El formato en el que se ingiere la vitamina B12 puede marcar la diferencia. Aquí te contamos por qué
La vitamina B12 es conocida por participar en la producción de glóbulos rojos, la síntesis del ADN y el mantenimiento del sistema nervioso; no obstante, al ser suministrada en una cantidad poco adecuada, las funciones celulares pueden verse comprometidas y derivar en síntomas como fatiga, debilidad muscular, y hasta problemas neurológicos severos.
Debido a que el cuerpo no la produce de manera natural, se debe obtener de fuentes externas, pero no siempre es posible cubrir las necesidades diarias de B12 a través de la dieta, por ello, los suplementos se han convertido en la solución más eficaz.
La pregunta es: ¿qué formato es el adecuado? ¿Gotas o cápsulas? La elección correcta dependerá de varios factores, los cuales, te explicaremos a lo largo de esta nota para que los conozcas.
Gotas: ¿Cuáles son sus características?
La vitamina B12 en gotas es fácil de tomar y se absorbe rápidamente por la membrana sublingual, por eso ha ganado popularidad en los últimos años, en especial entre quienes tienen problemas para absorber nutrientes por diversas razones.
Por otro lado, las gotas también son una gran alternativa opción para la gente con dificultades para tragar cápsulas o pastillas, por ejemplo, los niños o las personas mayores; además, el formato líquido resulta práctico para aquellos que requieren una ingesta personalizada de B12.
Cápsulas: Puntos generales
Esta es la presentación tradicional y también a la que se recurre de modo más común, ya sea que se trate de medicamentos o suplementación diaria. Su dosificación es estandarizada y cada tableta incluye una cantidad específica de vitamina, lo cual reduce las posibilidades de tomar más de la cuenta.
En sí, un gran número de individuos se inclinan hacia las cápsulas por su durabilidad y por el hecho de que pueden almacenarse durante periodos prolongados sin que su efectividad disminuya, sin embargo, debido a que tienen que pasar por el sistema digestivo, sus efectos pueden experimentar un ligero retraso, en comparación con las gotas.
Quienes poseen un sistema digestivo funcional no deberían notar grandes diferencias en la absorción, en cambio, las personas que enfrentan afecciones que interfieren con la producción de ácido estomacal, son más susceptibles a experimentar una menor absorción de B12 en este formato.
Entonces, ¿cuál es la presentación que mejor aprovecha la vitamina B12?
Lo que sucede con las gotas, tal y como ya se explicó de forma general en párrafos anteriores, es que se absorben mediante la mucosa de debajo de la lengua y la vitamina logra entrar al torrente sanguíneo rápidamente, ahorrándose el recorrido por el sistema digestivo.
Y, si bien las pastillas no pueden saltarse ese camino y su efectividad no se ve comprometida en gente saludable, en algunas situaciones puede ser necesario tomar una mayor cantidad para compensar la pérdida de absorción o combinarlas con otras formas de administración.
La clave para obtener buenos resultados en ambos casos radica en seguir las indicaciones de consumo al pie de la letra. Por ejemplo, la fórmula de Seremony está indicada para ingerirse en ayunas, desde el gotero medidor, o diluida tanto en agua fría, como en la bebida que más se prefiera.
Factores para tomar la mejor decisión
Aunque parece una cuestión de preferencia personal, la elección involucra aspectos con la capacidad de influir en la eficacia y la comodidad del suplemento, como la edad o problemas médicos ya existentes.
A los adultos mayores se les recomiendan las gotas por su tendencia a absorber con mayor dificultad la vitamina B12, al igual que a las personas que tienen anemia perniciosa o trastornos gastrointestinales como la enfermedad de Crohn.
Ahora bien, las píldoras resaltan por su practicidad, pues no exigen equipos adicionales como goteros, además, son fáciles de almacenar. De igual modo, son las preferidas de los que desean una dosis exacta, sin dar lugar a preocupaciones por la variabilidad en la cantidad de líquido administrado.
Conclusiones
Sin duda, el método perfecto para determinar qué formato es el indicado para ti, es consultar a un profesional de salud que te ayude a evaluar tus necesidades específicas, tomando en cuenta tu estilo de vida, tus condiciones de salud, y tu capacidad para seguir un régimen suplementario.
En última instancia, ambas alternativas funcionan si se usan correctamente y se acomodan a tus circunstancias, el punto es impulses tu bienestar hacia la plenitud.
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