Entre las demandas se encuentran atención integral a víctimas, prevención de delitos y no dejar impunes los ataques contra mujeres
Como parte del Día Internacional de las Mujeres, varias activistas propusieron a los tres candidatos presenciales una serie de acciones contra la violencia de género, a implementar una vez que ganen la Presidencia.
Entrevistadas por medios nacionales, Patricia Olamendi, Sarai Aguilar y Claudia Trujillo coinciden en que, hasta ahora, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez han propuesto generalidades y en sus campañas persiste una idea antigua de las mujeres en la política, como si fueran un tema más, sin entender su peso en el desarrollo del país.
Para Olamendi, doctora en Derecho y militante por la igualdad, urge que la próxima presidenta o presidente declare cero tolerancia para la violencia contra mujeres y construya un sistema de justicia a favor de las víctimas. ‘Ni una más’, debe ser la consigna de las campañas, afirmó.
Aguilar, doctora en educación y catedrática en la UANL, señala que lo principal es reducir la impunidad y dar servicios de atención a las sobrevivientes de las violencias.
Para Trujillo, abogada e integrante de la Colectiva de Mujeres 50+1, lo mínimo a implementar en el próximo sexenio es una estrategia de prevención de delitos, impulso de desarrollo urbano y movilidad segura, así como garantizar sentencias ejemplares a violentadores.
Acciones más que discursos; necesaria, una agenda de género
Los candidatos a la Presidencia de la República han dejado de lado la agenda de género, hablan generalidades sobre temas feministas, pero no presentan propuestas de acciones concretas, advierten activistas.
En entrevista a medios nacionales, Patricia Olamendi, Sarai Aguilar y Claudia Trujillo coinciden en que, hasta ahora, en los discursos de Claudia Sheinbaum, candidata de la alianza Sigamos Haciendo Historia; Xóchitl Gálvez, de Frente y Corazón por México, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, persiste una idea antigua de las mujeres en la política, como si fueran un tema más, sin entender el peso que hoy tienen en la economía, la seguridad, el desarrollo social y la educación.
Urgen a los abanderados presidenciales a diferenciar entre lo importante y lo urgente.
Al ser cuestionada sobre lo que hasta ahora han manifestado los tres candidatos respecto de la agenda de y para las mujeres, Patricia Olamendi, quien fue coordinadora del Mecanismo de Seguimiento contra la Violencia hacia las Mujeres en la OEA, los llamó a recordar que “el país ya cambió, el voto de las mujeres es decisivo para el triunfo de quien quiera gobernar México y tienen que ganarse el voto de Mujeres, sobre la base de comprometerse con sus demandas”.
Sarai Aguilar, doctora en educación y catedrática de la UANL, afirmó que aunque Sheinbaum se ha denominado como partidaria del feminismo social y Xóchitl ha manifestado su interés en los derechos humanos de las mujeres indígenas y una cercanía con las madres buscadoras, las propuestas de ambas “no serán tan importantes si y sólo si se transforman en realidades y no sólo en pactos y firmas de compromiso de campaña”.
Para Claudia Trujillo, quien desde Movimiento Ciudadano promueve desde 2013 la participación política nacional de las mujeres, todos hablan de igualdad y atención a la violencia, pero sin decir cómo. “Mientras se piense en los temas de las mujeres como una agenda sólo de mujeres, no avanzaremos; la perspectiva de género es y debe verse en forma transversal, mujer en gobierno, en la economía, en la producción agrícola, en fin, en todos los temas del país”, aseveró.
—Existen dos aspirantes mujeres y un hombre. ¿Cuál es su balance hasta ahora el peso que el factor género tiene en esta contienda, toda vez que resulta inédito la presencia de dos candidatas con posibilidades de ganar?
—“Eso es precisamente lo que queremos que se reconozca, que las mujeres en México hemos avanzado y que hoy podemos disputar, no sólo un cargo, sino también el poder político y económico, la presencia y participación de dos mujeres que pueden ganar la Presidencia debe de significar.
Con la llegada de la primera presidenta de México, tiene que acabar la violencia, tienen que asegurarse mejores empleos, tienen que comprometerse con un piso parejo para todas las niñas y los niños sin discriminación; no queremos una mujer vestida de mujer que represente al patriarcado y sus intereses”, lanzó Olamendi, quien entre 2012 y 2014 fue electa por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU como experta para los temas de discriminación y primera mujer en presidir la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas.
