Por: @inforneutra
Que recuerdos de ese "Hoyote" que vistió al mediocre gobierno del Pro-Hombre fundador de la “Nueva Clase Política” no poblana, aldeana... así como ahora, ese hoyote es fuente que resguarda pestilencia, igual al proceso político que se vive, un verdadero charco dentro del socavón.
Así como fue el rescate de esos perritos juguetones como barbosistas con diputación que jaló reflectores, así esperan su recate muchos “perros y perras” ahora candidatos, zalameros y falderos, cobardes de enfrentar al ciudadano de puerta en puerta, pues cuando fueron elegidos la primera vez jamás, regresaron… la gente dice “perros mal agradecidos”… criollos, sin clase… variopintos de todos los partidos…
A muchos los dejarán adentro, no verán esa “mano amiga”, que los rescate del lodo y agua puerca en el que han caído.
Así este socavón político en la aldea que cada vez se hace más profundo, y no cualquiera podrá salir avante y limpio, sobre todo, pisan en terreno endeble, y no se fijan donde ponen los pies, muchos los ponen en el lodo, otros más pisan “porquería” sin fijarse…
El socavón es grande y apesta, con las aguas se pondrá peor, los calores producirán más efervescencia, las bolsas de hielo escasean, o en su caso son las más cotizadas.
Muchas bolsas de hielo para enfriarles la cabeza a mucho se necesitan para cerrar decentemente el último tramo campañero, ya vieron muchos que no traen nada, su celular en la mano, nada más y con eso justifican recorridos con 20 gatos, y cambio de ropa para el siguiente punto, la misma gente con diferente pose para que no se vea que son los mismos en todos los eventos es la constante.
El termómetro de esa desesperación son las denuncias de humo, en ruedas de prensa piteras justificantes, de poco trabajo en campo que les hacen perder el poco tiempo que les queda…
El reflector fácil, pues.
Quisieran días de 30 horas para “chambiarle duro” a su fallida campaña.
Ni con esas 30 horas que tuviera el día sus números crecen y al contrario se caen, los eventos se cancelan y lo peor el dinero ya no alcanzara para el día “D”, que es cuando más se necesitará.
Algunos librarán ese socavón, otros como si caminaran de noche en un camino desconocido caerán inevitablemente en el hoyote del olvido del final de cualquier proceso electoral... y los medianamente afortunados regresaran a sus oficinas a hacer la entrega-recepción en el cambio de administración…
¡Oh, sí!
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