El juez de la causa aceptó que integrantes del grupo de expertos presenten declaración, junto con Encinas y el extitular de la fiscalía especial; padres de los 43 se ampararon en contra
Dos de los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, que participaron en la investigación respecto a los 43 normalistas de Ayotzinapa, podrían ser citados a declarar judicialmente sobre el caso.
En vísperas de cumplirse nueve años de la desaparición de 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, la defensa de los militares procesados por el caso pidió la comparecencia de por lo menos dos de los miembros del grupo de especialistas, Ángela Buitrago y Carlos Beristain, junto con el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, y el extitular de la fiscalía del caso, Omar Gómez Trejo, solicitud que fue aceptada por el juez de causa.
Ante ello, la representación legal de los padres de los 43 normalistas interpuso un amparo para evitar que Encinas, Gómez Trejo, Buitrago y Beristain hagan una declaración judicial.
De acuerdo con la defensa de los elementos de la Sedena procesados, la decisión de que tanto Encinas como Gómez Trejo comparezcan está dentro de la legalidad, ya que, como funcionarios públicos, están sujetos a leyes que los obligan a la rendición de cuentas.
Sin embargo, existe controversia respecto a que los integrantes del GIEI sean interrogados, debido a que los instrumentos internacionales y los convenios firmados entre el gobierno de México y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para su conformación dotaron a sus miembros de inmunidad diplomática.
El dato
Encuentro
Hoy, el presidente López Obrador se reunirá con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa para dar respuesta a su pliego petitorio.
Chocan padres de los 43 con militares; a 9 años de la desaparición de los normalistas
La defensa de elementos de la Sedena procesados por el caso Ayotzinapa pretende que el subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Alejandro Encinas, el exfiscal Omar Gómez Trejo y miembros del GIEI declaren ante el juez de la causa; la representación de los estudiantes se ampara para evitar la promoción .
En el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se abre un frente nuevo: que declaren o no ante el juez de la causa un servidor público de primer nivel en funciones; el exfiscal del caso y los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que terminaron su labor el 25 de julio de 2023.
Hoy, en el marco de una nueva reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los padres de los estudiantes desparecidos y en la víspera de cumplirse nueve años de la desaparición de los estudiantes en Iguala, Guerrero, estará sobre la mesa esta nueva circunstancia:
La defensa de los militares procesados por el caso pidió la comparecencia del subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, del exfiscal en la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, y de al menos dos de los integrantes del GIEI, Ángela Buitrago y Carlos Beristain.
Promoción que ya fue aceptada por el juez de la causa, según hizo público el abogado de los padres de los normalistas Vidulfo Rosales.
Cabe recordar que el pasado 27 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió a las Fuerzas Armadas, al asegurar que éstas sí cooperan en el caso de los 43, luego de que el GIEI las señaló de obstruir la investigación.
La representación legal de los padres de los 43 normalistas, por su parte, interpuso un amparo para evitar que Encinas, Gómez Trejo, Buitrago y Beristain hagan una declaración judicial.
Un punto clave en el caso de quienes integraron el GIEI en su última etapa, será la revisión de los instrumentos internacionales y los términos concretos de los convenios firmados entre el gobierno de México y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) —dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA)— para determinar si los miembros del GIEI efectivamente tenían o tienen (cuando ya terminó su mandato) inmunidad diplomática, lo que implicaría un impedimento para que se tomaran acciones legales en su contra por las irregularidades en que hubieren incurrido durante el ejercicio de su mandato, si así sucedió.
Esto, ya que en las últimas etapas de su trabajo de investigación en el caso de la desaparición de los 43 normalistas, la naturaleza del GIEI se modificó: pasó a ser Grupo de Apoyo Técnico (GAT), como lo señala el documento firmado por el gobierno de México y la Secretaría General de la OEA, en mayo de 2020.
En ese documento se informó que, a partir del 1 de agosto de 2019, “la CIDH vinculó como consultores a dos de los expertos (Buitrago y Beristain) del GIEI, quienes harían parte del GAT”.
Falta conocerse los términos de cómo el gobierno de México contrató como consultores a los integrantes del GIEI.
En el artículo IV Garantías del gobierno para el buen desarrollo de la asistencia técnica internacional, inciso 4.6, del acuerdo firmado en mayo de 2020 entre el gobierno de México y la OEA, se lee:
“Los privilegios e inmunidades que sean necesarios para el desempeño de las funciones del GIEI, conforme al derecho internacional aplicable, incluyendo inmunidad contra detención o arresto personal y embargo de su equipaje personal, inmunidad contra todo procedimiento seguido ante autoridad judicial, ministerial o administrativa respecto de los actos ejecutados y expresiones emitidas en el desempeño de sus funciones, e inviolabilidad de todo papel, documento y correspondencia. Los privilegios e inmunidades respecto de las funciones cumplidas por el GIEl son perpetuas”.
