Los presidentes de ambos países celebraron una jornada donde reconocieron el legado de chilenos exiliados en México.
Nuestro país y Chile reiteraron su amistad y cercanía pese a ubicarse en hemisferios opuestos, por el vínculo que se creó debido al asilo de miles de chilenos perseguidos por el régimen militar de Augusto Pinochet.
Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; y de Chile, Gabriel Boric, tuvieron una jornada en la que reconocieron el legado del exilio de chilenos en México auspiciado por el entonces embajador, Gonzalo Martínez Corbalá; y de cómo el presidente de Chile, Salvador Allende, ha sido la inspiración del presidente López Obrador.
La jornada inició con un encuentro en el Palacio de la Moneda, donde el 11 de septiembre de 1973 el presidente Allende murió en el golpe de Estado perpetrado por los mandos militares de aquella época y en el que Augusto Pinochet se consolidó como dictador.
La reunión bilateral de poco más de una hora y cinco minutos se desarrolló en el Salón Blanco del Palacio de La Moneda, donde Allende vivió sus últimos momentos hace medio siglo.
En su discurso, el presidente López Obrador reafirmó que el legado de Salvador Allende, quien pagó con su vida la defensa de la democracia, es un ejemplo a seguir en la actualidad.
El que opta por la lucha armada sabe que se trata de vencer o morir. Pero el que no quiere la violencia para su pueblo ni para nadie y ve con profundo respeto, con profundo amor incluso, al adversario, no merece ser tratado de esa manera. La traición de Augusto Pinochet fue abominable, es una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos.
El presidente Allende nos dejó muchas lecciones de humanismo, dignidad y democracia. De él aprendimos que la mejor forma de lograr una verdadera transformación depende en mucho del esfuerzo que hagamos para despertar la conciencia cívica, del cambio de mentalidad en nuestros pueblos, no sólo de un grupo o una minoría, sino de amplios sectores de la población, de una mayoría lo suficientemente poderosa para establecer un nuevo orden social y político", expuso López Obrador en su mensaje en el Palacio de la Moneda.
En tanto Boric señaló en su discurso en el Palacio de la Moneda que “los lazos de solidaridad que cruzan nuestra historia e hicieron más fuertes e indestructibles cuando a partir del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 México abrió las puertas de su Embajada y acogió a más de tres mil compatriotas en su tierra, les dio asilo contra la opresión, los cobijó y les brindó apoyo en un momento que era muy difícil para sus vidas y por eso hoy a nombre del Estado de Chile le agradezco, presidente la solidaridad de vuestro país para todos quienes en esos momentos duros lo estaban pasando mal".
El presidente chileno citó a Mon Laferte, Los Bunkers, Los Tres, Café Tacuba y a Gael García Bernal, como una muestra de que el intercambio cultural entre ambos países sigue vigente.
Retornan a embajada histórica
Tras su mensaje en la sede del gobierno de Chile, López Obrador y Boric, se dirigieron a la Residencia Oficial de la Embajada de México en Chile, donde en 1973 pasaron los refugiados que terminaron exiliados a México.
Ahí el presidente López Obrador reiteró que desde su época de estudiante universitario el golpe de Estado en Chile lo marcó y ha definido su gobierno, y por ello aceptó ser parte de la conmemoración del 50 aniversario de ese acontecimiento.
Siguiendo las enseñanzas del presidente Allende apostamos a que con la toma de conciencia de amplios sectores de la población es posible echar a andar y hacer realidad la transformación que requieren los pueblos de manera pacífica, con menos sacrificios y posiblemente con mayor profundidad", dijo López Obrador ante los veteranos del exilio chileno en México.
El presidente Boric insistió en que abordar el tema del golpe de Estado no significa que se polarice a la población, sino que con ello se reconoce un episodio que marcó a los chilenos y al resto de América Latina.
La hija del ex presidente Allende, Isabel, recibió en el acto conmemorativo la condecoración mexicana del Águila Azteca en grado de insignia, así como la reposición del collar de la orden mexicana del Águila Azteca que en su momento fue entregada a su padre.
Además los presidentes cancelaron el timbre postal que el gobierno mexicano dedicó al Embajador Gonzalo Martínez Corbalá, quien en 1973 instrumentó las medidas para brindar el asilo a los chilenos que tuvieron que refugiarse en México.
Por la noche, el presidente López Obrador acudió a la cena ofrecida por Boric en la cancillería chilena a los jefes de Estado que participan en la conmemoración del 50 aniversario del Golpe.
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