Por: @inforneutra
“No queríamos el poder para esto…” dijo Porfirio Muñoz Ledo, asqueado de la nauseabunda manera de gobernar de Andrés Manuel López Obrador y su supuesta transformación al avasallar la ley y queriendo imponer las suyas.
Violando leyes y normas, violando reglas, violando a las instituciones, violando a toda una nación con su verborrea matutina de todos los días.
¿Qué es la verborrea?
La verborrea, también conocida como taquilalia o logorrea, es un trastorno del habla caracterizado por la producción excesiva y acelerada de palabras, a menudo acompañada de una disminución en la “coherencia” y claridad del mensaje… dice el “tumba burros” de la RAE.
En alusión a la verborrea diaria que desde el centro del poder de México, nos trata de inculcar un hombre que hace dudar a los 90 millones que no votaron por él, y que a sus 33 millones de fieles, ¿todavía los conservará?, los endiosa su voz, los embelesa, su congruencia trastocada, no tendrá remedio, es como función de carpa de los años 40´as y así ha sido su gobierno.
La inocencia de creer en ese cambio con el homónculo anquilosado que despacha en Palacio Nacional, fue de risa loca.
La ingenuidad del pueblo fue centaveada y reforzada por el asistencialismo.
La dignidad y el cansancio de estar formados bajo el sol quemante, fue comprada por pesos, que se evaporan en la primera “ida al super”.
Mirando atrás, la calificación en todos los rubros es de bajos niveles, más no de su persona, esa esta mitificada, así está terminando su administración, gris, opaca, mediocre y omisa.
Mas de 160 mil asesinatos, no tomaron un tractor los criminales, como decía al inicio de su gobierno.
Sello morenista de omisión y opacidad.
Ya no digamos corrupto a más no poder, porque para superar a “Peña Bombón”, ya son palabras mayores.
En el escenario de la aldea está “pior” la cosa, le ven la oreja a un gobernador que llegó como “el burro que toco la flauta”, no termina de cuajar pese a sus buenas intenciones… puros bandazos y saluda con sombrero ajeno, pues está inaugurando las obras que jamás se terminaron por el saqueo los barbosistas, que ahora buscan regresar a seguir saqueando Puebla en la figura de Julio Huerta, argumentado miles de pretextos.
Quien le blanqueo todo, sigue encerrado y la viuda y Julio lo saben…
Esperemos salga pronto.
La pelea por la plaza se vuelve cada vez más frontal contra la prole barbosista de cara tiznada… quienes quieren defender el “legado”.
¿Cuál legado?
Las instituciones encargadas de hacer valer la ley, duermen el sueño de los justos… ya les pagó “él muerto” y respetarán los acuerdos.
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