Es ahí donde radica parte del diferendo: si la inmunidad diplomática, que la defensa de los 43 normalistas alega en su amparo impedirá o no que los miembros del GIEI sean interrogados y rindan testimonio ante el juez.
Por lo que respecta a que Encinas declare ante un juez, como titular de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, se aprecia conducente, ya que, de acuerdo con expertos, no se trata de una instancia de justicia transicional, como se alega en el amparo de la defensa de los padres de los 43 normalistas.
La Comisión de la Verdad fue creada por decreto presidencial, con las características de una dependencia más de la administración pública federal; los servidores públicos que ahí se desempeñan están sujetos a las leyes que rigen el actuar de aquellos que prestan sus servicios al Estado.
En ese sentido, la decisión judicial de que el subsecretario Encinas sea interrogado y rinda testimonio judicial se enmarca dentro de la legalidad; del mismo modo se enclava el caso del exfiscal Gómez Trejo, que no podría se exento de ser interrogado y rendir testimonio ante las autoridades ministeriales y judiciales con respecto a su actuación en el caso, ya que como Encinas y los miembros del GIEI recibieron recursos públicos lo que los hace sujetos a las leyes que los obliga a la rendición de cuentas, según la promoción de la defensa de los militares procesados por el caso de los 43 desaparecidos.
La conclusión de Comisión de la Verdad
La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa concluyó que el motivo de la presencia de los normalistas en Iguala fue para tomar autobuses de pasajeros para trasladarse a la Ciudad de México a la marcha del 2 de octubre.
Que la desaparición de los 43 normalistas constituyó un crimen de Estado, en el que participaron integrantes del Grupo delictivo Guerreros Unidos y gente de diferentes instituciones de gobierno, que las autoridades federales y estatales fueron omisas y negligentes y alteraron hechos y circunstancias para establecer una conclusión ajena a lo ocurrido.
Sin indicios de que sigan con vida
Que no hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentren con vida. Por el contrario, todos los testimonios y evidencias señalan que estos fueron arteramente ultimados y desaparecidos.
Sobre el paradero de los 43 normalistas, después de interrogar a varios de los detenidos pertenecientes a Guerreros Unidos, se llegó a la conclusión que los normalistas fueron repartidos en varios grupos y entregados a encargados de células de Guerreros Unidos, quienes se encargaron de deshacerse de ellos:
El Chino arrojó sus paquetes al río Balsas.
La Gorda los llevó al pozo de Pueblo Viejo.
A El Moreno le pidieron que “cocinara” a diez normalistas y que por falta de material, sólo pudo con cinco y los otros cinco se los envió a El Chuki.
Otro grupo más fue llevado a la Casa de Huitzuco.
El Chino declaró que hasta la mina de Los Patrones aventaron a varios de los normalistas.
Las investigaciones realizadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señalan que en todo lo ocurrido la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 hubo militares que tomaron nota de todo lo ocurrido en los diferentes escenarios, nunca se señala la participación de los militares en los hechos, sólo como testigos.
Sin embargo, las nuevas investigaciones y los padres de familia de los 43 piden que se entregue toda la información que tiene la Sedena de lo ocurrido en Iguala, pues afirman que ellos sí tuvieron una participación activa en los hechos.
De acuerdo con las últimas investigaciones, en el momento de los hechos, había en Iguala la disputa por el territorio por parte del Grupo de Los Rojos de Chilpancingo, La Familia Michoacana aliada con Guerreros Unidos, el grupo que controlaba la ciudad. El 3 de junio de 2013, los normalistas de Ayotzinapa realizaron una manifestación por el asesinato del dirigente social Arturo Hernández Carmona.
Los jóvenes tomaron el Palacio Municipal, destruyeron muebles, quemaron documentos y dejaron las instalaciones destruidas, ante esto, el alcalde José Luis Abarca amenazó a los normalistas de que si regresaban a Iguala sufrirían las consecuencias, además de que ese día se corrió el rumor de que entre los normalistas había integrantes del grupo de Los Rojos que venían a “calentar” la plaza.
Rolando Aguilar
Murieron en espera de justicia
A nueve años de la desaparición de los 43 estudiantes, las autoridades no han informado qué ha ocurrido con los normalistas y sólo han identificado a tres, por lo que a los padres aún les retumba en la cabeza ¿dónde está mi hijo?
