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UNAM adelantará relevo en Rectoría



Contrario a lo usual, la convocatoria para la sucesión en la máxima casa de estudios del país saldrá en agosto, cuando, históricamente, se ha emitido entre septiembre y octubre


La Junta de Gobierno de la UNAM apresurará el proceso de sucesión en Rectoría, pues se prepara para presentar la convocatoria este mismo mes.


En los últimos cinco procesos, la Junta lanzó la convocatoria entre la tercera semana de septiembre y la primera de octubre. Sin embargo, esta vez la instancia universitaria considera la necesidad de hacerlo en agosto, por lo que estaría lista en los próximos días.


En la convocatoria, tradicionalmente, la Junta de Gobierno llama a la comunidad universitaria a expresar los nombres de las personas que considera idóneas para ocupar el cargo y las razones de sus propuestas.


Además, integrantes de la junta, divididos en comisiones, visitan sedes en la zona metropolitana y en Ciudad Universitaria, lo que se hace desde ya hace cinco procesos. En esta ocasión, también acudirán a sedes de todo el país y fuera de México.


Según los datos obtenidos por este diario con integrantes de la Junta de Gobierno, se analiza que los aspirantes a la Rectoría puedan sostener diálogos con diferentes comunidades de la UNAM.


Este mes, convocatoria en la UNAM


La Junta de Gobierno de la UNAM se prepara para adelantar el proceso de sucesión de la Rectoría y emitir la convocatoria en este mismo mes de agosto.


Si bien desde hace ya cinco procesos, la Junta se divide en comisiones para visitar sedes en la zona metropolitana y en Ciudad Universitaria, en esta ocasión también irán a todo el país y a las sedes fuera de México.


De acuerdo con integrantes de la Junta, está en análisis que los aspirantes a la Rectoría puedan sostener diálogos con diferentes comunidades de la UNAM.


En los últimos 5 procesos de sucesión, la Junta de Gobierno de la UNAM emitió la convocatoria entre la tercera semana de septiembre y la primera de octubre, sin embargo, esta vez, la Junta considera la necesidad de emitirla en este mismo mes de agosto, por lo que el llamado banderazo de salida está a unos días de darse, según la información obtenida.


De manera tradicional en la convocatoria para la Rectoría, la Junta de Gobierno hace un exhorto a la comunidad universitaria para que exprese los nombres de las personas que considera idóneas para ocupar el cargo y las razones de sus propuestas.


En 2015, por primera vez, el órgano de la Universidad, decidió que desde el momento en que los académicos aceptaran ser propuestos por la comunidad y estimaran cumplir con los requisitos establecidos en la legislación universitaria, deberían presentar curriculum vitae, semblanza profesional y proyecto de trabajo para ser considerados, entre aquellos, que serían entrevistados.


Ese mismo año, de manera inédita, la Junta de Gobierno abrió el proceso para la selección de nuevo rector, al disponer que en Radio UNAM y en TV UNAM, los aspirantes expondrían sus propuestas y proyectos de trabajo a toda la comunidad.


Como parte del proceso de sucesión, las comisiones especiales de la Junta de Gobierno reciben a las personas que están interesadas en expresar sus opiniones sobre la Universidad y sobre algún universitario o universitaria que debería ser considerado para el cargo de rector. De manera paralela, la Junta recibe opiniones de quienes deseen expresarse por escrito.


Se trata de una etapa que dura alrededor de un mes y ocurre habitualmente entre la emisión de la convocatoria y la tercera y cuarta semana de octubre.


Durante ese tiempo, los 15 miembros de la Junta de Gobierno perciben de forma directa, los problemas particulares de cada entidad universitaria. Palpan las necesidades, demandas, así como los reclamos de la comunidad.


Concluidos los días de exploración y análisis, la Junta de Gobierno da a conocer los nombres de los aspirantes que cumplen con los requisitos de ley para ocupar el cargo.


