SoyMaratonista
Correr es una actividad muy extendida en los tiempos actuales y el clima ocupa un lugar de importancia cuando el corredor debe tomar las medidas pertinentes para comenzar la práctica deportiva.
En muchos aspectos los especialistas afirman que el horario del día en que se realiza la práctica de correr es indistinto. Sin embargo además del horario del día en el que se corre también deben tenerse en cuenta otros aspectos climáticos.
En los lugares donde existe un frío intenso, los amantes de esta actividad no encuentran obstáculos para salir a correr cotidianamente, pero en estos climas el cuidado del organismo requiere algunas medidas especiales para avanzar en las cuestiones de entrenamiento y desplazamiento físico. Cuidar el organismo es siempre una prioridad del deportista y hacerlo de un modo responsable requiere una conciencia real de la observación del contexto climático y de las observaciones que pueden realizarse de la superficie y del ambiente.
La respiración
Uno de los principales objetivos de los corredores en las jornadas de entrenamiento, es adquirir un ritmo propio de continuidad y de gran importancia para realizar la actividad. En la incorporación y desarrollo del ritmo, la respiración ocupa un lugar de gran importancia. Respirar correctamente y acompañando el ritmo del movimiento físico. La respiración ocupa un lugar de gran importancia y es determinante al momento de avanzar en los entrenamientos. Sin embargo en los climas de intenso frío se debe tener en cuenta que también deben protegerse las vías respiratorias, ya que el desplazamiento incorpora una gran cantidad de aire necesaria en el organismo.
Proteger las vías respiratorias
Para proteger las vías respiratorias, muchos corredores deciden utilizar buzos de cuello alto, o cubrir de algún modo la boca para disminuir el ingreso de aire frio. Muchos corredores afirman que en climas de intenso frío, cuando se corre sin tomar medidas para proteger la respiración, se sienten molestias en todo el organismo, ya que el aire frío ingresa presenta esta situación.
Molestias en la faringe e incluso en el estómago, impiden al corredor desarrollar la actividad normalmente. Correr protegiendo las vías respiratorias es una necesidad de gran importancia para mantener las oportunidades de entrenamiento y una rutina de carrera armónica y sin contratiempos relacionados con la temperatura y el clima.
Protege todo tu cuerpo
Cuando estamos expuestos al frío intenso, lo recomendables es llevar prendas que protejan tu cuerpo. De acuerdo los expertos, el frío entra por los pies y se pierde por la cabeza, las manos y el torso, por eso debes abrigarlos bien. Las rodillas, tan propensa a lesiones, también deben mantenerse calientes, pues es una zona que al no tener capilares se enfría rápidamente. Puedes usar mallas largas o prendas de compresión que se ajusten a tu cuerpo, mantengan el calor y eviten rozaduras. También se puede usar
Cubre tus manos y tu cabeza
Para proteger tus manos puedes usar unos guantes no muy gruesos y tu cabeza con un gorro. También es recomendable protegerse con una bufanda, con ellas podrás cubrir tanto el cuello como las orejas, boca y nariz. Usarla será otra forma de filtrar el aire frío que respiras para protegerte mejor.
Centra tu entrenamiento en la resistencia
La Escuela de running asegura que durante épocas de frío intenso es ideal enfocar el entrenamiento en el trabajo de resistencia y en sesiones largas. No se recomienda combinar con entrenamientos de serie porque al correr en terrenos mojados o helados, se corre el riesgo de resbalarse y lesionarse al querer aumentar la velocidad. La otra razón para no hacerlo es que entre series debes hacer descansos y en climas de frío intenso no parece ser una buena idea. «Descansar significa enfriarnos y eso solo conseguirá que nos engarrotemos y aumente la probabilidad de irnos a casa con una lesión», asegura Escuela de Running.
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