Rolando Aguilar/ Corresponsal
Acapulco.— A una horas de que se cumplan nueve años de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero, familiares, compañeros, amigos y la sociedad se siguen preguntando: ¿dónde están?, ¿qué fue de ellos?, ¿quiénes fueron?, y siguen sin respuesta.
En este largo viacrucis y años de lucha, muchos de los padres de las víctimas se han detenido a tomar un respiro en el camino, pues se cansaron de recorrer las oficinas de las autoridades en su exigencia de justicia, de las numerosas manifestaciones en instancias de gobierno, principalmente las encargadas de investigar lo ocurrido la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014; en los casos más graves, una mamá y tres papás murieron sin saber dónde están sus hijos.
La primera en haberse marchado sin saber la verdad fue la señora Minerva Bello Guerrero, originaria de Omeapa, municipio de Tixtla, quien murió de cáncer en febrero de 2018.
Como un homenaje a su lucha, al Centro de Derechos de las víctimas de Chilapa le fue puesto su nombre: Minerva Bello. Dicha organización acompaña a las víctimas de la violencia en Guerrero.
En septiembre de 2021, por complicaciones de covid-19 falleció don Bernardo Campos Cantor, padre de José Ángel Campos Santos; el campesino y también albañil era originario de Tixtla. Se hizo famoso en 2015 porque, en una reunión encaró al entonces presidente Enrique Peña Nieto, exigiéndole que dejara trabajar al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). También le cuestionó “dónde tenía el corazón” y lo acusó de hablar “de dientes para afuera”.
Saúl Bruno García, padre de Saúl Bruno Rosario, murió por diabetes en agosto de 2021, en la comunidad de Magueyitos, municipio de Tecoanapa.
Ezequiel Mora, padre de Alexander Mora Venancio, pereció el 28 de agosto de 2023 en Iguala, un día después de una marcha realizada en dicho municipio. El normalista Alexander Mora fue el primero de los jóvenes identificados por la Universidad de Innsbruck; cuando le dieron la noticia a su padre sólo le entregaron un pequeño fragmento de hueso, Don Ezequiel aseguro que ese no podía ser su hijo.
En materia de búsqueda e identificación, sólo se ha logrado identificar los restos mortales de tres alumnos: Jhosivani Guerrero de la Cruz, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y Alexander Mora Venancio.
Un 15 de junio, el laboratorio de genética de la Universidad de Innsbruck, en Austria, confirmó que los restos óseos hallados en la barranca de La Carnicería, a 800 metros del basurero de Cocula, correspondían a Jhosivani Guerrero.
En el mismo punto fue encontrado el hueso de Christian Rodríguez Telumbre. En julio de 2020, la FGR confirmó que sus restos habían sido identificados también por la Universidad de Innsbruck.
De acuerdo con el entonces fiscal de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, los restos de los dos estudiantes identificados no mostraron signos de exposición al fuego, sólo a la intemperie. Lo cual contradecía la llamada verdad histórica, de que los 43 jóvenes habían sido incinerados en el basurero de Cocula.
Y en diciembre de 2014, la todavía PGR indicó que un pedazo de muela y de hueso localizados en el Río San Juan, correspondían a Alexander Mora Venancio.
En su informe sobre el caso, la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa estableció tres ejes fundamentales para la investigación: el acopio, análisis y sistematización de la información proporcionada por la administración pública federal y todo tipo de fuentes; la búsqueda de los normalistas, y romper el pacto de silencio entre los perpetradores de la desaparición, autoridades de distintos órdenes de gobierno y particulares. Además de aportar elementos sólidos al proceso de judicialización que lleva a cabo la Unidad Especial de la FGR.
De acuerdo con este informe, en los últimos años se han realizado 101 acciones de búsqueda en siete municipios Cocula, Zumpango, Huitzuco, Iguala, Taxco, Tepecoacuilco y San Miguel Totolapan, sumando 675 jornadas de trabajo.
Se reporta que 26 personas que estaban vinculadas al caso han muerto o han sido asesinadas, resaltando la comisión que proporcionó información importante a la FGR para detener a Juan Salgado Guzmán, operador de Guerreros Unidos en la Zona Norte y el Estado de México. Quién tuvo participación en la desaparición de los 43 normalistas.
Salgado Guzmán fue ubicado en Metepec; sin embargo, para detenerlo se llevó a cabo un operativo fallido que derivó en un enfrentamiento y terminó con la muerte de éste, quien iba solo y en el que participaron 13 oficiales para arrestarlo; sin embargo, todo indica que el sujeto fue ejecutado por los mismos uniformados cuando ya lo tenían sometido. El informe de la Comisión para Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa indica que hubo uso desmedido de la fuerza.
