top of page
periodicoyapuebla

Narcotraficantes usaron a adictos para probar fentanilo



Los delincuentes utilizaron a consumidores como animales de prueba para hacer mezclas de drogas, señaló el Centro Binacional de Derechos Humanos


Adictos que rondan en la zona de la canalización del río Tijuana, en Baja California, fueron utilizados por miembros de cárteles del narcotráfico para experimentar con mezclas de fentanilo y otras sustancias, para así determinar dosis que, si bien generaran mayor dependencia a las drogas, no fueran mortales.


Así lo afirma Víctor Clark, director del Centro Binacional de Derechos Humanos, quien asegura que hubo toda una “estrategia de mercadotecnia” para introducir el fentanilo entre los consumidores de esa frontera, una especie de “proceso para formar adictos”.


Empezaron a mezclar el fentanilo con otras drogas… con heroína, cocaína, metanfetamina, con el propósito de crearles resistencia en el consumo de fentanilo, fue un proceso de, entre comillas, educación a los adictos de las calles, para que ellos dijeran que los efectos eran distintos, que las drogas eran más potentes”, indicó.

En Tijuana, los decomisos de fentanilo se han incrementado más de 200% en los últimos cuatro meses, de acuerdo con cifras de la Seguridad Ciudadana de Baja California.


Sobre el uso de personas para probar los efectos del fentanilo y diferentes dosis, el mes pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló que hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, conocidos como Los Chapitos, experimentaron con una mujer, inyectándole dosis repetidas de fentanilo hasta que falleció.



Adictos, conejillos de indias de cárteles


Los adictos de la canalización del río Tijuana fueron conejillos de indias de los cárteles del narcotráfico que, desde hace cinco años, comenzaron a mezclar el fentanilo con otras sustancias, con el fin de cuantificar las dosis que podía soportar un ser humano y disminuir las muertes por sobredosis de este opioide, informó el director del Centro Binacional de Derechos Humanos, Víctor Clark, quien precisó que la oleada de esta droga llegó de Estados Unidos a nuestro país.


Así, la droga que hoy en día ha enfrentado a los gobiernos de México y Washington comenzó a ser comercializada en nuestra frontera, a fin de elevar las ganancias y reducir los riesgos de pérdida, toda vez que un frasco de unos cuantos mililitros evita la necesidad de transportar grandes volúmenes de drogas como la mariguana o de excavar túneles para enviar cocaína al vecino país.


De hecho, el tráfico del fentanilo es el adiós a los narcotúneles, ya que su poco volumen permite el tráfico hormiga entre ambos países, y aunque el aseguramiento de fentanilo se ha disparado hasta en un 200% en esta frontera —según la Secretaría de Seguridad de Baja California— donde apenas en marzo pasado mes de marzo fueron decomisadas más de un millón 800 mil pastillas por el Ejército, poca a nula mella le han hecho estos operativos al trasiego de droga entre México y EU.


El mayor aseguramiento anterior tuvo lugar en enero de este año, cuando el mismo Ejército detectó un cargamento de más de 100 mil pastillas en una narcobodega desmantelada en la colonia Cerro Colorado, en Tijuana, que debe su nombre precisamente a la elevación del mismo nombre.



Según información del secretario de Seguridad Pública Ciudadana, general Leopoldo Aguilar, los cárteles se valen de avionetas para transportar la droga desde puntos como Manzanillo hasta Tijuana y, de este punto, en barco, camiones o carros para llevarlos al otro lado de la frontera. Pero los narcotúneles quedan descartados.


Por su parte, Clark añadió que “hay toda una estrategia de mercadotecnica para la introducción del fentanilo en Tijuana. Hace aproximadamente cinco años detecté en la zona del canal a adictos que empezaban a demandar fentanilo cuando no era algo común, se trataba de migrantes deportados que ya consumían fentanilo en EU y que aquí lo comenzaban a demandar.