A partir de ello, se da el proceso en el que la Junta se entrevista de manera personal con las personas seleccionadas, para conocer sus proyectos sobre la Universidad, y así dar paso a las discusiones, a partir de las cuales se obtiene una mayoría para designar al jefe nato de la institución.


Requisitos


Las convocatorias establecen que el rector debe ser mexicano por nacimiento; mayor de treinta y cinco y menor de setenta años; debe poseer grado superior al de bachiller; tener cuando menos diez años de servicios docentes o de investigación en la Universidad; haberse distinguido en su especialidad, gozar de estimación general como persona honorable y prudente, y no ser miembro de la Junta de Gobierno ni haberlo sido durante los dos últimos años.


En 2003, la convocatoria fue emitida el 6 de octubre, y a partir del 13 de octubre la Junta comenzó a recibir a los universitarios para expresar sus opiniones. Ese año la etapa de auscultación concluyó el 31 de octubre.


Cuatro años más tarde, la Junta emitió la convocatoria para el proceso de designación del rector para el periodo 2007-2011, el 8 de octubre, y comenzó a recibir a la comunidad universitaria entre el 10 y el último día de octubre.


En 2011, la Junta abrió el proceso el 6 de octubre y sus comisiones se entrevistaron con la comunidad entre el 10 y 26 de octubre.


Para los procesos de 2015-2019 y 2019-2023, la Junta adelantó una semana la convocatoria.


En 2015, el 23 de septiembre se lanzó la convocatoria, para el 22 de octubre se dieron a conocer públicamente los nombres de las personas que cumplían los requisitos para el cargo y a partir del 26 comenzaron las entrevistas por parte de la Junta de Gobierno.


Después, por primera vez, se utilizaron los medios de comunicación universitarios para que los aspirantes presentaran sus programas de trabajo.


En tanto, el 26 de septiembre de 2019, la Junta de Gobierno inició el procedimiento para el nombramiento del rector, el 24 de octubre reveló los nombres de los universitarios que cumplían con requisitos y los invitó a ser entrevistados a partir del 4 de noviembre.


Llevan educación y desarrollo a la periferia


Afuera de los muros de Ciudad Universitaria, prácticamente la mitad de los alumnos de licenciatura de la UNAM (47%) son atendidos por las cinco Facultades de Estudios Superiores (FES) de la máxima casa de estudios que se ubican en la zona metropolitana.


Hace 49 años, Cuautitlán fue la primera de las cinco unidades multidisciplinarias que iniciaron como Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales, como un esfuerzo para acercar la educación superior a la periferia. Después le siguieron Acatlán, Iztacala, Zaragoza y Aragón.


Los directores de las hoy facultades que ofrecen licenciaturas y posgrados en las áreas de Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud, Ciencias Físico Matemáticas y de las Ingenierías; Ciencias Sociales, Humanidades y Artes, coinciden en que estos planteles representan un “oasis de seguridad”, en medio del contexto que enfrentan los alumnos.


Hace 50 años empezamos chiquitas, como todas las escuelas y, ahora, somos las más grandes de la UNAM. Tenemos casi la mitad de la matrícula de la UNAM entre las cinco FES. Tenemos el poder de tener muchos alumnos y muchos profesores y damos servicio a una población que ya no cabe en CU de ninguna manera”, destacó la directora de la FES Iztacala, María del Coro Arizmendi.

Para David Quintanar Guerrero, director de la FES Cuautitlán, nadie puede negar que las FES juegan un papel fundamental desde su origen.


La concepción que tuvo el doctor Pablo González Casanova de vincular la Universidad no sólo a una central como sería Ciudad Universitaria en su época, sino en generar satélites funcionales en diferentes partes de la zona conurbada de la ciudad, permitió generar una serie de expectativas bastante interesantes que satisfacen necesidades inherentes a las regiones, pero no sólo eso, sino que logran evolucionar y mantener ahora un liderazgo en cierta áreas y bueno, eso nos permite generar el objetivo original, que es una descentralización, pero también generar unidades multidisciplinarias que son reales universidades prácticamente, aunque dependientes evidentemente de la UNAM, pues con un cierto valor independiente en el sentido de toda la cantidad de cosas que generan”, dijo.

