Por: @inforneutra
Pasar por encima de la gente que confió en ellos cuando llegaron con su máscara de humildad y buena gente es lo de hoy; ahí nace la decepción y la desconfianza y la gente se pregunta ¿cuántos de ellos tienen las bolsas llenas de dinero mal habido y las manos manchadas de sangre?
Ante la decepción de esos hipócritas, los esqueletos de la democracia aguardan salir el día "D", esos no perdonaran los hayan hecho a un lado…
De hecho ya se está viendo que por la soberbia muchos se van a la casa de enfrente por la mala operación o por ser ignorados, los operadores no terminan de entender que esto se gana o se pierde con un voto y no a todos les van a ayudar desde las alturas…
Dice la variante de Isaías 41:13 “ayúdate que yo te ayudaré”, pero ni ellos mismo se ayudan y creen que es la misma tendencia del 2018 en donde muchos arribistas llegaron a una posición por el efecto López Obrador ¿cómo?
Es más fácil caer, en todos los cuarteles, en la soberbia y hacerlas su principal consejera, la humillación al contendiente es la máxima y para todos el bisne es el fin… ¡punto!
¿Y el trabajo apá?
No hay prioridad más grande que hacer que sanear sus empresas, agrandar el patrimonio, despojar propiedades, el asunto es dinero, al final y al cabo, vulgar y corriente dinero, que cuando se mueran no se llevan consigo.
Así se las gastan los candidatos desde la presidencia hasta el suplente de regidor que sueña ser el primero en la lista, la mayoría solo simulan ser buenas gentes aquí no vale la amistad de años, aquí la confianza y los secretos confiados en sus gentes son importantes pero mal pagados en la mayoría de las veces, a muchos y muchas se les olvida que los ciudadanos los vimos genuflexos realizando una felación con el poderoso en turno o que se les vio entrando sus gentes sin avisar a la oficina, hasta verlos guardarse fajos de billetes de los moches obligados…
Quienes los rodean saben que si hablan no se la acaban y los patrones saben que sus gatos no dirán jamás ni una palabra… Pactos peligrosos de lealtad, lealtad que en la mayoría de las veces es mal pagada.
Para ejemplos hay muchos, cuántas mujeres y hombres valiosos que hacen talacha y en el mejor de los casos nomás no les toca más que una suplencia o con el consabido “esto es muy grande y vamos a caber todos…” les van pateando el balón hasta que se pierden porque llegando a la administración las cosas no son lo que parecen aunque se digan conocedores de la “estructura” nadie quiere perder su coto de poder.
Según tratados, según la historia y autores que están a un nivel incomprensible, para la incipiente y mediocre clase política aldeana, como lo dice el politólogo alemán Marx Weber: “…el poder es un mando fáctico, es una fuerza que se impone aun contra la voluntad del otro y sin importar la razón de aquella. En cambio, en la dominación es indispensable la existencia de un orden legal, de un ordenamiento que permita mandar a otro u otros”... Weber... para muchos que solo tienen primaria trunca, fue estudioso de la política y administración pública, en fin, las artes y ciencias de gobierno.
La dominación a la que nos hemos sometido, por un grupúsculo, del color que sea, es una especie de esclavitud moderna, pues ordenan y mandan lo que sus testículos digan.
Este proceso es harto visto y, se espera una vez más que cuando lleguen se aplicará “la barredora” avasallando los principios y ética de la buena política y buen gobierno.
La mayoría llegan con las manos manchadas de sangre, la cola sucia, la cara tiznada, a todos los agraviados los han minimizado, los sobajaron y peor aún, les robaron, prometiéndoles cargos… en el día “D” se las cobraran todas… al tiempo…
Bendito proceso donde en lo encontrado de los discursos el rencor no cabe ser guardado pero los actos demostraran el descontento al interior de los ciudadanos de todos los colores.
¡Oh sí!
コメント