Es cuando se da esta demanda, pero el fentanilo ya había cobrado fuerza en Estados Unidos, que los grupos del crimen organizado de manera muy hábil y utilizando estrategias de introducción de un nuevo producto en el mercado, empezaron a mezclar el fentanilo con otras drogas, mezclándolo con heroína, cocaína, mefanfetamina, con el propósito de crearles resistencia en el consumo de fentanilo, fue un proceso de, entre comillas, educación a los adictos de las calles, para que ellos dijeran que los efectos eran distintos, que las drogas eran más potentes”, declaró.

Agregó que al visitar la Estancia Municipal de Infractores, “los custodios declaraban que recibían personas que no vienen drogadas con heroína o cristal, no sabían lo que es, pues estaban apareciendo adictos que ya estaban consumiendo fentanilo, un proceso para formar adictos”.


De acuerdo con el antropólogo, desde hace cinco años la sustancia llegó a Tijuana a través de los consumidores deportados de Estados Unidos, y precisó que el consumo de fentanilo ha incrementado en la frontera y lamentablemente las autoridades desconocen cuántas personas mueren por la letal sustancia.


Una vez pasado ese proceso comienzan a comercializar abiertamente como fentanilo en las calles de la ciudad, que son ‘las cuatro M’ que se vende en 100 pesos, o 25 pesos por pastilla. Y mientras en Estados Unidos hay 200 muertos diarios, la Cruz Roja dice que atiende 80 personas por fentanilo al mes, sin que la autoridad nos informe cuántos de ellos mueren por sobredosis”.

Las primeras muertes documentadas como resultado del consumo de fentanilo tuvieron lugar en marzo de 2018 cuando un taxista que cubría la ruta Tijuana-Rosarito falleció por una sobredosis de la droga, que en esos años apenas comenzaba a ser introducida en nuestra frontera.


De acuerdo con personal de enfermería del Hospital General de Rosarito, la viuda entregó un frasco de droga a los amigos del difunto que asistieron al velorio y la noche del 31 de marzo de ese año, tres choferes fueron encontrados en estado sumamente grave y tirados en la vía pública al lado de sus unidades, de acuerdo con el parte informativo presentado por policías municipales.


Posteriormente, los conductores perdieron la vida, ya que no había medicamentos que les ayudaran a estabilizarlos y que, de acuerdo con los médicos que los atendieron, eran excesivamente costosos.


Este químico vino a hacer más lucrativo el mercado de la droga, donde las ganancias son mayores en la medida en que disminuye el número de decomisos, de riesgo de pérdidas de mercancía y de costos de transporte, explicó.


El fentanilo se inhala, se inyecta, es una gran oportunidad para el crimen organizado para obtener grandes recursos”.

Clark Alfaro puntualizó que sí hay producción de fentanilo en nuestro país y descartó que este opioide, que no es exportado a Estados Unidos, se consuma en el mercado local, toda vez que hay droga fabricada expresamente para la exportación y producto dirigido al mercado local.


No comparto la visión de que el fentanilo que no cruza se queda aquí, hay una producción para el lado estadunidense y el mercado regional, los grupos criminales producen fentanilo para el mercado local donde se ha ido expandiendo rápidamente el consumo en el mercado local, pero no comparto que el fentanilo que no está cruzando se está quedando en Tijuana para su consumo”, agregó.


Los Chapitos, involucrados


Entre los criminales inmiscuidos en el uso de adictos como conejillos de indias están Los Chapitos, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar —por quienes EU ofrece 20 millones de dólares— y Ovidio Guzmán López (detenido en nuestro país).


De acuerdo con agencias de seguridad del vecino país del norte, estos sujetos experimentaron con sus víctimas para calcular las dosis exactas del fentanilo. Medios internacionales detallan que en 2022, gatilleros de Los Chapitos experimentaron con una rival que fue plagiada, a quien le suministraron dosis del opioide de forma continua hasta fallecer.

Comments


SSP-940x70.gif
bottom of page