El director de la FES Zaragoza, Vicente Jesús Hernández, está de acuerdo en que las FES tienen un papel que ha rebasado por mucho la expectativa que se tenía de corregir el problema de la centralización y se han convertido en verdaderos polos de desarrollo en los lugares donde se encuentran asentadas.


En el caso de varias FES, como en el de Zaragoza, tenemos una importante participación con la comunidad a través de nuestros servicios, las clínicas multidisciplinarias. Las que nosotros denominamos clínicas universitarias de atención a la salud atienden al año a más de 50 mil personas en servicios médicos, odontológicos, psicológicos, de aprendizaje, en laboratorio de análisis clínico; en comunidades que no están en las mejores condiciones económicas, entonces ayudan a los jóvenes en formación a aprender y atienden sus situaciones de salud de una manera muy importante”, destacó.

Fernando Macedo Chagolla, director de la FES Aragón, planteó que, aunque el papel fundamental de las FES seguirá siendo la docencia, cada una de las dependencias está aportando más en los procesos de investigación.


Es algo muy particular, porque inicialmente se esperaba, por ejemplo, que toda la investigación estuviera en los institutos. Sin embargo, hay facultades, por ejemplo Iztacala, que por la conformación y la estructura que tiene en su arranque y sobre todo como se ha venido conformando a través del tiempo, tiene una cantidad muy importante de profesores en el Sistema Nacional de Investigadores; aporta con libros, con artículos de manera constante al conocimiento universal”, refirió.

En este contexto, Manuel Martínez Justo, director de la FES Acatlán, contó cómo en algún momento se les veía como algo distinto a CU, pero ahora cada vez se encuentran más consolidadas.


Cada vez que yo llegaba a algún lado y decía: ‘soy el director de la FES Acatlán’ tenía que explicar lo que era la FES Acatlán. Decían: ¿es de Ciencias Políticas?’ Sí. ‘¿Es de Ingeniería?’ Sí, ‘¿es de Economía?’. También. Somos una facultad multidisciplinaria donde hay muchos temas, muchas disciplinas y muchas visiones, por lo tanto, poco a poco, las FES hemos dejado de ser Escuelas Nacionales para pasar a ser Facultades de Estudios Superiores, es decir, al mismo nivel de Ciudad Universitaria”, expuso.

Si bien son parte de la Universidad Nacional, los cinco directores de las FES aseguran que cada una de ellas tiene su propia identidad, así como sus problemas específicos.


Entre ellos mismos mantienen una comunicación constante para apoyarse y aprovechar sus experiencias en diversas áreas.


Estamos acostumbrados al estar separados del campus de CU, a resolver nuestros propios problemas, a adaptarnos también cada uno de acuerdo a las circunstancias, porque estamos en una Facultad, en una unidad multidisciplinaria extremadamente compleja que funciona con muchas carreras que tienen cada una de ellas lenguajes diferentes, formas de comunicación distintas, que tienen también comportamientos sumamente diferenciados”, explicó el director de la FES Acatlán.

Entre las problemáticas comunes a las FES se encuentran la falta de presupuesto para hacer frente a todos sus requerimientos y la inseguridad que prevalece en los alrededores de sus instalaciones. A ello se suma el deterioro de la salud emocional de sus estudiantes, tras la pandemia de covid-19.


Necesitamos generar condiciones creativas, que nos permitan hacernos llegar recursos adicionales; buscar donaciones de equipos, maquinaria o lo que sea; buscar generación de ingresos extraordinarios”, detalló Macedo Chagolla.

A un par de meses de que arranque el proceso de sucesión en la Universidad Nacional, los cinco directores de las FES declararon, que presentará desde hoy y hasta el próximo viernes una serie de entrevistas con estos universitarios, en las que hablan de su visión sobre la UNAM, las problemáticas que enfrentan en sus facultades y lo que esperan del próximo rector o rectora.


