Por: @inforneutra
Dijera en una de sus herencias musicales, el icónico Chico Che... "Que culpa tiene la estaca... Si el sapo salta y se ensarta...La culpa no es de la estaca"... a la clase política se la entonan, algunos no los ven, porque se construyen y se creen sus escenarios a modo, inflados y con proyecciones ilógicas.
La ambición que sacan por los poros los exhibe y los relega.
Ellos solitos, sin entender que ahora no se les dan los tiempos.
Estas grillas estorban a los ya ungidos, y no los dejan dormir, lo que sembraron lo esperan cosechar en cualquier momento, esa discordia y complicidad que se exhibe en un doble juego, terminaran por empañar las figuras palomeadas, al tiempo…
Los inconformes saben cómo pueden ser una “piedra en el zapato” ya que se sienten “poderosos”, incómodos pues.
Lo otros más, esperan ejecutar su venganza pues no se la perdonarán al “hijo prodigo del marinismo” quien espera en su cama despierto el día “D”, trata de dormir, los números no llegan, no cuadran, las encuestas se emparejan, y sus fieles, algunos, lo traicionan… por si las dudas, duerme con la pistola bajo la almohada.
Para muchos, los de la vieja escuela, más vale pájaro en mano, que ver muchos volar, no rezongan y aceptan las migajas que serán lanzadas desde la mesa de las decisiones y vendrán los enviados a querer “apaciguar las aguas” con el chorizo de siempre “esto es muy grande y todos vamos a caber hermanito/a, nada más hay que trabajar para llegar”.
¿Cuántas veces no ha escuchado usted esa frase?
No entienden que en este incipiente proceso electoral los puestos ya están dados y no se aceptan lloriqueos, pataleos ni reclamos, ya sabían las reglas y se aguantan.
Este proceso amañado emanado de una democracia bananera a modo está dejando un saldo irreparable, pues ha puesto a pelear a socios, amigos, cómplices, familiares… todos ávidos de llenar su tripa a costa del “Puevlo Vueno”… eso de amor al pueblo o a Puebla es retorica barata, populista del priismo setentero que encabeza López Obrador.
Del lado del oficialismo hay otro que no quiere perder, el árabe mafioso, y de mientras, se traga a regañadientes los sapos que él lanza en la calma reflexiva de su comodidad hogareña…
Sus opciones como las del hijo prodigo, son pocas, un retiro digno, un cómodo sillón con derecho de picaporte a todas las arcas, o la humillación en la contienda, en caso de no ser pluri, la fácil pues.
Claro está que no le gusta estar supeditado a un orden partidario, recordemos que se fue como las chachas ladronas e ingratas.
Su nombre por si solo ya no espanta a muchos que lo han rebasado por la izquierda y por la derecha y eso también lo están midiendo.
Al tiempo…
¡Oh si!
Comments