La simulación es su fuerte, la opacidad ni se diga y de colofón, el ser lambiscones a más no poder, lo que disfrazan de disciplina los caracteriza… estamos en el continuismo que tanto criticaron.
Lo visto en su consejo ante la depositaria del poder palaciego, fue un uso y abuso de la dignidad humana, coacción laboral.
Lo que en casi 20 años de campaña, AMLO combatía, el fin de semana se vio exactamente lo mismo, pero con otro color, casi todos los asistentes eran priistas, podría decirse un 70 % del público asistente.
Morena en la realidad no tiene capital político propio, ha sido albergue de las heces fecales de todos lados, ha tenido los brazos abiertos para recibir cascajo y seres desdeñables, que ávidos de la sobrevivencia han encontrado cobijo en el “partido del pueblo” …O si así orondos lo dicen…
Cínicos, que, viendo el tren lleno, se trepan al cabús.
Arriba solo dan el visto bueno, si dan la muestra de lealtad renunciando en vivo y a todo color del partido que les dio casa, vestido y sustento hasta para tres casas y los “prósperos” negocios; es de los requisitos y derecho de admisión para ser “considerados”.
La base de Morena, la verdadera izquierda, cada vez más ofendida, a esa corriente vetusta y fundadora de un ideal que se convirtió en gobierno, no le ha tocado nada, o casi nada, solo puesto de adorno medio pagados para cerrarles el hocico.
Para ellos, ahora lo dicen, era mejor el anterior régimen porque era más fácil negociar y obtener apoyos con ellos que estando los suyos… claro que dentro de los suyos las rémoras no faltaron y ahí están con la ubre en la boca como en los viejos tiempos de la maldita y defenestrada derecha…
Y que los puristas no hagan olas… porque estamos igual que el viejo régimen.
La disciplina es navegar con bandera de timorato, y replicar la retórica de las cabezas, en nado sincronizado.
La base morenista ve con decepción que llegan parias políticos y arrimados a las nominaciones.
Ya no hablemos del dispendio y la farsa de austeridad franciscana.
Todos se preguntan porque tanta aceptación de Morena en el país, pues por los centavos que avientan cada dos meses a sus pobres, ya lo dijo el dueño de las hordas, “los pobres son sus votos seguros”.
Y ese dinero les llega a los padres de los aspiracionistas, que lo critican a diario.
Simple, Morena, al igual que el viejo PRI, el de Echeverría, el de los 70 y 80’s compró la aceptación popular, desde que llegó al poder.
Entonces, ¿hay un verdadero cambio? ¿La izquierda que tenía privilegios con la derecha los tiene? O más ¿En verdad existe la izquierda en México?
Porque la burocracia dorada de la cupuesta izquierda mexicana enmascarada en la cuatro te no está peleada ni con el dinero ni con los lujos que este da… y ejemplos hay…
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