Concuerdan en que una de las principales características del próximo jefe nato de la UNAM debe ser que conozca de forma integral a la Universidad y distinga las necesidades específicas de cada escuela, facultad, centro e instituto.


“Necesitamos un rector o rectora que sepa hacer política”


Un buen rector o rectora de la UNAM será quien pueda tener mucha facilidad y disponibilidad para trabajar con “la gente de afuera”, sin importar el partido político al que pertenezcan, consideró María del Coro Arizmendi Arriaga, directora de la FES Iztacala.


La UNAM no puede decir: ‘bueno, va a haber panistas, o va a haber priistas, o va a haber morenistas’. El que sea, tienes que trabajar con él, no importa de qué color sea, tienes que trabajar con él, sea el que sea. Lo que queremos es el bien de la Universidad. Entonces si a mí me preguntan quién es un buen rector, tiene que ser un buen académico, que conozca la Universidad, que conozca los problemas de la Universidad; que pueda, además, hacer una labor política, que tiene que hacer a fuerza.

Yo como directora, por ejemplo, tengo que hablar con el gobernador del Estado de México para que me ayude con los subsistemas de seguridad, para ver qué es lo que está pasando, qué es lo que está mal en los alrededores de Iztacala. Todo eso; no le quiero llamar política, porque no es que los académicos sepamos hacer política. Yo soy bióloga, no crean que estudié Ciencias Políticas, pero hay que aprender a hacer estas cosas”, planteó.

Para la directora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, el nuevo rector o rectora deberá conocer además las necesidades y las diferencias entre las facultades y escuelas, en el campus central y las facultades y escuelas, de las FES, así como en las Escuelas Nacionales de Morelia, León, Juriquilla y Mérida, para poder atender sus necesidades particulares.


Yo creo que también se necesita un rector que conozca estas diferencias, que las valore para que pueda entender a la Universidad como tal, y también que conozca el sistema de las prepas, del bachillerato, las prepas y los CCH, porque es muy importante para la Universidad, son nuestra base. De cada nuevo ingreso, como las tres cuartas partes llegan por pase automático de las prepas y los CCH; ellos son nuestra base y hay que voltearlos a ver”, agregó.

Con la sucesión rectoral en puerta, la doctora Arizmendi Arriaga confió en que el proceso sea civilizado y gane el mejor candidato.


Tenemos muchos candidatos que son excelentes para gobernar a esta Universidad. Ojalá que tengamos una rectora o un rector de esta Universidad que sea lo mejor que podamos tener. Y no por bien mío, sino por el bien de la Universidad y por el bien de los estudiantes y del país”, deseó.

No queremos un secretario de estado


Arizmendi Arriaga se refirió a la importancia de refrendar el carácter autónomo de la Universidad Nacional en el contexto de la designación del próximo rector o rectora.


Yo creo que el gobierno, cualquier gobierno que sea, tiene claro que la Universidad es muy importante. Si me preguntan si hay injerencia o no del gobierno en los procesos internos de selección de rector, yo espero que eso no exista; ¿por qué? Porque es una Universidad autónoma y porque lo que nosotros queremos de un rector no es que sea un secretario de Estado. Es que sea un académico, que pueda llevar a la UNAM a los límites de excelencia que tenemos y que siempre hemos tenido. No queremos un político. O sea, no es que no lo queramos: si viene un político que también es académico, también está bien. Pero no es que sea una característica, no es un puesto político, no es como ser secretario de Gobernación; ¿Quién es el mejor secretario de Gobernación? Pues lo sabrá el Presidente. Yo no tengo ni la más mínima idea”, expresó.

Respecto al proceso de designación del jefe nato en la máxima casa de estudios, realizado por Junta de Gobierno, conformada por 15 distinguidos académicos, reconoció que se trata de un mecanismo que ha funcionado durante muchos años para dar estabilidad a la Universidad Nacional.