Exigieron los videos
En su búsqueda de pruebas por aclarar lo ocurrido, las autoridades y los familiares de los 43 exigieron la presentación de los videos del Palacio de Justicia de Iguala, que se ubica en la salida a Chilpancingo, pues esa noche del 26 de septiembre, un autobús con normalistas fue detenido justamente frente a las instalaciones y se sabe que policías de Huitzuco se los llevaron con rumbo desconocido.
La magistrada Lambertina Galeana, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, ordenó la destrucción de los videos grabados por las seis cámaras de vigilancia que se ubican en el exterior del edificio del Palacio de Justicia, argumentando que las imágenes no eran claras por problemas técnicos.
El Balance
Por el caso Ayotzinapa, habían 169 personas consignadas, de ellas, 112 personas fueron privadas de la libertad y recluidas en varios penales; sin embargo, a 77 las liberaron por haber declarado bajo tortura, además de que fueron exoneradas del caso.
Con las nuevas investigaciones realizadas por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, se solicitaron a las autoridades correspondientes 110 órdenes de aprehensión, de las cuales, 98 fueron otorgadas, entre ellas las del exprocurador federal Jesús Murillo Karam, y el exdirector antisecuestro de la SEIDO, Gualberto Ramírez Gutiérrez, así como el exagente del Ministerio Público de la SEIDO, además de integrantes de la Sedena.
En junio de 2023, se dictó formal prisión en contra de ocho militares por el delito de desaparición forzada de los 43 estudiantes desaparecidos.
Mientras que en agosto de 2023, el coronel Rafael Hernández Nieto, el segundo de más alto rango entre los militares detenidos, le fue concedida su libertad para enfrentar su proceso bajo prisión domiciliaria. Asimismo, sigue vigente la solicitud de extradición de Tomás Zerón de Lucio.
Por parte del estado de Guerrero se encuentra en prisión el exsecretario de Seguridad Pública de Guerrero, Leonardo Octavio Vázquez Pérez; el expresidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez y su esposa, así como 74 policías: ocho de Cocula, siete de Huitzuco y 41 de Iguala; seis estatales, seis federales y seis ministeriales.
De acuerdo con las últimas investigaciones, en el momento de los hechos, Iguala estaba en disputa por el grupo criminal Los Rojos de Chilpancingo y La Familia Michoacana, aliada con Guerreros Unidos, el cual controlaba la ciudad. El 3 de junio de 2013, los normalistas de Ayotzinapa realizaron una manifestación por el asesinato del dirigente social Arturo Hernández Carmona.
Los jóvenes tomaron el Palacio Municipal, destruyeron muebles, quemaron documentos y dejaron las instalaciones destruidas, ante ello, el entonces alcalde José Luis abarca amenazó a los normalistas de que si regresaban a Iguala sufrirían las consecuencias, además de que ese día se corrió el rumor de que entre los normalista había integrantes del grupo de Los Rojos que venían a “calentar” la plaza.
El subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas, informó que se pudo acreditar que el objetivo de los estudiantes no era irrumpir en el informe del trabajo de María de los Ángeles Pineda, presidenta del DIF, esposa del presidente José Luis Abarca, sino tomar camiones para acudir a la conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México, con otros compañeros normalistas.
Se confirmó que la Sedena tenía infiltrado a un soldado en la Normal de Ayotzinapa, a Julio César López Patolzin, quien pertenecía al 50 Batallón de Infantería de Chilpancingo y tenía cinco años y ocho meses de servicio, cuya función era informar de las actividades en la normal, asambleas, marchas, mítines y cualquier movimiento que realizaran los normalistas.
Esa trágica noche murieron seis personas: los normalistas de primer año Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón Fontes, así como David Josué García Evangelista, El Zurdito, jugador de los Avispones; Víctor Manuel Lugo Ortiz, El Barcel, conductor del autobús de los Avispones, y Blanca Montiel Sánchez, pasajera de un taxi que fue atacado junto con el autobús de los Avispones.
También Aldo Gutiérrez Solano, normalista que recibió un impacto de bala en la cabeza y quedó en estado de coma.
Los datos
Por parte de Guerreros siguen en prisión:
El exsecretario de Seguridad Pública local, Leonardo Octavio Vázquez Pérez.
El expresidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez
74 policías municipales (ocho de Cocula, siete de Huitzuco y 41 de Iguala; seis estatales, seis federales y seis federales ministeriales).
26 personas ligadas al caso han muerto o han sido asesinadas.
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