*Las universitarias participaron en una mesa de trabajo DAU, DIIGE y la Defensoría de los Derechos Universitarios
Tras reflexionar respecto al contexto nacional y local sobre la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que el papel que juegan las instituciones de educación superior, hoy la BUAP celebró una mesa de trabajo en la que se discutieron los mecanismos y acciones para erradicar este problema, así como los criterios de operación de su Protocolo para la Prevención y Atención a la Discriminación y Violencia de Género.
En este ejercicio, organizado por la Dirección Institucional de Igualdad de Género (DIIGE), participó la maestra Nadia Ekatherina Huerta Jiménez, titular de la Dirección de Acompañamiento Universitario (DAU), quien señaló que en esta dependencia se realizan diferentes actividades preventivas para fomentar ambientes de sana convivencia.
En esta dirección, se realizaron talleres, pláticas, además de capacitación con temáticas como prevención de la violencia digital, defensa personal y micromachismos, entre otros. Una estrategia más fue la impartición de círculos psicoeducativos, un espacio de terapia grupal donde se promueven habilidades para afrontar determinadas situaciones, a partir del intercambio de experiencias de vida.
Por su parte, la doctora María del Carmen García Aguilar, titular de la DIIGE, presentó los criterios de operación del Protocolo para la Prevención y Atención a la Discriminación y Violencia de Género en la BUAP. La insistencia en poner un alto a la violencia contra las mujeres -dijo- radica en que después de la pandemia los índices se dispararon.
Enfatizó que el protocolo de la BUAP es uno de los mejor posicionados del país; una de sus virtudes es que fue sometido a la opinión y conocimiento de todos los sectores que integran la comunidad universitaria.
El documento, precisó García Aguilar, cuenta con siete apartados. Entre éstos, el objetivo general, ajustado a normas internacionales, nacionales, estatales y universitarias. Así también, considera la conformación de unidades de género, las cuales deben tener un espacio propio de atención.
Otro de sus criterios de operación está relacionado con el objeto de la Defensoría de los Derechos Universitarios, el procedimiento de la investigación administrativa, el desglose de los requisitos de la queja, así como la erradicación de la victimización secundaria, antes y durante el proceso, por mencionar algunos.
Finalmente, el maestro Omar Gerardo Aguirre Ibarra, Defensor de los Derechos Universitarios, se refirió a la gobernanza por la paz, la cual debe sustentarse en seis pilares: convencimiento de que la paz es mucho más que la ausencia de guerra; reconocimiento de la violencia como un problema estructural; la educación para aumentar la capacidad de valorar la dignidad humana; la promoción de nuevos patrones de comportamiento; generación de posibilidades para un desarrollo más equitativo y la generación de acuerdos para transformar y legitimar nuevos procesos.
“La gobernanza es una búsqueda de un estado justo y equitativo que se logra a través de nuevas formas de comportamiento, donde hay inclusión y acuerdos a partir del diálogo; es cuestionar lo que no funciona, corregir y avanzar”, culminó.
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