. Todo lo que gano me lo trago, me lo unto y me lo visto cómo me da mi chingada gana. No tengo marido, ni marida, ni concubino ni concubina, ni nadie que me exija por qué gasto. Es mi gusto y es mi placer, lo que yo gano que lo gano debidamente y honradamente, lo puedo gastar como yo quiera”, declaró la exvelocista mexicana después de mencionar que hará pública la factura para comprobar que fue “pagado de su bolsa”.
Es así que Ana Guevara reventó con estas "finas" declaraciones ante las críticas que ha recibido recientemente por su cuestionable gestión al frente del deporte mexicano y sobre todo, del desempeño de los atletas nacionales en París 2024.
"Entre más me chingan, más me crezco y ese ha sido mi mensaje para todo el equipo y cuando pasó en 2019 que pensamos que teníamos que bajar la guardia fue todo lo contrario, porque insisto, sigue siendo una mentira", apuntó la titular de la Conade.
Cabe destacar que, a lo largo de su administración, la cual concluirá en menos de dos meses, Ana Gabriela Guevara ha sido acusada de diversos desvíos económicos y malos manejos (incluidos sus lujos en París y su viaje de regreso); sin embargo, según ella misma, todo son mentiras.
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