Por: Ernesto Miguel García Cholula // @MigueCholula
Dicen los que saben, que la funcionaria que salió peor que reprobada en su comparecencia ante el Pleno del Congreso del Estado por la glosa del cuarto informe de gobierno en Puebla, fue la titular de Movilidad y Transporte, Elsa Broncamente, quien a diferencia de sus compañeros de gabinete salió por la puerta de atrás, sin resultados, sin respuestas concretas, con escusas y promesas de que el transporte público cambiaría, situación que por cierto nadie le creyó.
Y no es para menos, doña Elsa lleva en el cargo ya dos años, y no ha podido acabar con los pendientes de esta Secretaría, como es la modernización de las unidades, la instalación de botones de pánico, sacar de circulación esas unidades viejas y terminar con el transporte irregular, que por cierto sigue haciendo de las suyas en los diferentes derroteros.
Súmele la falta de capacitación a los choferes, los malos tratos que reciben los usuarios sigue siendo el pan de cada día, los innumerables reportes que se hacen vía redes sociales, y que solo quedan ahí, y sobre todo la nula estrategia de movilidad que pregona la funcionaria estatal a través de sus canales de comunicación, que por cierto no comunican.
Además agréguele que a lo largo y ancho de la ciudad, pero principalmente en el periférico que para nada es ecológico, y en las unidades de plataformas ejecutivas sigue habiendo deficiencias e irregularidades, que a la fecha no ha podido resolver doña Elsa a pesar de que en el 2022 prometió que lo haría, ¿Será que tendremos que esperar otro año? Y después es año de elecciones y entonces… ¿Para cuándo doña Elsa?
Lo que sí es que dicen los que saben, es que Elsa Bracamonte tiene los días contados, para dar respuesta a las decenas de quejas que a diario se registran en el transporte público, una tarea que no es fácil, pero que si no se ve el cambio pronto, seguramente será una de las primeras, o la primera, en salir del gabinete del Gobernador Sergio Salomón Céspedes.
Por lo mientras los usuarios, que somos muchos, seguiremos en la espera de un “cambio verdadero” en el transporte, donde los accidentes disminuyan, los choferes se pongan del lado del pasajero, y donde el servicio sea de calidad tal como se prometió en el 2019, cuando se incrementó el pasaje de 6 a 8 pesos con 50 pesos. ¿O me equivoco?
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