En el mundo ajetreado en el que vivimos hoy en día, terminarnos de despertar puede resultar una tarea bastante difícil: y es que si volvemos al mundo real tenemos que enfrentarnos a los retos del trabajo, el estudio o los de la socialización ─que ya de por sí son bastantes─. Esta es la razón por la que hace ya muchos años tenemos que convivir con un mal necesario: la alarma despertadora. Y aunque la gran mayoría de nosotros tenemos una en nuestras casas, seguramente no podemos responder a quién inventó el despertador, ¿no es verdad? Bueno, ¡no te preocupes! En este artículo te lo contamos todo al respecto.
Pero ¿Cómo se despertaba la gente cuando no había despertador?
Antes de preguntarnos sobre quién inventó el despertador, debemos mencionar algunas de las maneras en las que el hombre lograba despertarse todas las mañanas en un horario, más o menos, específico. Sabemos lo que estás pensando, «bueno, siempre ha habido gallos«, y tienes razón, pero no siempre han sido el despertador más confiable. Contrariamente a la creencia de alguien que no ha pasado tiempo en una granja, los gallos son, en realidad, pésimos como alarmas, ya que hacen ruido por cualquier cosa y en cualquier momento, lo que hace sea difícil adaptarse a ellos.
Los guerreros indígenas americanos usaron su vejiga para levantarse por la mañana. Según el libro de 1984 de Stanley Vestal, Warpath: La verdadera historia de los sioux, «los guerreros indios podían determinar con antelación su hora de levantar regulando la cantidad de agua que tomaban antes de acostarse».
Ahora bien, aunque no lo creas, durante mucho tiempo también existieron los despertadores humanos, incluso después de que apareciera la respuesta a quién inventó el despertador.
Aunque los relojes de alarma personales fueron patentados en Europa en 1847 (y 1876 en América), realmente no se esparcieron hasta mucho más tarde. Simplemente no eran tan necesarias cuando los ‘golpeadores’ vagaban por las calles.
Trabajando en Gran Bretaña e Irlanda hasta la década de 1970, estos relojes de alarma humanos golpeaban las ventanas de los dormitorios de sus clientes hasta que estuvieran seguros de que la persona estaba despierta.
Dado que sus servicios eran más asequibles que la compra de un reloj caro, el negocio de los golpeadores comenzó y se extendió durante la Revolución Industrial. Los golpeadores más sofisticados usarían martillos suaves, bastones largos con perillas en el extremo o, si el dormitorio era muy difícil de alcanzar desde el suelo, dispararían guisantes secos para golpear las ventanas de sus clientes.
¡Ahora sí! ¿Quién inventó el despertador?
Según los diferentes estudios, el prototipo más antiguo que puede responder a quién inventó el despertador fue inventado por los griegos cerca al año 250 a.C. Este dispositivo funcionaba con la marea, lo que quiere decir que cuando el agua llegaba a determinado nivel hacía sonar un pájaro mecánico.
Tiempo después y en aras de ‘superar’ a los rayos del sol y la potencia del canto de los gallos, en 1787, el inventor americano Levi Hutchins creó el primer despertador personal conocido. Para poder dar mayor precisión al sonido, el inventor decidió atar un cordel a la manecilla pequeña del reloj, lo que haría que sonara una campana en la hora determinada: el problema es que esa ‘hora ideal’ para el creador eran las 4 de la mañana.
Despreocupado con el potencial comercial de su dispositivo, Hutchins no se molestó en adquirir una patente para ser reconocido como quién inventó el despertador, ni hizo que el temporizador fuera ajustable. Sin embargo y aunque tenía sus inconvenientes, este pequeño invento fue uno de los grandes pasos hacia los dispositivos modernos de este estilo. Gracias a eso, hoy encontramos despertadores en casi todos los electrodomésticos o aparatos electrónicos cotidianos.
Leonardo Da Vinci también colaboró a la invención del despertador
Otra de las respuestas famosas a quién inventó el despertador es Leonardo Da Vinci, de quien cuentan que hizo un diseño conformado por un platillo redondo soportado por un tubo que, a su vez, hacía de palanca de dos brazos. Al final del tubo se sostenía un platillo con agua y del que se extendían dos cuerdas hacia los pies de la persona que estaba durmiendo. Cuando el plato redondo se llenaba a la mitad hacía oscilar el platillo plano, que vertía el agua por el tubo y hacía que las cuerdas amarradas al tobillo se tensarán y tiraran al durmiente.
La verdad es que, si el invento de Da Vinci verdaderamente existió, es difícil creer que tuviera mucho éxito.
Y tú, ¿utilizas la alarma en casa? ¿conocías todos estos datos interesantes sobre quién inventó el despertador? No dudes en contárnoslo todo en la sección de comentarios, porque estamos ansiosos por leerte. ¡Hasta pronto!
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