Al respecto, Aguilar, quien también es columnista en Grupo Milenio, además de conferencista, consideró que “se deberá poner sobre el tablero que la visibilización puede traer una falsa idea de que la igualdad se ha alcanzado. Y si bien se ha avanzado en paridad en los llamados ‘techos de cristal’, en especial en la arena política no podemos negar que no se ha dado de forma simultánea en todos los estratos. No obstante, no deja de congratularnos en que sea la primera vez que una mujer ostente la máxima posición del país”.
Trujillo consideró sumamente trascendental la presencia de dos mujeres en la boleta del 2 de junio. Aunque ser mujer no ha garantizado el voto de la mujer, sino Vázquez Mota hubiera ganado”.
Hoy la ciudadanía ve como una posibilidad real que una mujer sea Presidenta; nunca habíamos estado tan cerca y con ello va la alta responsabilidad de que se aborden de verdad los temas de la agenda feminista”, resaltó la integrante de redes y colectivas como 50 más 1, Mujeres en Plural, Repare, entre otras.
Medidas integrales
— Hay situaciones que al margen de enfoques y consideraciones partidistas e ideológicas son comunes y urgentes. ¿Cuáles son los mínimos que usted considera debiera tener una oferta presidencial frente a las situaciones de violencia que afrontan ahora las mexicanas?, se les cuestionó a las activistas...
—“Un mínimo que debe de tener la propuesta es tener acceso a la justicia con perspectiva de género de manera real y sustantiva, y no sólo con decretos o propuestas de campaña”, refirió la especialista en cultura con perspectiva de género Sarai Aguilar.
Abundó en que “las sobrevivientes de violencia necesitan un servicio de atención integral que incluye desde juzgados de lo familiar, ministerios públicos, policías que tengan formación con perspectiva de género, que no invaliden sus denuncias, atención médica y psicológica durante y posterior al evento. Atención integral a familias, pues el núcleo queda dañado, por ejemplo, en el caso de desapariciones. Centros de capacitación para generar ingresos, para aquellas que tienen que comenzar de nuevo, etcétera”.
Olamendi, reconocida con el Mérito Civil por los reyes de España, subrayó que “dos son los grandes obstáculos para que las mujeres podamos desarrollarnos libremente: la violencia y la pobreza, ambos tienen rostro de mujer”. Puntualizó que es urgente generar acciones de política pública, destinadas a minorar las brechas de desigualdad, y asegurar que los hogares sostenidos por una mujer reciban los apoyos necesarios.
Trujillo refirió que “lo mínimo debería ser presentar una gran estrategia en materia de prevención, de atención, desarrollo urbano y movilidad segura, de coordinación ciudadana, registros de violentadores, reformas legales adecuadas a la realidad que se vive, sentencias ejemplares, que den cuenta que no más impunidad”.
Libertad desde las campañas
—¿Consideras que las candidatas están construyendo con libertad sus campañas electorales? ¿Son candidatas independientes? ¿Podrán ser autónomas en su campaña?, se les preguntó.
—“No se ha visibilizado una autonomía real de parte de ellas, siento que las dos, tanto en Claudia, como en Xóchitl, quizás estén puestas las mejores intenciones de un país más igualitario, menos corrupto, con más oportunidades, pero siento que la agenda no la están marcando ellas, que responden a intereses, tanto en una parte como otra”, indicó Olamendi.
Para Trujillo, “Claudia ha cuidado hacer todo en términos de paridad; sin embargo, su origen es súper machista y patriarcal en la sumisión que todas las de la 4T le dan a Andrés Manuel López Obrador. Xóchitl manda un mensaje de mujer de lucha, pero quienes traen el timón son sus dirigentes, ellos mandan el mensaje de poder y decisiones. Y Jorge habla de temas feministas como propios, segmentando su nuevo feminismo a las jóvenes, no sé integra al resto de la población femenina”.
En ello coincide Aguilar. “En el caso de las candidatas podemos asegurar que visiblemente ellas no son las personas que están tomando las riendas de su campaña. Por el lado de Sheinbaum, vemos claramente la línea presidencial tomando cargo del futuro, de incluso de la continuación de su plan a través de ella. Y en el caso de Xóchitl, desgraciadamente tampoco vemos una independencia total de ella, esto fue notorio desde su incapacidad para poder deslindarse u oponerse más bien de manera fuerte a las plurinominales”.
Las tres feministas agregaron que más allá de la bandera del género, las candidatas deben apegarse a una agenda de prevención y atención en temas de violencia contra mujeres.
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