Otro ejercicio de política ficción en la aldea de "No pasa nada", allá donde retumba el “aguanta mientras llegamos”…
Todo candidato que se siente ganador hace alegres cuentas para “incluir” a todos aquellos grupos que “lo ayudaron”, varias dependencias, organismos, y direcciones... muchos los formados y el número de descobijados engrosará las filas del rencor y el odio.
Pues ¡aguas!… ya que en su mayoría nadie cumple acuerdos y aquí en la aldea todo el medio y el mundo lo sabe.
Porque para perfiles, todos, pero siguiendo la directriz del amo 90% lealtad y 10% capacidad (que la mayoría nada más sabe hacerse pendejo, la verdad).
Recordemos que el viejo y odiado sistema “que ya se fue” es el cascajo con el que está cimentado el nuevo régimen y con el que están queriendo construir segundos pisos... o sea que los viejos vicios y todo lo que se criticó, se repetirá… las quelites de coordinadoras de brigadistas se volverán las secres “privadas” o recepcionistas... las brigadistas serán “avanzada”... las direcciones serán para las amistades de años y los hijos de los compadres… los secretarios de gabinete, los cómplices, y algunos enemigos grandes para tenerlos cerca y quietos.
Con el paso del tiempo, hay premio a los que hacen el café en las reuniones de los secretarios, les dan “su base”, y creen que con esa” justicia social”, su agenda “humanista” y su interior, queda en calma, aunque a los amigos verdaderos los sigan dejando con dos palomitas azules.
Esta condición es de cualquier candidato que se siente “goberneitor”, recordemos como se comportaba el primer gran perdedor cuando estaba en “La Cochinera” antesalas interminables de todos para expresarle a “dos manos y boca” apoyos y respetos.
Pero eso se da en todos lados, prietos, rabanitos, azulitos, “mochos”, canarios, tricolores… ¡todos!
De los “mochos” ahí están peor, porque los proyectos no se mandan solos, el estigma de los compromisos y la pose que contrasta al de “Hombre de Familia”, que esconde a la malquerida parentela engendrada en la clandestinidad del colegio de “religiosos”, están de “a peso” y esas componendas las tiene por igual los “güeritos” que esconden los casos pedofilia familiar que tratan de sepultar a como dé lugar además del tráfico muy conocido de arte sacro y demás reliquias, que gozaba del afecto de un mandamás que dicen ya nada más se hace conejo, esos secretos de las familias “decentes”, serán estigmas favoritos a resaltar de los carroñeros, chacales y buitres en aquella aldea de donde llegan estas cosas, aquí en la cosmopolita Puebla y con los impolutos políticos no pasa… ¡NO!...
¡Gran Festín!… Así, sin pudor se da en aquella aldea… son los pocos lujos que tienen los ciudadanos de por allá, apoyados en su Constitución, decir lo que quieren, sin temor, “con tamaños” con cara, nombre y apellido.
¿Cuál miedo, de que, en la calle, se topen de frente y les tiren un golpe?
“Miedo solo a Dios” a ningún pendejo en la tierra…. las verdades duelen y arden y nadie quiere escuchar las suyas...
Todos por igual, quisieran que una vez ganando, no volver a ver nunca, o por lo menos los 3 o 6 años, a toda esa gente que los ayudó a llegar…
El poder los cambia, los volverá más ojetes, más…
No digan que no se les advirtió.
¡Oh sí!
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