Nick A. Romero H / expertoanimal.com
Las ballenas corresponden al grupo de mamíferos marinos, donde encontramos a algunos de los animales más sorprendentes por sus grandes tamaños. De hecho, aquí se ubica el animal más grande del mundo. Comúnmente estos cetáceos se dividen en ballenas barbadas, ubicadas en el suborden Mysticeti, y ballenas dentadas, que corresponden con el suborden Odontoceti. En las primeras, tenemos las especies que poseen barbas, por ejemplo, la ballena azul (Balaenoptera musculus). El segundo grupo se caracteriza por la presencia de dientes, como la orca común (Orcinus orca) y todas las especies de delfines. El ancestro de las ballenas es un mamífero terrestre, y su pariente vivo más cercano es el hipopótamo. Anímate a seguir leyendo este artículo, para conocer más sobre el origen y evolución de las ballenas.
Origen de las ballenas
Por mucho tiempo, se pensó que las ballenas eran un tipo de peces. No fue hasta los estudios del científico Linneo, hacía 1735, que se demostró que las ballenas son mamíferos acuáticos. Más tarde, a mediados de 1800, el otro famoso científico y padre de la evolución, Darwin, terminó por reafirmar.
Desde hace décadas, sabemos que la vida se originó en los océanos y que, luego de una diversidad importante en este medio, vino la conquista del medio terrestre. No obstante, varios grupos de animales vertebrados, entre ellos los cetáceos, reinvadieron el medio acuático.
Así, en la actualidad, los cetáceos, donde se ubican las ballenas, son el grupo de mamíferos acuáticos más diverso y dominante en el tipo de hábitat donde se desarrollan. Por otro lado, este grupo se describe como el que ha tenido el proceso macroevolutivo más importante dentro de los mamíferos.
El origen de las ballenas y en general de los cetáceos, implicó unos cambios anatómicos, fisiológicos y de hábitos trascendentales en estos animales. Como es común en los temas sobre la evolución y de los antepasados de las ballenas, durante mucho tiempo han existido controversias sobre cómo evolucionaron los cetáceos y, de hecho, aún faltan muchos aspectos por aclarar.
No obstante, en la actualidad hay consenso, dado los avances en paleontología y morfología, que los cetáceos y dentro de estos, las ballenas, descendieron de un grupo de mamíferos terrestres, clasificados en los artiodáctilos, que actualmente se conocen como ungulados de dedos pares, por ejemplo, cerdos, jirafas, ciervos, ganados, cabras, ovejas, hipopótamos, entre otros.
Así, taxonómicamente se ha creado un super orden, para agrupar a los artiodáctilos y los cetáceos, denominado Cetartiodactyla; el cual tiene la intención de expresar las relaciones evolutivas y por ende el parentesco que hay entre estos dos grupos.
Por otro lado, la evidencia morfológica y molecular ha permitido conocer que los hipopótamos son los parientes vivos más cercanos que tienen los cetáceos, ya que estos comparten un ancestro común que se ha extinguido y era de hábitos semi acuáticos. Además, alrededor de hace unos 34 millones de años, ocurrió una separación de los cetáceos, que hoy conocemos como odontocetos y misticetos; ballenas dentadas y ballenas barbadas.
Evolución de las ballenas a partir de sus ancestros terrestres
El ancestro terrestre de las ballenas no fue nada fácil de encontrar y de identificar. No obstante, hoy se sabe que el proceso evolutivo de mamíferos terrestres a acuáticos implicó diversas transformaciones importantes.
Uno de los primeros hallazgos ocurrió en Pakistán, en el año 1978, donde encontraron restos fósiles de un animal bautizado como Pakicetus. Este ejemplar, con forma similar a un lobo, se estima que tenía hábitos anfibios, es decir, era de hábitos semi acuáticos, aunque sobre esto ha habido controversias. Sin embargo, se pudo identificar que la estructura de los huesecillos auditivos es igual a la que tienen los cetáceos actuales.
De esta manera, se estableció a Pakicetus como la ballena más basal que existió, por lo que indiscutiblemente era el ancestro de estos mamíferos marinos. Así, fue clasificado como un artiodáctilo y pariente de los hipopótamos.
Luego, en el 1995, se encontró un fósil, llamado Ambulocetus, que se traduce como ballena caminante, también conocidas como ballenas terrestres. En este, si se identificaron características irrefutables de una vida anfibia, estableciéndose su relación entre la vida terrestre y acuática, como un predecesor de los actuales cetáceos.
Después se fueron encontrando otros fósiles, que permitieron conocer el proceso evolutivo más detallado de los mamíferos que finalmente devinieron en el grupo acuático que hoy conocemos como cetáceos actuales.
A continuación, te presentamos en el orden en que fueron evolucionando algunos antecesores de las ballenas:
Dalanistes
Rodhocetus
Takracetus
Gaviacetus
Dorudon
Basilosaurus
¿Por qué evolucionaron las ballenas?
Las ballenas, a pesar, de sus perfectas adaptaciones para la vida marina, mantienen ciertas características de los animales mamíferos, como amamantar, ser de sangre caliente o tener un corazón con cuatro cámaras, entre otros.
Las primeras ideas evolutivas sobre las ballenas, hechas por Darwin, postularon que probablemente estas podían haberse originado a partir de osos polares, estando bajo la selección natural, estos excelentes nadadores, al estar cada vez más tiempo dentro del agua, pudieron ir evolucionado hacia los mamíferos marinos que luego se conocieron. Sin embargo, con el tiempo, estas ideas fueron descartadas. También se ha discutido que Darwin no afirmó que las ballenas se originaron de un linaje de osos.
Se estima que los antepasados de las ballenas se vieron presionados por los cambios ambientales, por lo que cada vez más se vieron obligados a mantenerse en el agua, donde ya podían mantenerse sin problema y, entonces, empezaron a ocurrir las adaptaciones para una transición final, la cual, ocurrió en millones de años; como normalmente suceden los cambios evolutivos.
Finalmente, podemos comentarte que las ballenas actuales surgieron como un grupo totalmente nuevo. No ocurrió ninguna degeneración de los mamíferos o se transformaron en un tipo de peces. Estas, además de los rasgos arriba mencionados que son comunes en mamíferos, mantienen otros. Uno, tiene que ver en la forma en que nadan, haciendo movimientos similares a como se mueven los mamíferos terrestres, movilizando el cuerpo de arriba hacia abajo, y no de lado como nadan los peces. El otro rasgo, es que los huesos de las aletas son similares a la de los dedos, diferenciándose de los rayos que presentes en los peces.
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