Y eso es algo que tenemos que valorar: la estabilidad de esta Universidad es algo que le da estabilidad al país, no nada más a la Universidad”, afirmó.

En este contexto, la bióloga, experta en colibríes y designada en 2020 por la Junta de Gobierno para dirigir la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, opinó que existe un desconocimiento por parte de aquellos que dicen que la forma en la que se nombra al rector no es democrática.


Esos 15 personajes que parecen salidos de un cuento de la nobleza, no son así, son votados por un Consejo Universitario. Entonces, la decisión de esos 15 está avalada por el Consejo Universitario y en el Consejo Universitario hay 460 personas y esos representan a los 380 mil que hay en la UNAM. Es un sistema muy bueno, como pasa con los diputados; tú puedes ir a ver a tu diputado y decirle: ‘oye, a mí no me gusta esa ley que están cambiando, por favor pon atención’. Aquí igual te pueden ir a decir: ‘a mí no me gusta eso que están haciendo; ese señor que están poniendo para la Junta de Gobierno no nos gusta, porque tiene esto, esto y esto’; y ya te lo dicen a ti como consejero, y tú como consejero tienes que llevar esa voz, porque por ti votaron. Entonces, así es como funciona la democracia en la UNAM.

Creo que votar a mano alzada ¿es la forma que debería de ser? No. La gente que vote a mano alzada no va a conocer a la Universidad y ¿por quién va a votar? Entonces, cada quien tendría que hacer unas campañas, así como revolucionarias y gastando un dinero increíble en promocionarse. No es así como funciona”, dijo.

Presupuesto y salud y mental


Con una matrícula de alrededor de 18 mil estudiantes, la FES Iztacala tiene, entre sus principales problemáticas, la falta de presupuesto y el impacto en la salud mental de sus estudiantes tras la pandemia de covid-19.


La directora de la Facultad comentó que volver a la presencialidad ha sido muy difícil, porque luego de tener que convencer a todos de quedarse en su casa y tomar clases en línea, ahora les ha sido muy difícil retomar las interacciones sociales.


Los estudiantes estaban realmente felices de venir a la escuela y poder tener interacciones, pero cuando llegaron muchos se dieron cuenta que estaba en chino antiguo tener interacciones, porque no las habían cultivado. Muchos de ellos hicieron la prepa en línea y llegan aquí a la carrera y no soportan a nadie, porque llevaban años estando solos en su casa. Esa transición ha sido muy difícil. Los alumnos, en efecto, tienen muchos problemas; los profesores, algunos, también.

Sí tenemos retos enormes con eso, y no es una cuestión de que uno le diga al estudiante: ‘ya cálmate’; como le decía a uno su mamá antes: ‘cálmate y ponte a estudiar’ y eso era todo lo que acabó con la salud mental. Ahora, hemos visto que hay muchas cosas que se tienen que tratar y que se tienen que tratar de diferentes maneras. Y eso hay que hacerlo semestre por semestre, minuto por minuto”, señaló.

Sobre la limitación del presupuesto, explicó que, con el pago de salarios, queda muy poquito margen para operar una institución con 43 edificios, 23 hectáreas, y siete campus, además de las clínicas periféricas que brindan servicio a la comunidad.


El presupuesto operativo se nos empieza a hacer pequeño, por ejemplo, impermeabilizar 43 edificios es carísimo; o sea, uno no se da cuenta cuánto puede costar mantener una escuela como ésta, pues mucho dinero. Entonces, ¿qué tenemos que hacer para poder hacerlo? Pues irlo como terciando y decir: este año vamos a hacer el uno, el dos y el tres; el año que viene el cuatro, cinco y seis. Pero luego resulta que el ocho tiene problemas; entonces, tenemos que sacar dinero de aquí para ir al ocho y poder hacer este mantenimiento. Claro, esos problemas los tenemos, el presupuesto es un tema”, concluyó.
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